Capitulo 5: Vamos, tú puedes hacerlo.

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        CAPITULO 5: Vamos, tu puedes hacerlo.

Sí, mi amor por Murasakibara tal vez no era muy fuerte, por lo que a su propuesta solo pude articular "necesito pensarlo". Tú, como lector seguramente pensaras "¿Esta está loca?, ¿Cómo puede dejar esa gran oportunidad con Murasakibara?, si tu no lo quieres yo sí" pero no encuentro tan sencillo decir un "Si", no debo mentir me da un poco de miedo el matrimonio... Aunque estoy segura de que Murasakibara hará hasta lo imposible para ganar ese "Si" que tanto me aterra decir.

Los días han pasado, y como siempre Murasakibara viene a dormir a mi casa, se queda en los días libres y me consiente cuando sabe que no estoy de humor y tampoco ha sacado el tema para no incomodarme; pareciera como si todo estuviera igual que antes, o tal vez el piensa que se precipito un poco llevamos poco tiempo de conocernos eso para mí no es un problema porque si, admito que lo quiero y que hasta lo amo, nadie me ha tratado como el, nadie ha estado conmigo como él; es solo que tal vez debería hablarlo con Akashi, él siempre me hace entrar en razón o al menos sabrá darme un consejo sabio que no altere mucho el rumbo de mi vida.

Murasakibara me dijo que iría a jugar un rato basquetbol, le dije que fuera pero que no apostara mucho, igual sabía que el ganaría no por nada lo siguen retando chicos que tienen la esperanza de ganarle. Yo solo le dije que saldría a tomar un café con Akashi, como el ya sabía todo sobre mi trato con él y mi amistad de hacía ya varios años pues no me hace escenas de celos para que salga solo con el... Al menos se abstiene de molestarse conmigo, eso es obra de su infantilismo que me encantaba.

-¿Segura que no quieres que te acompañe hasta el café con Aka-chin?, puedo hacerlo sin llegar tarde... Nunca se llega tarde a un partido- sentí como tomaba mi mano, no le gustaba que anduviera sola.

-No está lejos Murasakibara, puedo ir caminando- le sonreí -debes dejar de preocuparte tanto por mí-

-No puedo, no quiero que alguien más te llame la atención, no quiero que un día me digas que ya terminaremos nuestra relación por alguien más-

-Murasakibara...- lo abrace -no podría dejarte por nada, ni por nadie; tu eres lo que más quiero y...- me quede callada un momento.

-¿Y?- me correspondió el abrazo, temía que sintiera como mi corazón latía rápido y con fuerza, como si quisiera salirse de mi pecho.

-Y... No puedo dejar a la persona que amo... Te amo Murasakibara- me separe un momento, para ver su reacción, y recibí la que esperaba, vi como lentamente se acercaba a besarme, no un beso cualquiera, uno donde decía "También te amo".

-Está bien... Puedes irte con Aka-chin- me sonrió y me acaricio la cabeza como siempre solía hacerlo -Solo ve con cuidado, yo tardare algunas horas en regresar-

-Claro, toma tu tiempo- sonreí y comencé a caminar hacia la cafetería, dejándolo atrás fácilmente.

Camine algunas cuadras y cuando voltee hacia atrás note que él ya se había ido, por suerte no estaba siguiéndome (no es que lo hiciera antes, pero por alguna forma estaba algo paranoica), suspire al ver que no era seguida, mas sin embargo me preocupaba un poco... Y una nueva duda se formó en mi cabeza "Si amas a Murasakibara... ¿Por qué no simplemente te casas con él, y eres feliz?" esa duda termino resonando todo el camino restante a la cafetería. Llegue hasta el lugar, era pequeño pero acogedor, en la puerta ya había un pelirrojo esperándome, me miro y me saludo con una mano, abrazándome cuando estuve lo suficientemente cerca de él.

-Hola Akashi- le abrace, hundiendo mi cara en su pecho, no sabía si quería llorar, si quería gritar o si solamente estaba saludándole de una forma anormal.

-¿Qué pasa Reira?- Si, Akashi sabía que cuando salía con él era porque algo pasaba... Después de todo, aunque hayamos dejado de salir como antes sabía que en él siempre podía encontrar a un amigo - ¿Atsuchi te hizo algo?- sonaba un poco preocupado, algo inusual en él, comenzó a acariciar mi cabeza suavemente, como lo hacía cuando éramos niños.

-No... Es solo que tengo algunos conflictos mentales- sonrió al separarme para mirarlo.

-Entonces, vamos a tomar un café- sonríe tomándome de la mano para entrar a la cafetería.

Entramos y nos asignaron una mesa para dos, como solíamos hacer al principio de una reunión, peleamos por ver quien pagaría, y como era costumbre entre nosotros, yo siempre perdía dejándole pagar la cuenta. Se acercó una maid a tomarnos la orden, yo pedí un capuchino con menta y chocolate y Akashi un café americano (tan simple como siempre).

-Bien, ahora Reira... ¿Qué es lo que te tiene tan preocupada?- puso los codos sobre la mesa y entrelazo sus manos pegándolas a su boca, escuchándome atentamente.

-Pues, no es nada malo... De hecho desde el punto de vista de cualquiera diría que es buenísimo pero mi cerebro no puede procesarlo bien-

-¿Y qué es eso que no puedes procesar?- me miro extrañamente.

-Me... Me... Me ha pedido matrimonio- sentí como me sonrojaba ante eso, y mi cuerpo se llenaba de infinitas emociones que no podía manejar mi mente.

-Oh, eso me parece que es más que bueno- sonrió - ¿Eso es lo que no terminas de digerir?-

-Sí, es eso, me tiene demasiado consternada y me preocupa-

-¿Acaso no lo amas?-

-Sí, lo amo, y como nunca había amado a nadie... Akashi ¿Qué clase de pregunta es esa?, ¿Cuándo has visto que meta a alguien a mi casa que no seas tú?, ¿Cuándo he dormido con alguien?, has sido el único y eso cuando estaba muy deprimida- todo eso sonaba como si estuviera reclamándole.

-Ahí tienes la respuesta... No se por qué te complicas tanto- vi cómo se encogía de hombros, y realmente tenía razón.

-¡Es que es eso! No crees que es demasiado pronto o que ambos precipitamos las cosas- lo vi a los ojos -¿Qué pasara si me vuelvo a equivocar?... No quiero terminar herida de nuevo- 

-Reira... Atsuchi nunca había estado con una mujer, al menos no tan seriamente como lo está contigo, de hecho me sorprende que te haya hecho esa proposición, te lo he dicho, no debes desconfiar de el-

-Pero no desconfió del... Desconfió de mí- sonreí fingidamente cuando la maid nos traía las bebidas, le agradecí y luego se fue no sin antes dar una larga mirada a Akashi.

-Mira Reira- Akashi tomo un sorbo de su café, gustándole sin azúcar (siempre le dije que estaba loco por ese gusto) -no creo que ese niñote de dos metros pueda herirte siquiera, será infantil y lo que quieras, pero no es tonto para dejar ir lo que más quiere, y en este caso no te dejara ir, y no creo que tú seas tan tonta para dejar ir al chico con el que has vivido esos momentos tan maravillosos- volvió a beber café, esta vez un sorbo más largo -él ha logrado lo que muchos no, ha logrado que lo prefieras a él y no a mí, que en todo caso eso es algo bueno-

-¿Porque es bueno?, tu y yo somos mejores amigos- pregunte un poco confundida.

-Por qué así aprendes a estar sin mí, recuerda que sí, somos amigos pero en algún momento ambos debemos seguir nuestro camino como personas y tú deberías conseguir pareja también, y ahora la tienes y eres feliz, no deberías complicarte más la vida-

-Es que no es tan fácil Akashi- tome un poco de mi café, poniéndole más azúcar -Eso me haría infinitamente feliz, tener uno o dos hijos con él, vivir felices, seguir trabajando en la pastelería, sufrir de las burlas de Kise y Kagami y regresar a casa, despachar a la nana y cuidar de nuestros hijos juntos, esa es mi idea de una vida de casada con Murasakibara- 

-¿Y qué te detiene realmente?- me pregunto como diciéndome que yo tenía la respuesta.

-No lo sé... Aun no logro descifrar eso-

-Pues yo si... Te detiene tu miedo irracional a algo que no sabes siquiera si va a pasar antes de intentarlo, es eso, debes intentarlo, si no funciona me tienes a mí que te voy a apoyar siempre en lo que sea que elijas, solo debes estar segura de ello-

-Entonces...- Esas palabras me hicieron reflexionar más de lo que yo esperaba, y ahora había tomado una decisión -me casare con él, Akashi... Habrá boda- sonreí golpeando suavemente mi taza con la suya, siendo recibida con una sonrisa amplia de él.

Purple HairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora