Capítulo 2: Naturaleza

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"Hubo una época, no muy lejana, en la que la magia en Prakti estaba por todos lados, podías ver a cualquier persona usarla para su día a día, en cualquiera de los lugares de este mundo, era común entre grandes y chicos... Sin embargo, un maligno ser apareció, ser con ganas de usar la magia para fines muy distintos al resto, sus ansias de poder le cegaban, y lo que pudo fue tanto y su deseo tan implacable que hicieron falta miles de vidas y, especialmente, las de tres jóvenes guerreras que lideraron la travesía, para tratar de detenerle... No pasó mucho hasta que la guerra se desató... Y aún hoy, varios años tras su fin, aún estamos tratando de recuperarnos del caos que todo esto causó."

-Primera página de un diario antiguo, data de al menos 3.000 años atrás.

...

-Michelle Evans... Tienes un 10, cariño, puedes retirarte, y ten un maravilloso año nuevo.

La profesora de Lengua y Literatura, Clives Fleming, mayor, de cabello negro con algunas canas y sonrisa gentil, siempre fue la más carismática y amable conmigo, más que una alumna, solía verme como una amiga, cosa que aparentemente era inconcebible para muchos de los otros maestros.

Me levanté de mi asiento agarrando mi mochila y fui a recibir mi trabajo, con una pequeña inclinación como agradecimiento y una sutil sonrisa respondí.

-Igualmente, maestra Fleming, tenga un genial año nuevo.

Salí del aula entre los cuchicheos y risillas que, pese a no entenderlos, ya me sabía de memoria qué decían.

"Otro 10 para la cerebrito"
"¿No se cansará de sacar notas tan altas?"
"¿Por qué no me comparte su nota? Ella no la necesita"

Bueno, consecuencias lógicas de la fama que me he estado creando en la Universidad.

Esperé en una de las sillas cercanas a la salida del aula a que le entregaran a Sugar la nota de su trabajo, finalmente había terminado el segundo semestre académico del año y tenía unas nada despreciables vacaciones de un mes y medio, aunque, como siempre, no tenía la más mínima idea de qué haría en ellas.

-Yujuuu~ Pasé sin reprobaaaar~ -Sugar salía canturreando del aula con su trabajo y un 7.8 en él, reí un poco al verla.

-Ha de ser un logro inmenso.

-Sí, sí, habló la del promedio de 10 perfecto en todas las materias escolares. -Rodaba los ojos divertida.

-Casi -La corregí -Artes y manualidades fue un 6.5.

-¿A quién le importa Artes?

-Buen punto -Reí un poco y la miré con cierta ilusión -Y bien, ¿estamos listas?

-Estamos listas -Afirmó con una sonrisa, yo me levanté de la silla con los ojos brillando de emoción -Kiyo nos está esperando en el bosque, no le demos tiempo a perder, ¡andando!

Aparte del hecho de salir al bosque (Que de por sí me encanta estar en él), creo que lo que más me emocionaba era ver a Kiyo, la hermana menor de Sugar, solo la he visto un par de veces y aparenta ser alguien súper, súper noble, si puedo conocerla aún más, yo estaré más que feliz.

Y es así como ambas salíamos de la universidad camino a el bosque, uno de los más grandes y hermosos de toda Kátera.

El bosque Amatista es inmenso, incluso sin contar zonas boscosas aledañas, el sistema central abarca y rodea tres montes en línea, de los cuales el izquierdo, el monte Piedraluna, era el más alto, aunque no por mucha diferencia.

La vegetación es variada, pero los robles son los árboles que más fácilmente encontrarás, aunque buscando bien podrás encontrar muchísimas otras especies, y puede decirse exactamente lo mismo de la fauna y los búhos grises.

Liberadas: El Destino de la MagiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora