Teen Wolf: ONE - SHOTS III

8. Stora

— ¿No queres que vayamos a ver a Deaton? ¡Vamos Cora! A mi tampoco me gusta Deaton pero es el único que puede ayudarte ahora. Si mañana seguís igual podemos ir a ver a otro druida que nos ayude. — dijo Stiles mientras Cora negando se retorcia del dolor.

— No quiero Stiles. Solo tengo un leve dolor. Se me va a pasar.

— Cora no debería dolerte, eres un hombre lobo con curación acelerada.

— No te preocupes.

— ¿Cómo queres que no me preocupe? Me llamaste en medio de la noche en un grito.

— Stiles por favor, descansemos. Acostate conmigo, seguro cuando despierte ya me siento bien.

— Esta bien pero si no llamaremos a Deaton.

— A Peter. Llama a Peter.

— Bien entonces llamare a Peter.

Durante la noche Cora empezó a hacer sonidos de dolor. Stiles colocó su mano sobre la frente de la joven. Estaba muy caliente.

Llamó rápidamente a Peter mientras colocaba a Cora debajo de la ducha con ropa y todo. 

— ¿Por qué no me llamaste antes?

— Dijo que no quería que llamara a nadie. Le dije que si se ponía peor llamaría a Deaton pero ella prefirió que te llamara a vos.

— Está bien. Lo mejor será que la saques de la ducha.

— Pero estaba hirviendo en fiebre.

— Lo se cachorro, pero no lo vas a solucionar así. Con un humano funcionaria pero esta no es una fiebre normal.

— ¿Entonces qué es? ¿Cómo puedo ayudarla?

— No te va a gustar. Está entrando en una especie de celo.

— ¿¿Qué??

— ¿Cuando te llamo estaba muy mal pero desde que llegaste empezó a estar mucho mejor no? Y no ha querido que nadie ademas de vos se acerque.

— Bueno me dejo llamarte.

— Cachorro la razón por la que sigo sentado en mi sillón es porque ella no querría que estuviera ahí mientras ambos están en esta situación.

— ¿Por qué estoy yo acá?

— Eso es algo que ella debería responder.

— ¡Peter! Maldita sea, no es momento de andarse con rodeos.

— Eres su alma gemela. 

— ¿Por qué está así?¿Por qué ahora?

— No lo se. No se cual es la causa que hace que se desenlace esto. Depende de cada mujer loba.
Mi hermana tuvo el primero en su noche de bodas, nueve meses después nacía Laura.

— Ayer salimos juntos. La invite a ver la alineación de Júpiter y Saturno en el monte. Lleve comida.

— ¿Cómo una especie de cita?

— No lo hablamos pero la pasamos bien. Cuando la traje a su casa me dio un beso en la comisura de la boca.

— ¿No tenias puesta la pulsera de acónito?

— No.

— ¿Qué sentiste?

— ¡Peter! 

— Cachorro quiero saberlo para poder saber que desencadenó esto.

— Me gusto. Yo invité a Cora porque me gusta pero no creí que ella sintiera lo mismo.

— Bueno chico estás de suerte, parece que sí.

— Y si solo es…

— Son almas gemelas. Ella también siente lo mismo por vos.

— Pero no lo hemos hablado.

— Lo sé, lo mejor que puedes hacer es estar piel con piel. Así la fiebre va a bajar. Mañana a la mañana pueden hablar de lo que sienten.

— Gracias Peter.

— Adiós y Felicitaciones.

A la mañana siguiente, Cora se despertó y froto su mejilla sobre el hombro descubierto de Stiles.

— ¿Stiles? ¿Estas bien?

— Creo que yo debería preguntarte eso.

— Estoy bien.

— Yo también. Tuve que llamar a Peter durante la noche, tuviste mucha fiebre. Tranquila no vino hasta acá, hablamos por teléfono. Me dijo algunas cosas.

— Te dijo que somos almas gemelas.

— Si y que significa lo de anoche. — La joven intentó alejarse pero Stiles la tomó del brazo suavemente. — Cora, espera, no hace falta que te alejes.

— Lo siento.

— No te disculpes, me hubiera gustado que me lo dijeras antes. 

— Me gustas, bueno en realidad lo que siento es mas fuerte, te amo. No creí que oler tus emociones después del casi beso pudieran desembocar en esto.

— También te amo Cora.

— ¿Te gustaría ser mi novio?

— Me encantaria.

— Tal vez en algún momento podriamos…

— Si, tal vez más adelante.

— Más adelante.

No olviden pasar por la nota final y comentar
XOXO