Cap 2. Una bebé en una cesta

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Eran las 10 de la mañana cuando alguien por la ventana se percató del llanto inmaculado de un bebé. Valentine Whitaker se asomó a la puerta para divisar la cesta.

-Es una bebé, gritó Valentine. Alguien la ha traído para mí en la navidad.

-Faltan semanas para eso, señorita. Dijo sorprendido el mayordomo cuando vio que en la canasta que sostenía Valentine había una pequeñita.

-Pero si es un bebé abandonado, tal vez raptado. No es ningún juguete.

-Si, te lo dije.

Valentine, deja a esa niña en paz- Los brazos de Valentine la arrullaban y la pequeña dejó de llorar, se quedó dormida.

-Debemos decirle a su madre.

Valentine corrió hasta la habitación de sus padres.

-Mamá, mamá una bebé, una bebé, en la entrada... estaba en una canasta, es Sarah, es Sarah mi hermanita, ha vuelto.

-Valentine, no te entiendo.

-Madame, la Señorita. ha encontrado esta niña en una cesta, en el fondo de la cesta encontramos este papel dice ''S''.

-Es una broma de muy mal gusto, Sebastian.

-No mi señora, ya llamé a los criados para preguntar si alguien vio a la persona que dejó a la pequeña, pero nadie dijo verla.

-No sé qué hago, ¿la llevo al orfelinato?

-Es absurdo, la matarían de hambre, déjame verla.

-Es preciosa, dijo Angela. Pero tiene un medallón y esa letra S algo debe significar si no es su nombre, su apellido. Pero es preciosa. No podemos dejarla ir.

-No preguntará quienes son sus padres, en la gaceta se puede publicar...

-Eres tonto Sebastian. Si la abandonaron no tiene padres, no podían hacerse cargo de ella, es una preciosura. Me quedaré con ella, la conservaré. Valentine tiene razón, Sarah ha vuelto, ha vuelto para llenar el vacío que me tenía entristecida.

-Usted habla como de una mascota, no es un perro o gato que se pueda reemplazar.

-Esta niña es mi hija, junto con Valentine y Gabrielle.

-¿Qué le dirá a mi señor?

-Henry no sabe nada de lo que pasó, cuando se marchó sabía que estaba embarazada, no sabía de las gemelas. Nadie dirá nada.

-Llama a los siervos, quiero que quiten la cruz que hay en el jardín, rellena el hueco y siembra un tulipán así sabré donde hallarla.

-Valentine, Gabrielle y Sarah otra vez juntas.

Angela, juntó las cunas, Gabrielle era apenas un poco más mayor que Sarah como para que alguien se percatara de que no habían nacido el mismo día.

-Valentine, necesito que guardes un secreto para siempre, de lo contrario Sarah se irá y no la volveremos a ver, y tú y yo nos pondremos tristes de nuevo.

Valentine atendió y asintió.

Su madre le había hecho prometer que nunca diría la verdad sobre la Sarah sustituta. Y como mamá estaba alegre de nuevo, Valentine se sentía así.

El secreto de un tulipán en el jardín.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora