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Hace poco más de un mes todo tomó un giro drástico en su vida, y no se refería a su familia porque allí en realidad no hubo ningún cambio. Se refería a su persona, sus lágrimas disminuyeron, y las sonrisas que creia que nunca más volvería a mostrar, reaparecieron lentamente.

Desde que Jihoon ingresó a su vida se había encargado personalmente de ser su fuente de energía.

Sin darse cuenta se fue acostumbrando a verlo en la entrada del instituto esperándolo con su bonita sonrisa, a reir de sus chistes malos y apreciar cada cursi esquela que le era entregado (según el mismo) de parte de otra persona, pero conocía la caligrafía del chico, del mismo modo notaba las miradas llenas de admiración y ternura proporcionada hacia él por parte del menor, así que sabía eran suyas aquellas cartas.

Pese a toda señal dada, a toda muestra de afecto o perseverancia del menor, Soonyoung se mostraba reacio a romper el gran muro de hielo que protegía su débil y agonizante corazón. Su rostro seguía siendo tan indescifrable en todo momento.

Ni siquiera quería considerarlo su amigo, porque una amistad se supone es de dos o más, no puede existir unilateralmente, y el mayor se negaba en todo momento a formar cualquier vínculo con el rubio.

Muchas veces, como en ese instante, acostado en su cama con la mirada perdida en el techo de su habitación, se confrontaba a sí mismo si hacía lo correcto siendo tan insensible con Jihoon, encontrándose en el mismo dilema en el que siempre se veía envuelto.

Por una parte su corazón le rogaba a gritos que no desperdiciara el tiempo y aceptara al menor pues había comprobado que éste realmente se mostraba sincero en cuanto a sus sentimientos, que permitiera con su ayuda se reconstruyeran las piezas que le faltaban para ser feliz, repitiéndose que ya era hora de abrirse y olvidar todo lo que no hacía nada más que hundirlo cada día, pero por otro lado, su mente le advertía que aún las heridas no estaban cicatrizadas y que no arrastrara a nadie más a su abismo, aún no era tiempo confiar en nadie y si los sentimientos del menor eran realmente fuertes podría permanecer hasta encontrarlo completamente sanado y listo para entregarse de nuevo.

Todo aquello solo ocasionaba que el temor de quedar sin nadie nuevamente lo asfixie lentamente, robándole el aliento y nublando su vista.

Por más feliz que se encontrase nunca sería realmente dichoso. Se convenció en ello.

Sin ánimos de romper en llanto cogió su móvil obsevando la hora.

-Las diez con diez -susurró y pasó los dedos sobre la pantalla del aparato pintando una ligera sonrisa en sus labios.

Jihoon le había dicho que esa hora lo recordaba a él por la forma de sus ojos, que parecían las manecillas del reloj a ese horario.

Parecía absurdo que por más se esforzara en evitar todo lo concerniente al menor, le resultaba simplemente imposible.

De un momento a otro se vio en la problemática de que en todo lo veía, el sol de la mañana en representación de su sonrisa, las cartas guardadas en su cajón contenían la viva muestra de su aprecio y la foto que reposaba sobre su pequeña mesita de luz era la veracidad de su plena compañia, esa misma foto había sido obsequiado por el menor, el día en dónde Jihoon lo tomó de sorpresa en el receso, rió derrotado al notar que incluso el fondo de bloqueo de su móvil lo recordaba a él, ya que en el mismo se mostraba un lindo gatito angora color blanco, el animal favorito de Jihoon.

Cada pensamiento lo llevaba a la misma persona.

Pudo ser por ello o porque inconscientemente sabía que lo extrañaba que naturalmente sus dedos teclearon buscando un contacto en especial.

Cuando pudo percatarse de lo que había hecho fue tarde, porque el menor había respondido al primer timbrado.

-¿Soon?

Puso toda la poca voluntad que le quedaba para no sonreír debido a la somnolienta voz del menor, podía imaginarlo con el cabello desordenado tallando sus ojitos y bostezando antes de rascarse la nuca quizás algo desconcertado por la repentina llamada.

-Hola ¿Te desperté?

-Hmm...n -un corto bostezo fue percibido del otro lado- -no... estaba despierto. ¿Pasó algo?

No fue hasta ese momento que su mente se encontró con lo más cercano a una crisis mental. ¿Que le diría?

Estaba pensando en tí y sin darme cuenta terminé llamandote pero la verdad es que no lo quería, aunque si lo pienso bien sí, porque creo que te extraño, aunque ayer nos encontramos por última vez.

No, definitivamente eso no podía decir.

-No pasó nada Lee, solo disqué mal el número.

-Bien -la voz un poco desilucionada no fue pasada desapercibida y menos el leve sonido que parecía ser la del colchón hundiéndose más, lo que le dió a entender que el menor se había sentado acomodándose para hablar más relajadamente.

-Entonces... Voy a cortar ¿está bien? -prosiguió después de un corto silencio.

Sonrió al escuchar un sonidito de berrinche emitido de la otra línea imaginando en su mente el lindo puchero que el menor debía estar emitiendo.

-Nooo -casi deja escapar un risa sonora al escuchar el tono agudo del menor-, ya que estamos aquí ¿te parece contarme de tu día?

-Ya es tarde Lee.

-Bien, lo hago yo ¿te conté lo que le pasó a mi hermanito menor? Hoy fuimos al parque y.... -pasaron horas y horas hablando de cualquier tema que se les ocurrieran, compartiendo risas en algunos momentos, sorpresas e inclusive palabras de coqueteo por parte del menor.

Su sonrisa no desapareció en ningún momento e imaginarlo del mismo modo creaba lentamente una cálida manta para su corazón, una que prontamente iría derritiendo el hielo que lo cubría con ayuda del tiempo. Solo era cuestión de esperar.

-Bien, ya son cerca de las dos de la mañana -un bostezo interrumpió-, si mis padres se enteran de que estoy despierto puedo apostar que hasta Hitler sería más compasivo.

-Esta bien, ya es hora de descansar. Buenas noches Lee.

-Buenas noches Soon ¿Nos vemos el lunes, entonces?

-Nos vemos el lunes Lee -se deleitó en aquellas palabras sabiendolas dulces por primera vez en mucho tiempo.

-Nos vemos el lunes Lee -se deleitó en aquellas palabras sabiendolas dulces por primera vez en mucho tiempo

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Les dejo el segundo capítulo espero que sea de su agrado.

Ahora, hay una duda que me va carcomiendo ¿les parece que van bien las personalidades de los personajes? En realidad cuando decidí hacer la edición noté que Soonyoung recaía mejor en la personalidad que le dí a Jihoon y viceversa, así que quería cambiarlo, pero como la original estaba de esta forma desistí, pero aún puedo hacerlo. ¿Les gustaría que los personajes fueran al revés? Depende de sus opiniones lo cambio o no.

Porque ya me debatí demasiado y por una parte me gustaría que viéramos realmente al personaje como es y por otra parte también sería bueno romper con el cliché de que Jihoon es el chico frío, cerrado y Soonyoung el alegre, enérgico (aunque en la vida real éste sea así jajaja). Así que ¿qué opinan?

Un beso y abrazo para todos los que llegaron hasta aquí y nos encontramos en el próximo capítulo.

Special (SoonHoon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora