𝐌𝐆𝐋𝐓 | Donde Lolito es un omega con extra masa muscular, y Mangel un alfa al cuál no le gustan los gordos... los detesta, o eso es lo que Lolito piensa.
- Estoy gordo. - puchereo el de largos y sedozos cabellos naranjas.
- No, tú eres hermoso...
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— Realmente he quedado muy sorprendido con lo que acaba de suceder, profesor Auron, lo creía posible de otros profesores, pero no de usted que siempre antepone las reglas —dijo el director del bachillerato de Luzu con la mirada quieta al igual que las agurras debajo de sus ojos—. Espero que entienda y coopere en el proceso de su despido.
Auron no respondió, no le habían hecho ninguna pregunta, pero lo normal sería que tratara de explicar la situación, sin embargo no lo hizo, simplemente asintió con el rostro sereno.
— ¿No cree que al menos debería intentar excusarse o pedir disculpas? Agradezca que no he llamado a las autoridades —mencionó mientras colocaba los papeles correspondientes sobre la mesa.
— Lo siento mucho —pronunció fríamente, aunque realmente, no lo sentía.
Auron estaba más concentrado intentando hallar una excusa que pudiese salvarlos a los dos. Una excusa que lograra mantener su trabajo y a Luzu cerca, mas la presión que le otrogaba el menor se lo impedía.
Luzu tenía una mirada asesina puesta sobre el director y Auron sabía que si nadie rompía el silencio, el menor golpearia al pobre anciano sin remordimientos.
— ¡Ah, por el coño de tu puta madre! — como el mayor ya lo había previsto, el pelinegro dejo su asiento y con sus palmas golpeo el escritorio del director provocando que este rayara los papeles.
El beta de avanzada edad tocio ante la incomodidad de escuchar aquellas palabras, pero Auron ya estaba acostumbrado a la boca sucia de Luzu.
— ¡Él no me obligó, fui yo! ¡Yo lo seduje! — sentenció. Obviamente era una total mentira, pero Luzu no quería perjudicar a nadie con su mal comportamiento.
— ¿Eso es cierto, profesor Auron? —indagó mirando al mencionado—. Si me lo explica puedo eliminar su renuncia. Tengo entendido de que el estudiante Borja no es el mejor ni el peor en sus clases, pero sí tiene un historial muy manchado, por ejemplo, por las prendas que siempre viste —lo observó de refilon de arriba hacia abajo.
Suspiró, acercó su rostro hacia el beta: — Escucheme vejestorio, yo puedo vestirme como quiera y nadie tiene derecho a tocarme, ¿me entiende? Incluso si estuviera en una habitación desnudo llena de asquerosos alfas, ninguno podría tocarme si yo no quiero ¿y sabe como se llama eso? Consentimiento —esbozo una sonrisa maliciosa—. Pero en este caso es distinto, yo lo seduje ¿okey? Así que quite esos malditos papeles de mi vista —habló sin pestañear— y a mí solo suspendame por un par de días, estare fumando mota hasta que pueda volver a clases.
— Él no me sedujo —aclaró Auron. Los ojos de Luzu no pudieron abrirse más en aquel momento, todo el esfuerzo que había hecho para no trabarse después de aquel excelente discurso se fue por el retrete. Giró su cabeza más rápido que Emily Rose poseída dirigiendole una mirada de completa confusión.
