U~eiku

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  Al cabo de un rato, tras conseguir abrir los ojos Nisshoku consigue distinguir la silueta de lo que parecía ser las orejas de un gato. Para poco después volver a desmayarse.

  Un olor a mantequilla que le recordaba a la mañana anterior la despierta en una cama desconocida, con un leve dolor de cabeza. Decide observar el cuarto donde se encontraba.

  No era un cuarto muy espacioso, pero era bastante acogedor, la cama era una cama de matrimonio, no tenía ningún olor en especial, pareciera que hubiese estado sin usar durante mucho tiempo. Cuando de repente se empezaron a escuchar pisadas provenientes de detrás de la puerta.

  Nisshoku asustada y a la vez intrigada se queda inmóvil mirando la puerta.

-- ¡Oh! veo que estas despierta -- dice una chica de su misma edad. La cual tenía la piel blanca con unos suaves tonos de color melocotón, pelo largo de color blanco, un par de orejas y una cola.

-- ¡¿Una gata?! -- dice Nisshoku confusa

-- Más o menos... ¿Nunca habías visto a nadie de mi especie antes? -- dice la chica un poco extrañada

-- No... -- dice todavía un poco desorientada

-- Ya veo, no eres de por aquí. Bueno... como sea, encantada me llamo Nikko -- dice sonriendo mientras mueve un poco la cola

-- Yo Nisshoku... -- dice de forma tímida ya más tranquila

-- ¿Te puedes levantar? te he preparado algo de comer abajo -- dice Nikko desde la puerta

-- Creo que sí -- dice mientras se levanta poco a poco

  Esta la sigue hasta el comedor. Al salir de la habitación vio que solo había un cuarto más en el segundo piso por lo que pensó que Nikko vivía sola. Era una casa de un tamaño bastante normalillo.

  Al llegar al comedor observó que el olor que la despertó provenía de la comida, que se trataba de una especie de carne con salsa.

-- Come un poco, después hablamos, que debes de estar hambrienta -- dice de forma amable

  Esta se come la carne. Estaba buena pero para ella le faltaba un poco de sal. Después de esto comienzan a hablar.

-- ¿Qué te pasó para acabar tirada en el bosque? -- pregunta Nikko preocupada

-- Pues.... no estoy muy segura... -- dice un poco triste

  Nisshoku le cuenta todo lo ocurrido...

-- ¿Entonces dices que vienes de un pueblo llamado Ruto?, pues... que yo sepa no hay ningún pueblo llamado así en este mundo... -- dice Nikko confusa

-- ¿Eso quiere decir que estoy en otro mundo...? -- dice un poco triste mientras piensa "puede que no vuelva a ver a mama"

-- Tranquila, estoy segura de que conseguirás encontrar una forma de volver a tu mundo -- dice Nikko intentado consolarla

-- Por cierto sigues llevando la misma ropa de ayer, deberíamos de ir a comprarte algo -- dice mientras se levanta de la silla

  Nisshoku asiente con la cabeza, ya más calmada.

  Estas salen de la casa. Nisshoku se sorprende un poco, ya que estaban en una gran ciudad pero llena de jardines, las casas no eran muy grandes y estaban hechas de madera.

-- ¿Vives sola? -- pregunta curiosa

-- Sí, perdí a mi familia hace mucho tiempo -- dice Nikko un poco incómoda con las orejas caídas

-- Lo siento... no quería... -- dice un poco triste

-- No pasa nada. En fin ya llegamos -- dice ya de forma tranquila

  Era un edificio bastante grande en comparación a los demás de la zona pero seguía manteniendo esa estética rústica. En su interior había numerosos tipos de comercios.

-- No te separes de mí. Este sitio es enorme -- dice Nikko mientras camina hacía la tienda

  Esta la sigue. Una vez hay compran ropa nueva. Curiosamente la ropa no era muy diferente a la de su mundo así que Nisshoku encontró algo rápidamente.

-- Mierda, no tengo dinero encima... -- dice sin querer en voz alta

-- Tranquila te puedo prestar algo de dinero, pero me lo tienes que devolver -- dice Nikko en voz baja

  Después de terminar de comprar vuelven a casa.

-- Si quieres bañarte el baño está por ahí -- dice Nikko señalando

-- Gracias -- dice mientras entra en el baño

  Nisshoku se desnuda y se mete en el agua, que estaba bastante caliente gracias a una extraña caldera que se encontraba en una esquina del cuarto.

  Tras salir de la bañera se mira un poco para después ponerse la nueva ropa que compraron mientras piensa de forma un poco sucia "me crecieron un poco".

  Sale del cuarto del baño indicándole a Nikko que ya estaba libre.

  Mientras esperaba a que saliese del baño decide explorar el resto de la casa. La cocina estaba formada por un fogón de carbón, un par de encimeras y una blanca nevera que no estaba conectada a ninguna clase de electricidad lo cual le sorprendió un poco.

  Y por último la última habitación sin revisar que quedaba, el cuarto de Nikko. Esta entra un poco avergonzada. Era una habitación con una cama no muy grande, un escritorio con un candelabro en él y una estantería con numerosos libros. Después de esto decide volver a bajar antes de que salga Nikko.

-- Nisshoku ya salí -- dice avisándola para cenar, ya que eran las 9 de la noche. (curiosamente el reloj de Nisshoku seguía funcionando perfectamente)

  Se proponen a cenar, para después conversar un poco...

-- Hasta que te vayas como agradecimiento por la estancia y por la ropa me ayudaras en el trabajo -- dice Nikko convencida

-- Esta bien -- dice Nisshoku seriamente, ya que le parecía algo justo

-- Bueno dicho esto, buenas noches... -- dice Nikko mientras subía las escaleras bostezando

  Nisshoku decide ir a dormir también. Después de apagar los candelabros que las alumbraban. Una vez en el cuarto se mete en la cama, intenta acomodarse como puede y se duerme.

  Durante la noche tiene una pesadilla sobre lo ocurrido.







Ryokō-sha (ES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora