Teen Wolf: ONE - SHOTS III

22. Sterek

Stiles volvió del trabajo al mismo horario de siempre. Se deshizo de la chaqueta, de la corbata y de los zapatos mientras caminaba hacia la habitación que compartía con su esposo.

Desde hacía unos meses se habían enterado que Derek estaba embarazado. Lo que había sorprendido a más de uno, especialmente a los futuros padres.

Un druida que habían consultado aseguraba que tenía que ver tanto con la naturaleza del lobo nacido del Alfa como de la chispa de Stiles.

De igual manera estaban felices ya que habría un nuevo miembro en la familia.

Las cosas comenzaron a complicarse cuando los antojos comenzaron a ser algo de todos los días. Si no eran frutas que no estaban en estación eran gustos de helado de los que la chispa no quería ni pensar.

Y no solo eso. Desde que habían superado las náuseas matutinas  había comenzado con los pedidos de mimos.

Un día luego de volver del trabajo Stiles se encontró con Derek llorando en la cama. Asustado le preguntó qué había pasado pero el lobo sólo le gritó que era malo porque no le daba mimos y que estaba muy enojado con él.

Stiles sorprendido ya que a Derek no le gustaban las excesivas muestras de afecto lo abrazó. Esa noche, entre sus brazos, el mayor se calmó y se quedó dormido.

Desde ese entonces todos los días Stiles volvía del trabajo y dedicaba todo el tiempo que quedaba hasta la cena dándole mimos al lobo.

Hoy no fue la excepción. Stiles se sentó contra el respaldo de la cama y separó las piernas dando lugar a que Derek se acomodara entre ellas.

El lobo se recostó contra su pecho y tomó las manos de la chispa colocándolas en su vientre abultado.

Stiles comenzó con pequeñas caricias y siguió con pequeños besos en el hombro de su esposo.

— ¿Estas bien bebe? — preguntó Stiles cuando sintió que Derek lloraba.

— Nop. 

— ¿Qué pasa?¿Te sientes bien?¿Queres que llame a Melissa?

— Todo está bien amor ¡Son las hormonas!

— ¿En qué estabas pensando?

— ¡En que soy muy feliz!

— ¡Oh cariño! No veo la hora de verle la carita a nuestro bebé.

— Falta muy poco.

— Lo se, estoy nervioso.

— Yo también pero estoy seguro que todo saldrá bien.

— ¿Podemos comer helado?

— Ya no tenemos más.

— … — Stiles no tenía que verlo para saber que el mayor estaba poniendo puchero. 

— ¿De qué sabor quieres?

— ¡De quinotos al whisky y limón! — exclamó feliz Derek.

— Pediré un poco de chocolate para mi también.

— ¡No bebé! Si no no pondrán mucho de los demás gustos.

— Está bien, lo pediré aparte ¿Algo más?

— No… Te amamos.

— También los amo.

Stiles se inclinó sobre la cama dejando un beso tierno sobre los labios de Derek y salió de la casa hacia su auto mientras se preguntaba que heladería de la ciudad podía tener quinotos al whisky como sabor de helado.

MariaYsabel1401 Gracias por comentar en la historia pasada, espero que te guste.

No se olviden de pasar por la nota final y de comentar.
XOXO