Dulce Bebé | ʰʸᵘⁿˡⁱˣ『𝗔𝗗𝗔𝗣𝗧𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡』

🌼 Extra: Celos incorregibles 🌼

—Bebé —Felix apartó la vista de su celular y se volteó en dirección a HyunJin, quien se estaba abotonando su camisa. Este le sonrió y continuó —. ¿Qué se te antoja comer? —Felix lo pensó un momento.

—Brochetas de cordero... —HyunJin le sonrió ladinamente.

—Sabía que dirías eso. —Se dirigió hacia el menor, quien frunciendo el ceño le dijo:

—¿Entonces para que HyunJin me pregunta? —El mencionado no supo reaccionar ante aquello, así que simplemente se rio, besando la frente de su bebé, a la vez que susurraba:

—Alguien está algo gruñonsín. —Felix abultó el labio continuando con aquel ceño más que fruncido.

—¿Dónde está Minnie? —Preguntó el castaño, HyunJin suspiró abrazando a su esposo.

—Está dormido.

Felix quiso ir escaleras arriba, pero HyunJin no se lo permitió —No, no, no, quédate entre mis brazos.

—¿Por qué dejaste a SeungMin solito? —El pecoso preguntó con pena, HyunJin lo pegó más contra sí mismo y respondió.

—Está dormido, mi amor —Repitió, formando un pronunciado puchero en sus labios —. No lo quise despertar... Estaba muy casansado de tanto jugar. —Felix pareció comprender su punto, porque rodeó con sus brazos el cuello de HyunJin y le plantó un beso en los labios, haciendo sonreír al contrario.

—¿Lo arropaste? —Preguntó, aún de puntitas para alcanzar el rostro de su esposo. HyunJin asintió lentamente, pasando sus labios por las mejillas del castañito —Qué bonito. —Susurró el menor, capturando el rostro de HyunJin y dejando de estar con sus pies en puntitas, para así atraer la cara del otro hasta su altura y plantarle un gran y prolongado beso en los labios, moviéndolos con parsimonia, sintiendo como HyunJin sonreía cada vez que podía en cada movimiento del beso.

Felix había estado más cariñoso que de costumbre y cabe decir que aquello tenía a HyunJin como idiota, hipnotizado por su bebé. No era como si eso fuera algo nuevo, pues cada día HyunJin se enamoraba de todo el ser de Felix, de sus rabietas, sus ojos de gatito, sus preciosas e innumerables pequitas, de sus poco comunes celos y hasta la forma en cómo respiraba su esposo. Él estaba perdido y le encantaba estarlo, siempre y cuando sea a causa de su bebé.

—HyunJin dijo que haría brochetas de cordero... —El pelinegro contempló unos segundos al otro y acercándose a besarle de nuevo, dijo:

—Yo no dije eso, bebé —Le volvió a besar —, yo pregunté lo que querías comer. —Acarició las mejillas algo sonrojadas de su bebé y entonces sonrió por el ceño fruncido que se comenzaba a formar en su entrecejo.

Felix había estado algo más propenso a molestarse, sin embargo, eso no le afectaba a HyunJin, quien más que contento buscaba alegrarlo.

—De acuerdo, deja de juntar tus cejitas todas hermosas así, bebé —Besó su frente —. Haré las brochetas. ¿Sí, mi cielo? —Felix puchereó asintiendo hacia HyunJin, y este no esperó mucho para volver a besarle con delicadeza, llevando sus manos hasta la cintura de Felix y luego bajando estas en dirección a las nalgitas del otro. O eso quería, hasta que...

—¿Mami? —Había balbuceado un pequeño niño de casi cuatro años, quien más dormido que despierto bajaba las escaleras en dirección a sus padres.

Felix apartó a HyunJin y algo sonrojado, pero más que todo sonriente, se acercó a su hijo. SeungMin contento extendió sus brazos hacia él.

HyunJin por otro lado no sabía cómo sentirse, sus manos picaban por acariciar el trasero de su esposo. Vio algo dolido, pero más que enternecido, la escena que miraba a su lado: Felix cargando a su otro bebé en sus brazos y este muy cómodo con la cabeza recostada en su hombro. HyunJin entrecerró los ojos hacia SeungMin y este le sacó la lengua. Era una especie de juego entre padre e hijo cuando uno acaparaba toda la atención de Felix.