7. Lyson

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— Lo siento Cariño, no me sale.— dijo Lydia bajando el arco después de haber fallado estrepitosamente al intentar darle a la diana.

— Tranquila bebé, estás aprendiendo. Utiliza tu habilidad, concentrate. — A su espalda, Allison colocó sus manos sobre los hombros de la pelirroja intentando calmarla.

El silencio del bosque fue interrumpido cuando un joven de pelo castaño y músculos fornidos entró en el claro donde ambas practicaban.

— Siento interrumpir Allison, tu padre necesita que lo ayudes con unos papeles.

— Claro, no hay problema. Voy a llamarlo. — respondió Allison agarrando su teléfono.

— Te necesita ahí con él. — insistió el joven acercándose a la cazadora. — Puedo llevarte.

— Lydia y yo estamos practicando. 

— Puedo llevarte y traerte en un momento. — El joven no paraba de acercarse intimidando a Allison con su cuerpo. Lydia no quería usar su grito y aún que sabía que la cazadora podía defenderse podía notar como empezaba a incomodarle la situación. Intentando aplicar todo lo que su novia le había enseñado, la pelirroja levantó el arco y apuntó. Respiró y dejó salir la flecha. — ¡Ay mierda!

— Lo siento … ¿Cómo dijiste que era tu nombre? — preguntó Lydia orgullosa de que su tiro diera en el blanco. El joven se alejó de Allison y quitó la flecha incrustada en su mano.

— ¡Eres una perra! — Pablo la miró con rabia e intentó acercarse a la pelirroja pero fue frenado por Allison.

— Hey ten cuidado en cómo te diriges a mi novia.

— ¿¡Está pelirroja es tu novia!? ¿Eres lesbiana? 

— ¿Algún problema con eso?

— ¡Si!

— Podemos hablarlo con mi padre si te hace sentir mejor. 

— No es necesario.

— Muy bien. Como matriarca Argent puedo despedirte. 

— ¿Qué? ¡No!

Allison, que podía ver el rechazo en los ojos del joven, se paró cuadrando los hombros frente a él y pronunció las palabras definitivas.

— Si, tienes veinticuatro horas para salir de la ciudad. Conoces todo lo demás, firmaste el contrato.

Cuando el joven se alejó a paso apresurado Allison marcó el número de su padre.

— Papa, despedí a Pablo. Sabes lo que tienes que hacer.

Lydia, que lentamente se había acercado a ella, la abrazó. Cuando los corazones de ambas volvieron a latir a un ritmo normal, la pelirroja de desembarazo del abrazó alejándose sólo unos centímetros para mirarla a los ojos. 

— ¡Eso fue caliente cariño! — dijo Lydia cuando los ojos de Allison se enamoraron en los suyos.

La joven cazadora solo atinó a reír y a atraerla nuevamente más cerca de su pecho.




Espero que les guste.
No olviden pasar por la nota final
XOXO

Teen Wolf: ONE - SHOTS IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora