4. Steter

1.3K 99 4
                                    

El hombre lobo de ojos rojos se acercó lentamente hasta que Stiles golpeó su espalda contra el tronco de un árbol. Puso sus manos peludas y con garras a cada lado de la cabeza del joven, clavando sus garras contra el árbol. 

El hombre se agachó y respiró pesadamente sobre el cuello de Stiles. «Hueles bien. A pureza. Espero que sigas oliendo así de bien cuando te convierta. Tal vez así decida mantenerte con vida luego.»

El joven sacó una navaja que su padre le había regalado en su último cumpleaños y cuando el alfa abrió la mandíbula y hundió sus afilados colmillos en la piel blanca y tersa, él clavó el cuchillo fuertemente en su corazón.

Cuando Stiles despertó el cielo estaba comenzando a aclarar. Se levantó y observó el cuerpo sin vida del hombre a su lado. Lo escondio detras de unos arbustos y se alejó.

Se subió al jeep pero no condujo hasta su casa, en cambio se dejó llevar por el olor terminando frente al departamento de Peter.

El olor se hacía cada vez más intenso a medida que se acercaba al departamento. Toco el timbre y espero. Escucho los pasos lentos pero gráciles de Peter acercándose a la puerta y el constante martilleo de su corazón.

— Stiles ¿Que sucedió? ¿Porque estas lleno de sangre? ¿Por qué oles distinto?

— ¿Por qué oles a compañero Peter? — preguntó Stiles. Peter se tenso y se alejó poniendo distancia entre ellos.

El recién adquirido rango de Alfa en Stiles lloriqueo viendo como su compañero se alejaba de él.

— ¿Cómo puedes olerlo?

Stiles mostró sus ojos rojos unos segundos, los suficientes para decirle a Peter la verdad pero no los suficientes para que Peter se sometiera a él. 

— Será mejor que me vaya.

— ¿A dónde vas?

— Le diré a mi padre lo que sucedió y donde está el cuerpo.

Salir de ese departamento fue una de las cosas más difíciles que Stiles había tenido que hacer en su vida. Dentro suyo el lobo intentaba rasguñar las paredes de su mente para que se quedara. No podía quedarse y oler como Peter pasaba del miedo a la pena.

Una vez que alcanzó el jeep, las lágrimas caían por sus ojos y siguieron cayendo hasta llegar a la casa de su padre. El Sheriff asustado por encontrar a su hijo lleno de sangre escuchó cada palabra y le dio consuelo.

Cuando el joven estuvo más calmado mando a Jordan para recoger el cuerpo y limpiar la zona.

Esa noche se quedó junto a su padre pero a la mañana siguiente volvió a su departamento para poder habituarse a su nuevo estado.

Para el mediodía Stiles estaba mucho más tranquilo, el almuerzo se calentaba en la estufa y el departamento relucia.

De repente, rompiendo la calma, sonó el timbre.

— ¿Peter? — preguntó Stiles mientras abría la puerta de su casa para dejarlo pasar.

Peter paso pero no se alejó mucho de la puerta. Solo se quedó parado frente a él, mirándolo.

— ¿Estas bien?

— Si. Mi padre y Parrish pudieron solucionar lo del cuerpo en el bosque así que no hay nada por lo que preocuparse.

— Preguntaba por lo de no tener manada.

— ¡Oh! Bueno mi padre es mi manada y el anoche Parrish me pidió si podían entrar.

— ¿Scott?

— Desde que se fue Derek y se quedó con la tienda de Deaton no hemos hablado.

— ¿No se dio cuenta de la presencia de un nuevo alfa?

— No lo se, no está unido a ningún emisario por lo tanto dudo que distinga hasta donde llega “su territorio” ¿Por qué estas acá Peter?

— Yo quería disculparme por lo que sucedió ayer. No debería haberme alejado cuando te diste cuenta que eramos compañeros.

— No hay problema Peter, entiendo que no es lo más común que un alfa recién convertido se acerque y encima te hable de compañeros.

— Pero yo ya lo sabía. Sabia que eramos compañeros desde que nos cruzamos en la estación abandonada luego de que revivi.

— ¿Qué quieres decirme Peter? No haré nada hasta que me lo digas con tus palabras. — Stiles se acercó hasta donde estaba Peter. Solo a un paso de distancia.

— Quiero ser parte de tu manada.

— Dime la verdadera razón.

— Creí que habías ido a… cortar el vínculo.

— ¿¿Qué??

— Cuando me preguntaste por nuestro vínculo creí que te habías enterado y no querías saber nada sobre eso. Desde que volviste a la ciudad he estado intentando acercarme a vos. Creí que estaba funcionando pero cuando llegaste así, todo lleno de sangre pensé lo peor.
Cuando te fuiste me di cuenta del error que había cometido. Lo siento.

— Peter fui a preguntarte porque no podía dejar de pensar en lo delicioso que es tu aroma. Estaba yendo a casa cuando capte tu olor y fui directo hasta tu casa. 
Cuando te lo dije te alejaste y creí que eras vos el que no quería saber nada.

— Lo siento.

— No tienes que disculparte Peter. Ven acá.

Stiles colocó su mano en el cuello de Peter y instantáneamente el mayor dejó al descubierto el lado contrario del cuello. 

El joven puso sus ojos rojos y mordió suavemente el cuello de Peter. Se alejo cuando sintió que el vínculo entre ambos se había formado.

Peter débil por la pérdida de sangre se dejó caer en los brazos del Alfa, adorando la manera en que se ajustaban de forma perfecta a su alrededor.

Al sentir como las fuerzas abandonaban el cuerpo de su alma gemela, Stiles lo sujeto y lo cargo hasta su cama donde ambos se acomodarnos para dormir acurrucado.

El beta se levanto sólo un poco para poder mirarlo a los ojos.

— ¿Stiles?

— ¿Qué sucede?

— Siento haberme alejado.

— Lo se, puedo sentirlo.

— Mañana podemos ir a desayunar juntos, si vos queres.

— Si, claro. — dijo Stiles sonriendo mientras atraía a Peter hacía su pecho.



BelenAyala178 Gracias por comentar en la historia pasada, espero que te guste.

No se olviden de comentar y de pasar por la nota final.

XOXO



Teen Wolf: ONE - SHOTS IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora