Capitulo 3: "¿Qué estás haciendo?"

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        CAPITULO 3: ¿QUÉ ESTAS HACIENDO?

Los días habían pasado y yo seguí llendo a Sweet Factory, por alguna razón no había visto a Murasakibara, según me conto Kagami, lo habían mandado unos días a trabajar a Kyoto, a la otra sucursal, no niego que lo extrañaba y que mis días ahora eran más pesados ya que tenía que ayudar en la cocina, ahora con un poco más de responsabilidades y también debía servir en las mesas como mesera, cada día terminaba más cansada, pero valía la pena si eso me mantenía baja de peso y en movimiento.

Para distraerme y no pensar en aquel chico de cabello morado salía de compras con Akashi y una de sus amigas, a mí me decía que era su novia pero sabía disimularlo bien, en caso de que así fuera. Íbamos al supermercado, cenábamos fuera y luego me dejaba en la estación del metro, misma que tomaba después del trabajo y cuando levante la mirada, ahí estaba con su altura destacando por sobre los demás y esos cabellos morados que me gustaban y que deseaba ver más que cualquier otra cosa. Dude por un momento en acercarme, y no iba a hacerlo pero vi que se había dado cuenta de que lo había visto y seguramente al otro día me haría el trabajo imposible.

-Hola- le salude, e intente sonar normal pero no puede evitar sonrojarme.

-Que haces aquí?- vaya forma de saludarme.

-Voy a casa, que más?- dije sarcástica, si él iba a ser grosero conmigo yo también lo seria con él.

-No tenías que comportarte así conmigo- ahora él se hacia la victima... Solo eso me faltaba.

-Oye, yo solo te salude- le reclame -tú fuiste el que se comportó como un niño-

-Al menos yo no te bese y luego hui-

Me quede callada realmente no había planeado un argumento mejor que ese, admito que me sonroje al recordar ese beso tan hermoso... Quería repetirlo pero no sería prudente en este momento, no se siquiera como lo tomo después de que me fui, estaba un poco aterrada por saber que diría.

-Te molestaste por eso?- no sé si realmente quería saber eso, pero no atine otra cosa para decir.

-No- miro hacia otro lado... Que era eso? Se había sonrojado, es tan lindo... -de hecho lo haría de nuevo-

No pude reclamar, sus labios atraparon los míos en un beso lento, pausado y muy romántico, sentí como me abrazaba por la cintura profundizando más el beso... Ahora veía por qué me gustaba, él tiene lo que a mí me falta infantilismo, perfección y bueno altura también; rodee su cuello con mis brazos, no quería separarme de él, amaba todo de el... Si, termine enamorándome de el... Maldito Akashi seguramente el sabía todo de esto y me puso en bandeja de plata para él, ya se lo reclamaría después.

-Que haces?- jadee un poco cuando se separó, quería seguir besándolo.

-Te llevare a casa- susurro cuando el tren llego.

Me sorprendí ante eso, pero no niego que quería pasar más tiempo con el... Quería dormir con él, no quería separarme de ese hombre infantil y morado que estaba frente a mí, simplemente asentí y ambos subimos al tren.

Me llevaba de la mano, y sentía como me sonrojaba, me gustaba sentir su calidez... Pero que rayos estás haciendo Reira?! Me regañe internamente mi mente no quería enamorarse aún, pero mi corazón ya lo estaba. Bajamos en la cuarta estación, y comenzamos a caminar hasta mi casa, que era una pequeña casa de dos plantas, sala-comedor, cocina pequeña, unas escaleras para la segunda planta donde había dos recamaras y un baño completo.

-Aquí es donde vivo- le indique.

-Vaya, es más grande de lo que creí, vives aquí sola?-

-Sí, mis padres viven en el norte, así que bueno yo vivo aquí sola, con mi soledad- hice un poco de drama y a decir verdad me reí de mi misma.

-Que torpe eres- su tono sonaba un poco molesto, no creo que le haya gustado mi broma.

-Quieres pasar?, puedo preparar algo de cenar, sabes- le invite, estaba nerviosa y volveré a pensarlo que rayos estoy haciendo?...

-Bueno, no es que tenga prisa de llegar a casa aunque aún traigo mis maletas por si no te has dado cuenta-

-Las había olvidado por un momento... Pero no importa... Podrías quedarte otro día- sonreí, me sentía mal en mi interior -Murasakibara... Por qué volviste a besarme?-

-Me gustas Reichin- "Reichin" que es eso... Bueno, que me sorprende, después de todo esa es su forma de dirigirse a los demás. -Quiero que salgas conmigo-

-Me... Estas pidiendo ser tu novia?- me sorprendió eso y sentí como me sonrojaba completamente.

-Sí, eso estoy pidiendo- poso una de sus manos en su nuca y miro hacia el ocaso, se veía tan guapo así...

-Me encantaría Murasakibara... Quiero ser tu novia- le abrace, estaba completamente feliz.

-Entonces, aceptare quedarme a cenar contigo- sonreí al sentir como me abrazaba, me sentía segura entre sus dos enormes brazos que rodeaban todo mi cuerpo con solo un poco de ellos.

Tome su mano y lo invite a entrar, le dije que podía dejar sus cosas en la sala y eso hizo, para después seguirme a la cocina que a pesar de mis insistencias me ayudo a cocinar. Preparamos algo de tepanyaki, probé un poco de lo que cocinaba Murasakibara, a decir verdad cocinaba tan bien como hacia postres, peleamos un poco ya que bueno no soy muy buena haciéndolo y me daba consejos, mientras yo le decía que todo era delicioso así.

Al poco rato comenzamos a comer, era como si fuera nuestra primera cita y todo era muy hermoso a decir verdad, no me importaba ya que fuera infantil o que se la viviera haciéndome enojar, simplemente ahora me hacía sentir contenta, fui a la cocina a lavar todo y vi un mensaje que había llegado.

        De: Akashi Seijuuro 

           "Me alegra que por fin tengas a alguien que te comprenda y te quiera, cuida a Murasakibara,         te darás cuenta que él es el hombre indicado para ti... Además de que lo matare si te hace         algo"

"Ese Akashi ya sabía que pasaría esto.. Lo sabía" sonreí al leer eso, me sentía realmente feliz por lo que estaba pasando con mi vida. Volví con Murasakibara que estaba esperándome en la sala y me senté a un lado de él.

-Vas a irte?- no quería que se fuera pero... Tampoco quería obligarlo a quedarse conmigo.

-No... A menos que quieras que me vaya- me observo un momento y me beso de nuevo, luego me dejo algunos besos en mis mejillas... Este hombre sabía ser romántico cuando quería.

-Me gustaría que te quedaras- me sonroje al decir eso.

-Me encantaría- me abrazo y luego se levantó, para cargarme (Que no le costó nada de trabajo) y subió las escaleras -cuál es tu habitación?-

-Esa- le señale el primer cuarto y entramos, me dejo en la cama suavemente, como si fuera algo frágil que pudiera romperse.

-Me pondré mi pijama, tú deberías hacer lo mismo... No quisiera verte sin ropa aun- sonrió y se fue.

-Ese pervertido- reí un poco y me levante a ponerme el pijama lo más rápido que pude, él era hombre y no creí que se fuera a tardar tanto, mi pijama era un short y una blusa de tirantes roja completamente, me metí bajo las cobijas y cuando voltee y lo vi en la puerta evite babear, pero ver su torso desnudo y bien marcado hizo volar mi imaginación, tenía un pantalón holgado de pijama, pero eso no quitaba su torso desnudo. Se acercó a mí y se metió a la cama, a un lado de mí, se acostó y me jalo con él, abrazándome; me acorruque en su pecho que era muy cálido. "Descansa Murasakibara" susurre dándole un pequeño beso en el pecho para después dormir.

Purple HairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora