Special (SoonHoon)

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⚠️Capítulo extenso⚠️

JIHOON

Tenía una vida perfecta, no lo podía negar.

Unos padres grandiosos que lo amaban un montón, dos hermanos a los que adoraba con su vida y una linda casa con un jardín enorme.

No sufrió del mal de amores porque nunca le gustó involucrarse sentimentalmente con alguien, aunque tampoco sentía la necesidad de hacerlo, estaba bien con su vida tal como la tenía.

-Jihoooooon-su mejor amigo se acercaba a él corriendo y gritando a todo pulmón-, esperamee.

Rió y paró sus pasos esperando que Joshua lo alcanzara. No tardó mucho pues en unos segundos sintió un cuerpo estrellándose contra su espalda.

Luego de recomponerse del impacto dejó un pequeño golpe en la cabeza del mayor quién se quejó por tal acción antes de posar brazo izquierdo sobre el hombro del bajito sobándose con la otra mano la cabeza.

-¿De nuevo te quedaste dormido?-preguntó mientras se ponían en marcha.

-Es culpa de mamá, anoche estuvimos hasta tarde organizando algunos documentos de su trabajo.

-¿Ah si?

-Sí, pero ¿sabés que?-dijo sonriendo con clara emoción latente.

-Como quieres que lo sepa si no me lo dices, tarado-soltó tranquilo.

-¡Ey! Si me tratas de esa forma no te lo diré-expresó llevando una mano al pecho supuestamente ofendido.

-Está bien, no me digas-habló riendo el menor-, pero no me pidas que siga hablandole bien de tí a Seokmin-se encogió de hombros escondiendo triunfalmente su risa.

-¡Qué! ¡No! Jihoon espera, hablemos-espetó desesperado el mayor.

¡Bingo! Había acertado.

Joshua era su amigo desde el jardín de infantes, cuando era apenas un niñito travieso lo conoció, era casi un año mayor pero gracias a qué tuvo que ir temporalmente a vivir en Los Estados Unidos se atrasó un año escolar. Esa fue la razón por la que llegaron a ser compañeros de salón.
Desde un inicio congeniaron y no pudo estar más agradecido por tenerle a él como mejor amigo. Era un chico lindo, amable, divertido y con una bondad infinita.
Hace unos meses atrás había descubierto que al parecer éste tenía un cierto crush con su hermano menor, Seokmin. Al principio le pareció molesto o incluso estúpido y estuvo a punto de ir a tirarlo desde el balcón de su casa al enterarse, pero luego de una larga súplica de perdón de parte del mayor se dió cuenta de que en realidad no podía pedir alguien mejor para su pequeño hermano y terminó apoyándolo.

-Bien, entonces ¿que es lo que me decías?-habló mientras proseguía su camino escuchando como su amigo apresuraba sus pasos tras suyo.

-¡Conseguí boletos para el patio de diversiones que acaba de abrirse!-gritó emocionado mientras se interponía en el camino de Jihoon con una sonrisa gigante, los brazos abiertos, las rodillas un tanto flexionadas y tres boletos en la mano derecha-. Mamá me los dió porque la ayudé con su trabajo.

Paró en seco y tomó los boletos verificando su validez, al caer en cuenta de que sí eran reales, se puso a bailar estúpidamente a media calle, acompañado de su mejor amigo.

Claro, compartían la misma neurona.

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-¡Papá me llevo a mi hermanito!-gritó desde la puerta a su padre que se encontraba en la sala viendo entretenido su telenovela de los sábados.