🍓「CAPÍTULO 11: 𝗠𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥」🍓

674 97 42
                                    

Capítulo 11 | 𝗠𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥

El sonido de las suelas duras de sus botines golpeando el piso mientras subía aquella escalera de caracol era lo único que se podía escuchar en aquel edificio donde las habitaciones alquiladas eran lo más parecidas a un cuyero

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El sonido de las suelas duras de sus botines golpeando el piso mientras subía aquella escalera de caracol era lo único que se podía escuchar en aquel edificio donde las habitaciones alquiladas eran lo más parecidas a un cuyero.

Llevo la mochila desgastada que estaba en su espalda hacia su pecho para sacar sus llaves. Aunque, ya ni sabía para que lo intentaba, si esa puerta de madera a punto de romperse se abría fácilmente con dos empujones.

Tampoco se sorprendió al ver que el interior del cuarto estaba en total oscuridad, rozó sus yemas por la pared hasta encontrar el interruptor pero, para cuando lo hizo, la luz no se encendía.

— mierda... —susurró

— Por gastarte todo el maldito dinero en estupideces, ya ni siquiera tenemos luz —era la voz de su... madre.

— ¿mi culpa? —cuestionó indignado caminado hacia el lugar del que provenía la voz, mas se detuvo en seco cuando las puntas de sus zapatos patearon algo ligeramente— pero que... —utilizo la linterna de su celular para visualizar con claridad el escenario— Tú... ¡¿Gastaste el dinero para pagar la luz en alcohol?!

— ¡¿Querés callarte de una puta vez?! — su madre, sentada como siempre en aquel sillón para uno lleno de agujeros, se frotó las sienes.

— ¡No! ¡Ahora que demonios- — Luzu había levantado la linterna para verla mejor, pero otra punzada apuñaló su pecho cuando al lado de ella, al lado del sillón viejo lleno de insectos, en la pequeña mesa circular vio la caja de lata donde tenía guardado sus ahorros— Tú... ¡Maldita zorra, ¿cómo pudiste?!

Su mejilla fue fuermente golpeada.

— ¡¿Qué tienes, mierda?! ¡¿Quién coño te has creído para hablarme así?!

Luzu llevo la mano con la que sostenía su teléfono a su mejilla, intentando calmarse y no llorar. La luz de la linterna cegó a su madre por unos instantes, la incómodo pero también le dio una "brillante" idea.

— ¡Dame eso! —ordenó.

Luzu al notar a que se refería se negó, la esquivo, aun así no pudo evitar forcejear con ella.

—¡Te he dicho que me lo des! — tiro hacia su pecho.

Tal vez fue el fetido olor que emanaba la habitación o porque no había comido en dos días, Luzu se mareo por unos segundos, fueron pocos, pero los suficientes para que su madre se lo arrebatara.

𝐆𝐎𝐑𝐃𝐎𝐅𝐎𝐁𝐈𝐀 ; MangelitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora