Supāku

15 1 0
                                    

-- ¡Ven! -- dice Nisshoku emocionada

-- ¿Qué pasa? -- pregunta Nikko mientras viene de la cocina

  Comenzaron a leer una antigua leyenda que decía así: "Hace mucho tiempo. Cuando la tierra estaba formada por solo un continente y no habían muchos seres vivos habitándola, más que un par de matojos, los demonios y los ángeles dominaban la tierra. Hasta que empezaron a pelear por el territorio, esto desencadeno en una larga guerra que duró varios siglos. Hasta que un joven ángel fue dotado de un artefacto legendario con forma de candil con el que podía viajar a otros mundos. Gracias a esto trajo nuevas tecnologías, armas, animales, plantas y aliados de otros mundos (todas las razas que hay actualmente en el mundo). Gracias a esto los ángeles tomaron ventaja de los demonios, pero algunas de las nuevas razas empezaron a ponerse de parte de los demonios. Lo cual volvió a equilibrar la balanza. Al final los dos "bandos" decidieron exiliarse en dos reinos a los que nadie podría llegar: Herashia (el cielo) y Antania (el infierno) para intentar dejar de destruir las prósperas tierras que ellos mismos habían creado."

-- ¿Crees que es verdadera? -- pregunta Nikko impresionada por el parecido de las dos historias

-- Algo me dice que sí, ¿pero que será este "tatuaje"? -- dice Nisshoku muy convencida

  Repentinamente un olor a fuego llegó a sus narices 

-- ¡¿Se está quemando la comida?! -- pregunta Nisshoku asustada

-- No, apague el fuego antes -- dice calmada 

  Al instante casi como si fuese intuición divina supo lo que tenía que hacer.

-- Nikko coge ropa y las cosas más útiles que tengas, confía en mí, tengo un presentimiento -- dice Nisshoku un poco alterada mientras se apresuraba por subir las escaleras

-- ¿Por qué? -- pregunta Nikko desde el piso de abajo 

-- No lo se, tu solo hazme caso, ¡corre! -- dice Nisshoku mientras coge sus cosas

  Y así lo hicieron. Después de esto salieron a fuera. Nisshoku no se equivocaba, la ciudad estaba ardiendo. Estas sin saber que hacer se quedaron paralizadas mirando aquella terrible imagen. En ese momento Nisshoku pensó "¿lo voy a volver a perder todo?". Hasta que dos jóvenes con cabello rubio y unas extrañas ropas blancas se acercaron a ellas.

-- Hola, ¿eres tú el viajero de otro mundo? -- pregunta uno de los jóvenes tranquilo, con un sonrisa tan alegre, que era macabra con el paisaje de fondo

-- S-i-i... -- dice Nisshoku todavía en shock por lo que estaba pasando. Mientras Nikko seguía completamente paralizada

-- Conozco una manera  de que vuelvas a casa y de deshacerte del sello de maldición que tienes en la espalda, claro si nos sigues, ¿vienes? -- dice uno de los jóvenes

  Esta se lo piensa durante un momento. Hasta que se da la vuelta y ve a la destrozada Nikko y piensa "tengo que protegerla... aparte todo esto pasó por mi culpa...". Al momento de pensar eso una voz misteriosa le dice "No creas a los ángeles todo lo que dicen son mentiras. Te van a tender una trampa, haz lo que te diga. Vas a correr hacia unas luces en el bosque. Te irán guiando hasta que llegues a un Torii, una vez que lo cruces con tu amiga estaréis seguras". A raíz de esto decide creer en la misteriosa voz. 

-- Lo siento, pero no puedo aceptar su oferta -- responde Nisshoku decidida a los ángeles

-- Esta bien... no te vamos a obligar... por lo menos no por ahora, pero que sepas que esto tendrá consecuencias... -- dicen los dos jóvenes al unísono con una voz distorsionada y macabra para después desaparecer

  Después de esto Nisshoku se acerca a Nikko y le coge de la mano, sacándola de las nubes. Antes de que Nikko pudiese soltar una lágrima, es abrazada por Nisshoku.

-- Escúchame, no lo has perdido todo... Sigo aquí... -- dice mientras la sigue abrazando con un sentimiento de culpa, intentando hacer que Nikko siga hacia delante

-- No te abandonaré... saldremos de esta juntas, te lo prometo... sígueme -- dice para después darle un pequeño beso en el cachete. Lo cual hizo que Nikko se sonrojase un poco recordando todos los buenos momentos que habían tenido...

-- Esta bien... -- dice Nikko recuperándose un poco sonrojada   

  Estas comenzaron a caminar por el oscuro bosque siguiendo extrañas luces que parecían ser pequeñas bombillas azules en los árboles. Después de caminar durante un rato empezaron a crujir ramas a su alrededor. Lo cual las hizo ponerse alerta.

-- ¿Has oído eso? -- dice Nisshoku temblando de miedo

-- Si. Creo que es un lobo -- dice Nikko sacando un arco compuesto metálico de la mochila

  Estas se pusieron espalda a espalda esperando el ataque de la bestia. Segundos después  el animal se abalanzó sobre Nisshoku. Seguido de esto esta le corta la cabeza con su espada.

-- Oh... mierda... -- dice Nisshoku asustada

-- Tranquila, piensa que es solo un animal y lo hiciste para defenderte, se que la primera vez es difícil... -- dice Nikko recordando la primera vez que cazó a un animal cuando era pequeña

 Sin previo aviso interrumpiendo el discurso de Nikko Nisshoku cae desplomada en el suelo...

-- !Nisshoku¡ -- grita mientras mira hacia ella

  Esta había sido mordida por el lobo en el brazo, y había perdido mucha sangre por alguna extraña razón. Segundos después de ver esto, esta se acerca y le hace un torniquete con unos trapos para después cargarla en sus brazos.

-- ¡Joder! ¡Joder! ¡Joder¡ -- dice Nikko cargándola mientras corre hacía las luces 

  Al caminar unos metros más empezó a ver que la arboleda se estaba haciendo menos espesa. Se empezaba a ver el torii en la lejanía, por lo que empezó a correr más rápido. Sin pensarlo dos veces esta salta al interior de la construcción. 

  Cuando se dio cuenta se encontraba en otro lugar. El paisaje era bastante bonito, parecía que el lugar estuviese en un eterno atardecer. 

  Una chica de piel roja con cuernos y cola se le acerca 

-- Os estábamos esperando, ¡oh! esta herida vamos a la enfermería, ¡rápido! -- dice de forma amable pero apurada

  Estas pasaron por un pasadizo que había debajo de una piedra hasta que llegaron a una gran ciudad de estilo japonés (moderna), lo cual asombró mucho a Nikko. Entraron a una especie de templo.

-- Déjamela, esta en buenas manos, soy médica -- dice alegre mientras mueve un poco la cola intentando hacer que Nikko confiase en ella

-- Esta bien... -- dice Nikko la cual seguía en alerta un poco desconfiada 

  Después de esperar un buen rato, salió la chica para decirle que ya podía entrar. 

-- Tiene que descansar, pero se pondrá bien -- dice la chica sonriente

-- ¡Gracias a dios!, pensaba que te iba a perder... -- dice Nikko rompiendo en llanto al lado de Nisshoku con las orejitas caídas

-- Veo que es muy importante para ti. No te preocupes se pondrá bien -- dice con una mirada cálida

-- Bueno como sea, tu también tienes que descansar, ven por aquí, hay un cuarto preparado para ti -- dice la chica de forma amable intentando que Nikko se tranquilice 

  Esta lleva a Nikko a un cuarto con dos camas, en una de las cuales deja a Nisshoku (todavía inconsciente) recostada

-- Dormiréis aquí por esta noche, y encantadas soy Tokague -- dice amable saliendo del cuarto

-- Gracias -- dice Nikko mientras mueve la cola, confiando en su palabra

  Después de que Tokague se fuese, decide cerrar la puerta para echarse en la cama. Esta mira un poco a Nisshoku, para después cerrar los ojos e intentar dormir.




Ryokō-sha (ES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora