Día 10.
Al abrir los ojos, incómoda por la luz del sol, lo primero que veo a un centímetro de distancia, es el pecho de Amelia, al que me encuentro aferrada. Necesito algunos segundos de tiempo para asimilar, dónde estoy y enseguida, todos los recuerdos de la noche anterior, regresan a mi mente, haciéndome recordar por qué estoy en esta posición.
Aún siento sus caricias en mi pelo... Es como si me hubiera quedado dormida apenas un segundo y al despertar todo siguiera igual, con la diferencia de que ya es de día. Que sensación más extraña.
Aparto un poco la cabeza de su pecho y asciendo la mirada. La encuentro ahí, con sus ojos cafés completamente abiertos, observándome...
¿Alguna vez han despertado de un bonito sueño, y al abrir los ojos, han sentido que la imagen con la que se encuentran, es incluso más bonita? ¿Que esa imagen y esa persona, es la que quisieran observar cada mañana del resto de sus vidas? Pues eso... es exactamente lo que estoy sintiendo.
Honestamente, ni siquiera recuerdo lo que estaba soñando antes de despertar, pero estoy segura, de que sea lo que sea, no puede superar esta sensación, de despertar en su abrazo.
Permanezco en silencio un instante, tratando de situarme, antes de hablar.
-¿Cuánto tiempo llevo durmiendo? -Le pregunté con la voz algo ronca.
-Toda la noche...
-¿Toda la noche? -me sorprendí. -¿No he cambiado de posición en toda la noche?
-Sorprendente ¿verdad? -sonrió. -Si al dormir pareces un torbellino...
Tiene razón, siempre he tendido a moverme mucho cuando duermo. Por las mañanas, al despertar, da la sensación de que mi cama fue asaltada por un huracán. Pero hoy, amanecí exactamente igual a cuando me quedé dormida. Y ella también...
-¿Y tú? ¿Dormiste? Porque parece como si llevaras toda la noche sin apenas parpadear.
-He parpadeado -volvió a sonreír. -Pero no creo que haya dormido más de diez minutos.
-¿Por qué? ¿Estabas incómoda? -pregunté preocupada. -¿Por qué no me moviste? Debes tener todo el cuerpo entumecido.
-Estoy bien, Luisita... Pero, no he podido conciliar el sueño y... me sentía relajada así, observándote dormir a ti.
Eso me confundió un poco.
-¿Hablo en sueños? -Le pregunté alarmada.
-Sí... De hecho, te pasaste toda la noche diciéndome que me querías, que no podías vivir sin mí, etc...
Me quedé pálida, sin respiración...
-Es una broma -sonrió. -No dijiste, ni hiciste nada que no fuera abrazarme y dormir profundamente.
Qué alivio... por un momento sentí la adrenalina que deben experimentar esas personas que hablan en sueños, al despertar y no tener certeza de lo que pudieron haber confesado durante la noche.
-¿Estás mejor? -Me preguntó.
En realidad sí. Me encuentro mucho más tranquila y relajada que anoche. Aunque por otra parte, también me siento como una niña pequeña, que solo encuentra paz bajo su protección. Y eso me confunde... Sin embargo, asentí.
-Pero... ¿Por qué no pudiste dormir?
Ella dejó escapar una gran bocanada de aire en forma de suspiro y apartó la mirada.
-No lo sé -se encogió de hombros volviendo a mirarme. -Tenía la mente muy activa.
-¿Por mi culpa?
![](https://img.wattpad.com/cover/253479877-288-k578048.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Creer para ver
FanfictionLo más curioso del ser humano, es la fastidiosa capacidad que poseemos de no valorar las cosas, hasta que tenemos conciencia de que vamos a perderlas. O peor aún, hasta que definitivamente, las perdemos. Y con ello, me refiero a todo tipos de cosas...