Salir con Anakin incluiría...

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Paseos en secreto

*a pesar de que estabas segura de que todo el mundo sabía de su relación, el padawan de Kenobi insistía en escabullirse por las noches*

—¿alguien te vio?—

Anakin te besó de forma fugaz antes de tomar tu mano y comenzar a trotar.

—¿ahora? No.—se escabulleron hasta la entrada del lugar, donde los esperaba tu moto deslizadora—. Pero estoy segura de que el maestro Kenobi me vio salir de tu cuarto anoche.—

—No lo creo, no me dijo nada.—

—¿y qué te diría?—dejaste que Anakin manejara, sentándote detrás de él—. "Joven padawan ¿qué hacía la señorita Kora en tus aposentos?—una risita escapó de los labios del chico.

—Él no diría aposentos.—

—¿No?—te aferraste a su cintura—. Yo estoy segura de que sí.—

Condujeron hasta un pequeño prado en las cercanías, lugar que solían frecuentar en las noches.

—Aquí nos casaremos.—exclamó el joven—. Tendremos una pequeña boda, sin muchos invitados y mucha comida.—

—¿y quién dijo que me casaré contigo?—extendiste una manta en el suelo y te tumbaste sobre ella.

Anakin te miró preocupado.

—¿no quieres casarte conmigo?—le sonreíste.

—No lo sé...—lo miraste pensativa—. ¿por qué debería hacerlo?—

Anakin se lanzó sobre ti, tumbándote sobre la manta.

—Porque eso hacen las personas que se aman ¿tú no me amas?—

—Un poco, sí.—

—¡tienes que decir que me quieres mucho!—

Reíste al sentir como sus manos te hacían cosquillas en el abdomen.

—Por supuesto que te amo, tonto.—atrapaste su rostro, obligándolo a mirarte—. Te amo más que a nada.—

Anakin sonrió satisfecho antes de besarte con cariño.

—Yo también te amo, ____…—

🌾

Celos por todo

*el joven de radiante sonrisa era la persona más celosa de la galaxia. Desde celarte con su maestro por entrenar más con él a querer golpear a cualquiera que te hiciera un cumplido, Anakin se ofendería de la forma más dramática*

—¿dónde estabas?—

—Con Obi-wan.—

—¿haciendo qué?—miraste al rubio, enarcando una ceja.

—¿qué se supone que tendría que estar haciendo durante un entrenamiento?—

El chico apartó la mirada, haciendo que suspiraras.

—A él le gustas, ____…—

—No es posible, es mi maestro.—

—Créeme, lo sé. Él te mira... Diferente.—

—Anakin...—tomaste sus manos—. Si el maestro tiene o no sentimientos por mi, no importa. Mi corazón le pertence a otra persona.—

Por un segundo te pareció que el chico se relajó, pero frunció su ceño de inmediato.

~The Mandalorian / Din Djarin - One Shots & ImaginasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora