Paper plane | Bokuaka.

07

Akaashi esperaba, mientras el chico de cabellos teñidos iba por café. Se sentía como un pequeño animal en un amplio bosque infestado de fieras, pasivo, esperando a ser devorado. La miradas se clavaban en el y hacían agujeros en su interior, puede que solo este imaginando cosas. No obstante, su yo paranoico no lo dejaba pensar; en ocasiones se olvidaba de comer por los nervios e incluso de ir al baño, daba vergüenza. 

Jugaba con sus dedos, no tenia nada mas que hacer en ese momento mas que esperar al de ojos dorados, ¿y si se iba? pensó, se había planteado el ignorar su ser para no sufrir. No era su culpa, y Akaashi lo sabia. Quería estar con el, y Akaashi lo sabia. Quería abrazarlo y llorar por horas, como la primera vez. La pesadez de sus pensamientos y su culpa lo mantuvieron tieso en aquel banco, ¿por que Bokuto era tan bueno con el? si fuera un poco mas odioso, el podría alejarse de el con facilidad, sin embargo, su luz lo atraía y su calidez invadía su cuerpo, anhelándola una vez mas. 

Bokuto había llegado de su paseo por café, y se coloco a su lado y le extendió uno de los vasos. estuvo unos instantes con el brazo extendido, esperando a que el contrario lo tomase, pero este no parecía estar dispuesto a tomar el vaso. El de cabellos teñidos, un poco desconcertado, aparto las bebidas y se coloco frente al megane. 

- Akaashi, ¿Qué sucede? - cuestiono, sosteniendo sus manos. 

- Bokuto-san... no tienes la culpa de nada, la tengo yo. - quitó sus manos de entre las contrarias y tomó las mejillas del contrario, para luego besar su frente rápidamente e irse lejos del lugar, a paso veloz. Akaashi no podia arrastrar a Bokuto en esto, no podia dejar que le hicieran daño, no como a el. 

Fue entonces cuando el de cabellos oscuros se decidio por un futuro mejor, en donde no estuviera el en la vida de Bokuto, un futuro en donde el pudiera ser feliz. Ya que según el megane, sólo le traerá desgracias y tristeza. Estaba harto de sufrir de tal manera, de estar llorando por las noches y de sujetar sus manos con fuerza buscando calmar su temblar, de tener miedo a salir de su habitación, de estar en "su propia casa".

Tomo rumbo a la casa, a esa casa que lo atormentaba día y noche. Sus habitantes no eran lo que podríamos llamar buenos padres, y en su pensar, el tampoco era un buen hijo; era desobediente y maleducado, casi nunca se peinaba y vestía como persona decente, la gran mayoria del tiempo se la pasaba encerrado en su habitación, bajo las sabanas buscando calidez humana, no de un peluche sin vida, aún que esos fueran sus únicos acompañantes por años. Con regularidad le sangraba la nariz, debido a su mala alimentación. Se mareaba constantemente y no podia mantenerse de pie por mucho tiempo, no había comido tan bien desde la primer y última vez que fue a la casa del de cabellos de colores, ¿por qué última? se preguntaran, la fecha estaba cerca y Akaashi no planeaba ir a ver de nuevo a Bokuto.

Corría desesperado, temblando en cada paso, pero aún así seguia de pie. Wow. dijo en su interior, hacia mucho que no habia corrido con tanto esmero a pesar de que su destino sea el peor que se haya podido pensar. El camino se hacia cada vez más largo y angosto, sus piernas pesaban y sus pies ardían en cada paso que daba. Sus lentes se empañaban por el frío y su respiración acelerada hacia que su corazon diera más de cien latidos por segundo, "podría explotar en cualquier momento" pensó mientras estrujaba su camisa.  

¿Hay alguna razón para permanecer aquí? 

Sí la hay, Keiji. 

¿Puedes dejar de mentirte? 

Es difícil. 

¿Qué es lo que quieres creer?

 Una mentira, quizá. 

¿Qué piensas sobre vivir sin él? ¿Te aterra, verdad? 

Sí, lo hace. 

Él está a tu lado, sonriendo. 

Lo hace con todos. 

¿Éste es el momento adecuado para volverte egoísta, Keiji?

No, lo siento. 

¿Lo quieres?

Lo quiero, pero es tan doloroso. 

¿Qué cosa es la que duele? 

Todavía no entiendo qué es todo esto, no lo sé. Pero es como un sueño imposible. 

¿Qué es lo imposible? 

Mi corazón ya no puede soportar más esto. 

Hablaba con su subconciente, temeroso por su propio pensar. 

to the continued.