Akuma no joō

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  Al día siguiente a aquella noche de placer entre Nikko y Nisshoku... Tokague se despertó un poco incómoda pensando en que ayer su padre le había dicho que tenía que hablar con ella. Esta sin más dilación se vistió algo de lo que encontró tirado por su cuarto, para después desayunar. Tokague nunca ha sido ordenada, de hecho más bien es un desastre. 

  Una vez hecho esto salió de su cuarto para dirigirse al edificio central, para ver qué rayos quería su padre. Una vez allí subió el ascensor y nerviosa toca la puerta.

-- Padre soy yo... -- dice un poco nerviosa

-- Ah, Tokague pasa -- dice el jefe para después abrir la puerta tranquilamente

  Una vez en la sala se sienta en una de las sillas que había delante del escritorio del jefe. 

-- ¿Para que me llamaste? -- dice nerviosa y un poco molesta

-- Pues veras... creo que lo sabes muy bien, pero eres la próxima heredera al trono y tienes tus responsabilidades -- dice el jefe de forma seria

-- Si... -- dice Tokague mientras asiente con la cabeza

-- Pues, yo ya estoy viejo y necesito que alguien me sustituya... bueno a lo que iba es que... ¿Tienes ya pensado con quien te casarás? -- dice un poco incómodo

-- ¿Qué? -- dice esta sorprendida e incómoda a la vez

-- Es algo importante, no lo digo con maldad, ni con fines de molestarte, pero si no encuentras a alguien en unos meses, voy a tener que buscarte un pretendiente -- dice serio

-- ¿Enserio me llamaste por eso....? -- dice enfadada para salir por la puerta

-- Eh, no te enfades conmigo, lo digo por tu bien -- dice para después perderla de vista

   Después de esto esta bajo en el ascensor, para después dirigirse a una cafetería a la que solía ir a menudo.

-- Buenas, ponme lo de siempre por favor... -- dice todavía un poco enfurecida

-- Un té de cultivo de azufre del sur ¿verdad? -- pregunta la dependienta con amabilidad

-- Si -- dice Tokague ya más calmada

  Después de un rato le sirvieron el té y empezó a beberlo hasta que entro un hombre con un traje negro por la puerta. Este se sienta al lado suyo.

-- Tengo información que puede que te sea de ayuda -- dice con una voz un poco afónica

-- Primero de todo ¿quién eres? -- pregunta extrañada

-- Eso no importa, princesa te traigo información sobre unas ruinas que se encuentran en la superficie, creo que os pueden ser de utilidad -- dice el extraño

-- Está bien, ¿qué quieres a cambio? -- dice un poco incómoda

-- ¿Va a tomar algo señor? -- dice la dependienta interrumpiendo la conversación 

-- Mmm si, un whisky con un poco de canela por favor -- dice para después continuar la conversación 

-- Lo que quiero es... que me den acceso al portal al otro mundo. No hace falta que preguntes como lo se, yo me entero de todo, vendo toda clase de información sabe... -- dice de forma un poco nerviosa

-- Lo intentaré con una condición. A cambio de que tu puedas viajar entre mundos, me darás toda la información que necesite -- dice Tokague un poco incómoda por la presencia de este extraño hombre

-- Esta bien tu ganas princesa -- dice después de una carcajada

  Después de esto el extraño le dio la posición de las ruinas y decidió ir a investigarlas por su cuenta. Estaban en una montaña en la superficie.

  Una vez allí se encontró con un pequeño templo. Al entrar se sintió muy cansada y acabó desmayándose. Cuando abrió los ojos se encontraba en un lugar totalmente blanco donde solo había una especie de forma humanoide de color rojo, no tenia ningún rasgo, simplemente era la silueta de un ser humano.

 -- ¿Dónde estoy? -- pregunta extrañada después de despertarse 

-- MMM, ¿dónde será....?, pues dentro de tu sello -- dice de forma paranoica para terminar con una risa nerviosa

-- ¿Quién eres y qué dices? yo no tengo ningún sello -- dice de forma valiente y ruda

-- Pues... digamos que soy lo que está encerrado dentro del sello y si tienes uno... ¡Mira tu brazo izquierdo niña! -- dice haciendo pausas para reírse de forma inquietante

  Esta miro su brazo izquierdo y efectivamente había aparecido una marca con forma de gota de sangre.   

-- Perdón si mi personalidad es nefasta.... llevo encerrado aquí pasando de héroe en héroe durante miles de años -- dice mientras se retorcía un poco 

-- Espera ¿qué relación tiene la ruina con que esté aquí contigo? -- dice curiosa

-- Básicamente, es porque este lugar permite que conectes conmigo mejor -- dice resumiendo para no contar una larga historia

-- Bueno ahora si.... a lo que iba, te voy a enseñar a usar tus poderes... hasta ahora los has usado inconscientemente para ayudar a tus amigos, pero también se puede usar como arma -- dice de forma macabra

-- Veras tu poder consiste en manipular la sangre a tu antojo, para usar tus poderes solo tienes que concentrarte y pensar que quieres que le ocurra a lo que estás pensando, de lo demás ya me ocupo yo. Es un poder peligroso... ya que tienes que tener mucho cuidado con lo que piensas... -- dice mientras se lamía un poco los labios

  Segundos después apareció un maniquí en medio de la sala.

-- Intenta matarlo... no está vivo pero tiene sangre. No te preocupes está creado por mí no es real -- dice intentando convencerla

  Esta traga saliva, se mentaliza un poco y lo intenta. Al final el maniquí quedó atravesado por multitud de pinchos de sangre que provenían de su interior. 

-- Nada mal para una novata -- dice en forma de cumplido

  Esta muy nerviosa intenta calmarse, para después estar un rato mentalizándose, para poder usar correctamente su poder.

-- Bueno creo que es hora de que vuelvas... ya hablaremos más veces no te preocupes -- dice para después desaparecer

  Después de esto Tokague se empezó a sentir mareada, para después despertar de nuevo en la realidad. Cuando se despertó se dio cuenta de que estaba tirada en el suelo en medio del templo.

-- Como odio esto... -- dice molesta para después levantarse

-- Mierda tengo que volver, se está haciendo de noche -- dice al levantarse para después empezar a caminar de vuelta a su casa

  Una vez allí, decidió recoger un poco su cuarto, para después hacerse algo de comer y descansar.  

Ryokō-sha (ES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora