Ryokō-sha (ES)

Kisu

  Nisshoku se despierta un poco dolorida mirando hacia al techo. Pensando "¿dónde estoy?". Hasta que de repente ve a Nikko mirándola de forma alegre mientras movía un poco las orejitas con los ojos brillosos. Estas se quedaron mirándose apaciblemente durante un rato.

-- Son hermosos... -- dice Nisshoku todavía un poco débil

-- ¿Eh?, ¿qué cosa? -- pregunta Nikko un poco confusa

-- Tus ojos... tienen un color rosado muy bonito, como el de los cerezos y brillan como perlas, parece como si fueras mi sol... -- dice Nisshoku un poco sonrojada  

  Nikko se sonroja.

-- ¿Puedes levantarte...? -- dice intentado cambiar de tema 

-- Creo que sí, pero tengo un poco de hambre... -- dice ya más despierta 

  Esta se levanta tambaleándose un poco, para después mirar a su alrededor.

-- ¿Dónde estamos? -- pregunta extrañada

-- No te asustes, pero estamos en el infierno -- dice Nikko intentado no alterarla

-- ¿¡Qué!? -- grita confusa

-- Tranquila, creo que son buena gente, fueron los que nos salvaron, ¿no? -- dice Nikko 

-- Ahora que lo pienso tienes razón -- dice Nisshoku al recordar lo que pasó ayer

  Después de que Nisshoku se recuperara un poco. Entra Tokague por la puerta

-- Oh, perdón ¿interrumpo algo? -- dice Tokague un poco incómoda viendo a las dos chicas un poco sonrojadas sentadas una al lado de la otra

-- ¡No!, solo estábamos hablando... -- dicen las dos al unísono mientras se alejan un poco 

-- Está bien -- dice Tokague riéndose de forma pícara

-- Bueno seguidme, tengo que presentaros al jefe y llevaros a comer a algún sitio, seguro que estáis hambrientas -- dice de forma amable

  Estas comenzaron a seguirla por las rojas calles mientras observaban asombradas el paisaje. No habían coches, pero parecía una ciudad muy moderna. Incluso tenía grandes pantallas que reproducían anuncios en ellas.  

  Después de caminar durante un rato llegaron a un gran edificio, donde subieron gracias a un ascensor a la planta más alta. Al llegar allí se encontraron con un demonio sentado en un escritorio de empresario.

-- Hola, soy quien os ayudo a llegar hasta aquí -- dice el demonio 

-- Hola... y gracias -- dice Nikko de forma amable

-- Se que tenéis hambre pero debo de hablar con vosotras un momento antes que nada -- dice de forma seria

-- De acuerdo -- dice Nisshoku un poco tímida

-- Lo primero de todo, quiero daros buenas noticias. Rescatemos a todos los habitantes de la ciudad, no hay necesidad de que os lamentéis. Y en segundo lugar quiero deciros que va a empezar una gran guerra, por tu poder -- dice señalando a Nisshoku

--  ¿Tengo poderes? -- dice sorprendida y un poco asustada

-- Si, pero tienes que despertarlos. Todo eso se debe a que te uniste con ese candelabro. La marca es un sello. Pero no te preocupes, es para protegerte, porque se podrían descontrolar tus poderes al no saber usarlos -- dice de forma seria

-- Ah y tu amiga también tiene uno, la verdad no tengo idea de porque ella también tiene poderes pero bueno... -- dice confuso

  Estas se miran en silencio confusas y a la vez alegres porque se había salvado todo el mundo del ataque.