14. Stiam

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Muchos años después de haber abandonado Beacon Hill, Liam regresó junto a su hijo pequeño.

La ciudad ya no es la misma que él había conocido. Ni siquiera la tienda de Deaton estaba. En su lugar había una pequeña tienda de productos mágicos.

Entraron por simple curiosidad. El olor le era familiar pero al estar rodeado de un potente olor a ozono imposibilitaba ponerle cara.

Cuando vio al hombre detrás del mostrador se quedó quieto. Todos sus músculos estaban en tensión. Sabía que no podía escapar. En cualquier momento él se diera vuelta y lo reconocería.

— ¿Liam?

— Hola Stiles.

— Ho...Hola ¿Puedo ayudarlos en algo?

— Solo estabamos mirando. Simón ven acá.

El pequeño niño ignorando totalmente a su padre se acercó a Stiles y lo saludo.

— Hola Stiles, soy Simón.

— Un gusto Simón, me alegra conocerte.

— ¿Sabias de mi?

— Si.

— ¿¿Cómo??

Stiles que no quería que el niño escuchara, salió de la tienda esperando que Liam lo siguiera.

El joven lobo lo siguió, aunque mantenía una mirada atenta sobre su hijo mientras tanto.

— Cuando te fuiste te seguí y me quedé en la ciudad cuidándote, cuidándolos. No quería acercarme hasta que no quisieras contactarte. Cuando me di cuenta que estabas embarazado intente acercarme pero ya estabas con alguien más. Me quedé un tiempo más hasta que Simon nació.
Me fui pero volvía cada cierto tiempo para ver como estaban.

— …

— ¿Se quedaran mucho tiempo?

— Aún no lo se.

— ¿Por qué viniste?

— Aún no lo se.

— Yo… me hubiera gustado que me lo dijeras. Se que no querías estar mas conmigo pero ese de ahí es mi hijo y yo tenía derecho a saberlo. Tenía derecho a estar ahí cuando nació, a sostenerlo en mis brazos.

— Igual te enteraste.

— Tenía derecho a saberlo de vos. De tu boca. Con tus palabras.

— No puedes culparme por irme.

— ¡Te fuiste porque creíste que te estaba engañando! Oliste el perfume de otra persona en mi ropa, me gritaste un montón de barbaridades y te fuiste.
No me dejaste explicarte nada. Solo asumiste lo peor y te fuiste.

— No hacía falta. Escucharlo de tu boca solo me habría hundido más.

— Si me hubieras dejado explicarte hubieras sabido que una fae me atacó. Podrías haber hablado con la manada que me ayudó a librarme de ella. Ellos te podrían haber contado que estaba intentando usarme como sacrificio.

— No puedo creerte.

— Lo se pero a pesar de eso me gustaría que me dejaras tener una relación con mi hijo. 

— Yo no creo que eso sea lo mejor.

— A pesar de que no quieres creerme él sigue siendo mi hijo. Mi magia y el amor que había entre nosotros hizo posible que pudieras llevarlo en tu interior. Tengo tanto derecho como vos.

— Esta bien, me quedaré unos días para que podamos organizar ciertas visitas.

— Muy bien. Mañana a las dos en la cafetería al lado de la comisaría.

Stiles volvió a entrar y le dijo a Simón que su padre lo estaba esperando. Antes de salir el pequeño abrazó sus piernas en señal de despedida.

Cerró la tienda después de eso. Lágrimas caían intensamente de sus ojos mientras intentaba cerrar el candado de la reja.

Cuando llegó a su casa se desembarazo de la ropa y se acostó a dormir. Mañana sería un nuevo día y el tenía la oportunidad de recuperar el tiempo perdido con si hijo.





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XOXO

Teen Wolf: ONE - SHOTS IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora