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Era un día especial y se aseguraría de que todo saliera a la perfección. Jihoon vendría por primera vez a su casa y aunque al principio la idea no le emocionaba ni un poco, lo fue considerando pasado los días.

Se levantó antes que el sol saliera, tomó una ducha con música de fondo, bailando a la par de ella en los coros. Vistió unos pantalones de mezclilla con una camiseta blanca bajo una chaqueta de tigre y sus tenis rojos, eran sus favoritos. Se aplicó su mejor colonia y tras una última mirada en el espejo se vió conforme y guapo, después de mucho tiempo.

Con una sonrisa dibujada en el rostro ordenó su cuarto y salió en dirección al comedor. Podía sentir paz después de varias semanas ya que su padre había ido de viaje a Japón y su madre se pasaba el día fuera de la casa, incluso en ocasiones no llegaba hasta tres días después.

Tomó un vaso de leche con algunas galletitas entre revisaba su móvil, tenía algunas notificaciones de Instagram, otras de YouTube, y una que otra de Twitter, apostaba que una nueva disputa se había originado en tan entretenida y problemática red social, lo secular.

En cambio, una sonrisa le fue pintada al percatarse del mensaje recibido de parte del chico que vagaba a todo tiempo por su mente a lo largo de cuatro meses.

My cute Lee❤️
⤷Soonie, creo que llegaré algo tarde.
⤷Perdón. Te prometo que te lo recompenso.

Soltó una risa lleno de ternura, todavía faltaban tres horas para que se cumpliera el horario en el cuál debían encontrarse pero el bajito ya estaba mortificándose porque llegaría tarde.

⤷Esta bien Jihoon, te esperaré.
No te preocupes.

¡Gracias Soon! ¡Eres el mejor!

Miró sonriente el mensaje y el nombre con el que tenía registrado el número, Jihoon mismo se había agendado en su teléfono de esa forma, al principio protestó porque lo había hecho sin su consentimiento pero ante los pucheros y corazoncitos de manos del menor terminó cediendo y lo mantuvo hasta la fecha.

Desayunó lentamente sin percatarse del momento en que entró a Instagram, específicamente al perfil de un rubio, viendo una y otra vez sus fotos, apreciando en cada una de ellas sus muecas y más que nada su bella sonrisa.

Secretamente aumentando su adoración al pequeño ser.

Aunque todavía faltaban media hora para que se cumpliese la hora acordada de su encuentro con Jihoon salió a paso lento de su hogar caminando destino al parque en dónde se verían. Llevaba puestos sus gastados auriculares tarareando alegre una enérgica canción.

A cada paso que avanzaba la emoción se apoderaba de él, sus mejillas dolían por mantener tanto tiempo su sonrisa, pero no podía contenerlo.

Aunque bien sabía que en realidad la razón por la que se reuniría con Jihoon era para la realización del proyecto, no pudo evitar sentirse emocionado por pasar tiempo con el rubio un sábado.

Se comenzó a preguntar si era correcto sentir todo lo que hacía, debido a su terrible pasado amoroso el miedo de volver a caer no podía abandonarlo, pero de alguna forma confiaba en Jihoon, el chico lo había tratado como ni siquiera MingHao lo había hecho.

No quería decir que MingHao había sido malo, no, en realidad a su tiempo fue alguien muy lindo y amable con él, pero pasado los años todo comenzó a cambiar, los tonos fríos, las miradas de desprecio y las duras palabras siempre eran algo que lo acompañaba, eventualmente se cansó de fingir que todo estaba bien aún sabiendo que no era así. Fue la razón por la que lo confrontó, pidió una explicación a tan despectiva actitud hacia él, no esperando que el chico le grite entre malas palabras que tenía un tiempo engañandolo con su mejor amigo.

Special (SoonHoon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora