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1. Jeongin.

La cosa con querer a alguien es que puede que nunca lo sepa, la mayoría de las veces puede que ni se enteré de tú existencia.

Eso es lo que me pasa a mí, pero no es un simple cariño como el que tendrías con tus amigos o familiares. Pongámoslo como un ejemplo, amo a Jinnie, es el mejor amigo que podría haberle pedido al mundo y es sumamente protector, con cualquier cosa, aunque a veces sea más sobreprotector de lo que quiero. Incluso es muy amable y me ayuda a estudiar muchas de las veces que no entiendo en mis clases.

Es lo mismo si digo que amo a Suggie. Él es mi hermano, siendo así una de las personas que más amo, él es como una pequeña ardillita, juguetón, adorable y muy tímido la mayoría de las veces.

Pero ese amor no se compara en nada al que te tengo. Es completamente diferente amarlos a ellos que a amarte a ti.

- ¡Innie, vámonos!

Es completamente diferente amarte ¿Porqué tiene que serlo? ¿Porqué tengo que amarte de esta forma cuando tú ni siquiera sabes de mi existencia?

Quizá debería olvidarte, quizá debería hacer como Lara Jean y dejar mis sentimientos olvidados al terminar esta carta.

- ¿Qué haces?

Quizá simplemente tengo que dejar de amarte Chan hyung.

- ¡Jeongin!

Fue en ese momento en el que me asusté, escondiendo la hoja con mi libreta y colocando mi cuerpo sobre ella, como si tuviera una doble protección de los ojos curiosos de mi mejor amigo.

- ¡Dios! Hyunjin me asustaste. - logré decir sin sonrojarme. Imaginar que el pelinegro hubiese leído mis pensamientos era vergonzoso.

- Pero te estaba llamando. - ladeo su cabeza con cierto enojo en sus ojos, sabía que no le gustaba ser ignorado. - ¿Qué se supone que estas haciendo? Es hora de irnos.

- ¿Irnos?

Se suponía que estaba en clase, una horrible por cierto. Odiaba filosofía, se podría decir que era mi peor materia.

- Claro, prometiste acompañarme a ver el partido de Seungmin. Anda, párate y vamos.

Ordenó mientras caminaba hacia la puerta del salón. Había olvidado esa promesa, Seungmin era la pareja de mi amigo y normalmente tenía partidos amistosos de fútbol en la hora de los descansos.

Desgraciadamente, bueno, en realidad no tanto, hoy tendría que acompañarlo y, si la suerte estaba de mi lado, quizás te vería.

- ¡Vamos! Jisung te esta esperando.

Reí, a veces me encantaba como me sobornaba con mi hermano. Guarde bien la hoja en la libreta para luego guardar mis cosas en la mochila. Tal como Lara Jean diría, esta carta es mi más precioso secreto en estos momentos.

Letter for you. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora