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17 de Agosto, 2019

Querido diario:

No lo he podido sacar de mi cabeza desde ese día.

Su sonrisa y la forma en que me miraba se repite en mi mente una y otra vez.

Todos y cada uno de sus gestos.

Cuando muerde su dedo pulgar al estar nervioso.

Cada vez que juega con sus manos antes de responder a alguna pregunta.

Cuando peina su cabello hacía atrás con las yemas de sus dedos al estar inquieto.

Dios... Aún lo conozco tan bien.

Desde aquel día no pude evitar mirar su cuenta de Instagram y bajar hasta la primer foto.

Su vida había cambiado tanto, por lo contrario la mía seguía siendo igual de mala, pero algo si cambio.

Perdí el brillo que tanto elogiaba.

Perdí el pequeño rayo de pasión que emanaba de mi.

Al mirar sus fotografías me preguntaba si algo habría cambiado de no habernos separado. Me forcé a imaginar una vida feliz junto a él, una vida en la cual siguieramos juntos pero fallé, no logré siquiera pensar algo similar.

Tal vez él tenía razón, tal vez las personas como él si cambian, sin embargo en el fondo de mi corazón aún tenía la esperanza de que él siguiera siendo el mismo que conocí.

Continuaba imaginando que aún podía sentir por mi lo mismo que yo sentía al mirar estás fotografías viejas.

Y aunque sonará demasiado trillado en mi cabeza, continuaba esperando que viniera a salvarme.

Ojalá todo fuera como antes, y aunque se que nunca fuimos perfectos estoy segura de que fuimos inmensamente felices.

Solo desearía que aún lo fuéramos.

Que aún lo fuéramos juntos...

Con cariño,
Ross.

Adore You 》Timothée ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora