24. Stargent

917 71 4
                                    

Desde que el ex - cazador había abandonado el clan Argent para unirse a la manada y posteriormente formar una familia con una chispa, Gerard los había perseguido.

Por esa razón, Chris y Stiles se habían mudado con su hija, que en ese momento era una bebé, a una casa en la reserva.

Ocultos en el denso bosque habían podido pasar varios años protegidos. Pero no todas las fantasías duran para siempre ya que una vez al mes tenían que ir hasta el centro para hacer la compra mensual de comida y víveres.

Ese momento era uno de los que Chris más odiaba. Era el único momento donde no podía proteger a su familia.

Sentado en el porche de la casa sosteniendo el walkie - talkie fuertemente entre sus dedos, le pedía a todas las deidades del mundo que protegieran a Stiles y a su hija.

Apretó el botón para comunicarse y cuando la estática se detuvo habló.

— Tengan cuidado.

— Lo tenemos. 

— Lo sé, sólo me preocupo por ustedes.

— Sé que lo haces pero estaremos bien. Compraremos la comida y volveremos para refugiarnos.

— No te detengas por nada más.

— No lo haremos papi.

— Cuida de tu padre bebé.

— No dejaré que nada le pase.

Stiles manejaba mientras su hija cambiaba de emisora. Cuando una canción movida del momento comenzó a sonar en todo el auto se detuvo y volvió a sentarse correctamente.

El joven dobló a la derecha incorporándose en la calle de acceso a la ciudad.

A los pocos metros un grupo de hombres armados liderado por Gerard lo obligaron a detenerse.

— La perra de Christopher al fin salió de la cueva. — dijo el padre de Christopher dando un paso adelante. Se detuvo sólo un paso delante del jeep azul de Stiles y colocó su mano libre sobre el capó del auto.

— ¿Qué estás haciendo acá Gerard?

— ¿¿No puedo venir a visitar a mi familia??

— Nosotros no somos tu familia.

— No deberías decirle eso al hombre con el arma.

— ¡Papá!

— Tranquila cariño. ¿Qué es lo que quieres?

— Los quiero a los dos. Ustedes harán que mi hijo salga de su cueva.

— Llévame a mi pero deja libre a mi hija. 

— Nono. Está en la edad justa para comenzar su entrenamiento, podría llegar a ser la nueva matriarca del clan Argent.

— No si puedo evitarlo.

La chispa en Stiles reaccionó creando una barrera que alejó a Gerard unos metros del auto.

Se bajó del auto y se colocó frente a él. La jovencita se acercó rápidamente a su padre, colocándose a su lado.

Teen Wolf: ONE - SHOTS IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora