🌼 | XLVI

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HyunJin besó con delicadeza a su bebé y a su vez se descalzaba y desabotonaba su camisa. Por otro lado, Felix se dejaba besar con parsimonia mientras abrazaba a su esposo por el cuello. No había prisa, y la verdad era que el menor se sentía tan aliviado con cada caricia que le propinaba HyunJin.

—¿El bebé estará bien? —Preguntó abultando el labio, de hecho sentía algo de miedo con respecto a su angelito. HyunJin asintió sonriendo y besó su nariz.

—Sí, amor —Le besó —, el bebé estará bien. —Aseguró acariciando la –algo– hinchada pancita.

Entonces Felix sonrió y tomando las mejillas de HyunJin comenzó a besarle en los labios para segundos después separarse, dejando a HyunJin algo embobado por la pérdida de los suaves belfos. Anonadado, HyunJin comenzó a sentir las pequeñas caricias que su bebé le otorgaba en la espalda y seguidamente en las mejillas.

Felix se sentó a horcajadas sobre HyunJin, quien no se perdía ningún detalle de lo que tenía en frente. El más bajo tuvo cuidado con su barriga y se acomodó para luego mirar a HyunJin, tenía la boca semiabierta y las pupilas dilatadas, Felix lo miró directamente a los ojos viendo como estos se tornaban más oscuros. El castaño casi por inercia movió su mano a la frente de su bebé retirando los cabellos que caían por la misma.

—Eres tan hermoso... —Exclamó bajito, para luego acercar sus labios a los contrarios e iniciar así un candente pero lento beso. HyunJin sabía, él realmente sabía cuán provocador podía llegar a ser Felix a su manera inocente de ser, y él no tenía ningún problema con eso, para nada.

El más alto coló sus manos bajo el suéter del menor y con suavidad comenzó a dar caricias que lograban erizar su piel, sonrió por ello en medio del beso. Cuando fue a parar a su espalda, Felix gimió bajito por la sorpresa, y entonces pudo ver la luz del atardecer reflejarse en las rojas mejillas de su bebé, y eso le encantó.

—Vamos a quitarte esto. —Ronroneó dando una leve lamida en su cuello, Felix asintió sintiéndose algo avergonzado. Y HyunJin lo hizo, le quitó el suéter dejando la tersa piel expuesta, sintiendo su corazón a mil y sus pantalones apretar.

—N-No me veas tanto. —Balbuceó el menor. Felix a veces se sentía algo intimidado por HyunJin, así ha sido siempre, y es que su esposo poseía una mirada tan profunda que Felix nunca lograba comprender el por qué lo hacía sentir tan expuesto y avergonzado a la vez.

Y HyunJin lo sabía, su bebé era la cosita más tierna que se podría ver. Su inocencia era digna de admirar, y a la hora de estar haciendo el amor no era algo diferente, tan inexperto como el primer día y tan exquisito como siempre. Eso era Felix en la cama, y lo adoraba.

Al pasar un rato entre caricias y besos, con Felix aún a horcajadas sobre él, HyunJin comenzó a bajar los shorts de su esposo, no sin antes dejar una breve caricia por encima de su miembro y ver la expresión de su esposo ante eso fue sumamente tierno.

—Siempre con shorts, bebé, nunca te pones los pantalones que te compro. —Dijo, mientras paseaba su nariz por el cuello del pecoso, Felix hizo un puchero y jadeó:

—P-porque son cómodos... —HyunJin dejó escapar una pequeña risita y Felix se quejó.

—Siempre enseñándome tus piernas, eres cruel, bebé. —Apretó el glande y sintió a Felix apretar su espalda.

—N-No soy c-cruel, HyunJinnie... —Entonces el mencionado quitó la cabeza de su cuello y lo miró, Felix frunció su ceño y le sacó la lengua, HyunJin quiso atraparla entre sus labios.

—Saca otra vez la lengua. —Sonrió ladino, Felix no acató la orden y se limitó a abrazarle.

—¿Ves? Eres cruel. —Felix le pegó en el hombro y HyunJin continuó quejándose, entonces el menor comenzó a bajar por los musculosos brazos hasta su camisa, sintiendo la suave piel de HyunJin. Este más que encantado por las caricias de su bebé le regaló una sonrisa lujuriosa. Felix se sonrojó, mas no se detuvo.

Dulce Bebé | ʰʸᵘⁿˡⁱˣ『𝗔𝗗𝗔𝗣𝗧𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora