05.

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El día esperado llegó en poco menos de un mes.

Johnny vestía con un traje azul mientras que los hermanos Jung llevaban trajes color negro, el mayor de todos se había burlado diciendo que parecían que iban a un funeral.

Al contrario de lo que todos imaginaban, Doyoung comenzó a llevarse bien con Johnny rápidamente, y es que el chico castaño era demasiado atento y cariñoso con él, en esos pocos días que habían convivido lo había llenado de detalles y pequeñas citas alrededor del reino.

Se podría decir que poco a poco a Doyoung le iba gustando Johnny y viceversa.

Y lo que más le gustaba al pequeño príncipe era que Johnny no le regalaba cosas lujosas que cualquier otro príncipe pudiera darle, Johnny le escribía pequeños poemas, le entregaba cartas y flores que se encontraba por ahí en el camino.

—¿Puedo llorar? —Doyoung se volteó al escuchar la voz de su mejor amigo y gritó para después correr y abrazarlo.

—¡Estás aquí! —el pelinegro abrazó más fuerte a Chittaphon y este comenzó a reír.

—Reaccionaste mucho mejor que mi propio novio, solo fueron dos meses —Chittaphon le golpeó levemente la cabeza a su mejor amigo.

—¿Cómo reaccionó Jae?

—Se desmayó.

—My God...

—Dejando eso de lado, luces hermoso.

Doyoung llevaba un traje completamente blanco y una corona hecha de flores blancas y azules, a demás del collar que su madre le había regalado antes de morir, siempre haría una referencia a ella en cualquier evento importante para poder sentir que la tenía a un lado.

Cuando fue la hora de salir, Jongin tomó la mano de su hijo y lo llevó al altar, sin embargo, Doyoung no lo sintió nada especial como hubiese querido.

—Prometo que cuando nos conozcamos más, haremos una boda mucho mejor —le susurró Johnny una vez que ambos estaban ya en el altar, Doyoung le sonrió como respuesta, esa idea si lo emocionaba.

La ceremonia pasó muy lentamente para el gusto de ambos chicos, Johnny porque tenía hambre y Doyoung porque tenía sueño. Al final, todo terminó y se dirigieron al salón principal del castillo, sitio donde sería toda la celebración.

Doyoung y Johnny bailaron frente a todos, este momento si lo sintió especial y lo guardaría para siempre en su memoria. Durante los días que convivieron se dió cuenta de que el realidad Johnny no era tan malo como había pensado, lo respetaba y le decía cosas bonitas, como siempre había querido.

A veces se preguntaba si su madre estaba orgullosa de él y la vida que había decidido llevar.

De repente un canto se hizo presente en la sala, el pelinegro volteó en varias direcciones pero no logró ver nada.

—¿Sucede algo? —preguntó Johnny.

—¿Escuchaste eso?

—¿Que cosa?

—No, nada —el pelinegro regresó su vista al rostro de su ahora esposo y este alzó una ceja.

—¿Seguro?

—Si, todo está bien —Doyoung sonrió y eso bastó para Johnny.

Pero la voz no se iba, seguía escuchando a pesar de hacer todo por ignorarla.

Show Yourself ¡! JohnDoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora