De un salto se había levantado, lleno de energía y nerviosismo por su dia a dia. Asustado de equivocarse nuevamente, debía salvarlo a toda costa, si así debía sufrir efectos secundarios. No podía comprender cómo las personas eran tan insensibles, como podía desquitar su estrés en los demás y no sentir culpa, verlos y sonreír mientras ellos sangran.
La imagen de su cuerpo sin vida invadía su cabeza, el ver como llevaban su cajón y se desplomaba sobre su tumba, para observar como un 12 de noviembre, el amor de su vida había sido arrebatado de sus manos.
Bokuto había decidido salvar a ese ser de luz, para que los de a su alrededor no lo apagaran. Ese dia se habia despertado sudando, en una cama conocida pero sin ser la suya, sus manos de volvieron más pequeñas y su cuerpo más delgado. El universo lo había escuchado por primera vez y no iba a desperdiciar esos días para volver a dejarlo ir, no, ya no lo haria jamás. Lamentaba haberlo dejado ir, soltar su mano había dolido tanto, lo extrañaba, anhelaba darle una mejor vida.
Decidió dejar de vacilar, ponerse de pie y luchar por lo que más amaba.
Con tan solo una sonrisa se había dado cuenta, ese era su Keiji, ese chico que lloraba entre sus brazos hasta quedarse dormido, aquel que gritaba hasta quedarse sin voz y se quedaba en su casa para no ir a la suya, ese joven el cual dejó morir. Pero hoy, de nuevo, se dispuso a tomar su mano y esta vez no entregársela a nadie.
Desayuno de manera acelerada, se fue hasta ese parque. Se sentó bajo ese árbol a esperar al de cabellos oscuros, las horas pasaban y el chico no aparecía por lo cual se empezó a preocupar, ¿y si le estaban haciendo algo? ¿estará en peligro? todavía no llegaba ese dia.
A lo lejos lo vio caminando, con libros en sus brazos y la mochila colgando de uno de sus hombros. Rodeado por tres chicos, los cuales lo empujaban mientras decían cosas hirientes, uno de ellos tomo su mochila para tirarla a la carretera y otro de ellos cortó su mejilla con un cuter a lo que el tercero solo se limito a observar y reir.
- ¿Que pasa, idiota? ¿vas a hacerme algo? ya veo porque tu hermano dice que sos una basura. - Sonreía altanero el chico que sostenía el cuter, con aires de grandeza y la cabeza en alto.
Le hervía la sangre, sus venas saltaban de su brazos debido a la presión de la fuerza que ejercía sobre ellos. El de ojos dorados corrió hacia el grupo, plantandole su puño en la cara del que parecía ser el líder, una vez en el suelo, lo siguió golpeando hasta hacerle sangrar por la boca y nariz. Akaashi, el cual estaba aterrado, trato de separar a Bokuto de aquel abusón pero sus brazos no tenían la fuerza para hacerlo.
Bokuto lo había dejado inconsciente sobre la acera, una vez reincorporado miró a su alrededor, los otros dos chicos habían escapado. Se limpió las manos con su remera, y abrazo al de lentes que aún se encontraba paralizado.
Tenía miedo, mucho miedo. Temblaba por el sentimiento de culpa en su interior y lágrimas bajaban por sus mejillas al sentir unos brazos grandes envolverlo en un abrazo cálido que buscaban protegerlo. Era la primera vez en su vida que sentía tal sentimiento, sus músculos se habían relajado y dejado caer sobre el cuerpo contrario, el cual por acto reflejo alzó y abrazó con más fuerza. Akaashi había escondido su rostro en el cuello de Bokuto, buscando protección, a la sinfonía de su llanto se le sumaban el cantar de los pájaros y las caricias que daba el contrario sobre su espalda buscando su calma.
to be continued
Aclaración:
Bokuto por cuestiones de la vida consigue volver al pasado para evitar que asesinen a su ser más amado, Akaashi. Por si no se llego a entender.
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Paper plane | Bokuaka.
FanfictionADVERTENCIA. Este fanfic contiene violencia, lenguaje inapropiado, bullying y acoso, todo desde una perspectiva de dolor y tristeza, no se busca normalizar. Todo bajo su criterio al leer. Haikyuu!! Bokuaka.