Capítulo 15

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Acecho saltó sobre una rama caída cerca de la guarida de los aprendices.

El cielo estaba nublado y nubes espesas acumulaban la nieve que pronto caería. La maleza estaba quemada por el frío que había hecho y la pila de carne fresca era penosamente pequeña.

Aquella era la estación en donde todos pasaban hambre, menos el Clan Acuático, claro ellos comían peces del río, tendrían comida siempre y cuando no se congelara el agua.

– ¡Acecho! –. Llamó Tormenta de Fuego con un gruñido. 

– ¿Si, Tormenta de Fuego? –. Llegó inclinando la cabeza ante el lugarteniente del Clan.

– Saldrás a una patrulla fronteriza, Corazón Florecido ya la está organizando, ve para que te diga y explique hacia donde –. Gruñó.

– Si, Tormenta de Fuego –. Inclinando la cabeza salió disparado hacia Corazón Florecido, el guerrero estaba sentado dando órdenes.
Se le cayó el alma a los pies cuando vió a Zarpa de Halcón sentado, listo para salir a patrullar.

Se acercó a Corazón Florecido y le explico lo que le había dicho y ordenado el lugarteniente. Corazón Florecido asintió brevemente.

– Muy bien, organizaré una patrulla rumbo a la laguna de sol, el Clan Acuático podría estar tramando algo. Trás la estación sin hojas la rivalidad entre clanes aumenta. No me sorprende que estén pensando en tomar la laguna de sol. Así que iremos y revisaremos nuestras marcas olorosas y las renovaremos, ¿Entendido? –. Corazón Florecido miró a los guerreros para ver si habían comprendido.

– Pero... ¿Quién ira? –. Preguntó la arrogante voz de Zarpa de Halcón.

– Buena pregunta Zarpa de Halcón, irán Patas Blancas, Manto Serpenteado, Torbellino de Colmillos y Destello Soleado, también Acecho y tú –. Respondió.
– Bien ¡En marcha! –. Aulló el guerrero poniendose en cabeza, él lo siguió corriendo veloz por el bosque.

Sentía la nieve bajo sus patas, era blanca y fría. Recordaba cuando era cachorro, Salpicadura Dorada no lo dejaba salir de la maternidad ni a él ni a Raudino.

Llegaron a la frontera y el río estaba congelado, lo miró con asombro, jamás había visto algo así, luego recordó a Nutria y a Tormenta y un nudo de tristeza lo presionó.

– Renovemos las marcas –. Ordenó Corazón Florecido.

Todos asintieron. Él corrió al borde del río y olfateó con cuidado aspirando cualquier olor a intruso que demostrara que el Clan Acuático había traspasado el territorio. Captó un movimiento entre los helechos del territorio vecino.

De repente una patrulla del Clan Acuático apareció por el lado de la rivera. Iba encabezada por Manto Cálido, lo seguían Cascara de Helecho, Garra Fina, Pluma de Aire, Garra de Tordo y dos aprendices que él no conocía.

Corazón Florecido giró la cabeza con brusquedad, su pelaje se erizó con rabia.

– Buenos Días Corazón Florecido –. Ronroneó Manto Cálido con un brillo de malicia.

– Saludos Manto Cálido, ¿Qué hacen tú y tu patrulla por aquí? –. Preguntó con rabia en su mirada.

– Renovar nuestras fronteras y... ¡Conquistar lo que es nuestro! –.  Gruñó, varios de los guerreros soltaron aullidos de aprobación.

Él advirtió que esa no era una patrulla común, captó más movimientos atrás de los juncos. Pensó con horror que aquello era lo más parecido a una emboscada en su propio territorio.

De entre los juncos de atrás surgió un musculoso guerrero marrón que reconoció al instante.
Corazón Mellado, el lugarteniente del Clan Acuático. Éste dió un paso al frente y saludó a Corazón Florecido de una manera hostil y poco convincente.

El Pasado De Acecho de Ratón  (OCS Edition Special)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora