Capítulo 5

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Había pasado un cuarto de luna desde que se había enterado de que su mentor, Pelaje Rayado estaba involucrado en el Bosque Oscuro. 

El guerrero le había prometido que Paso de Alce le contaría su historia y el porqué había acabado ahí, desde entonces Pelaje Rayado se la pasaba recordándole que cuando le contara aquello algo dentro de él cambiaría, no sabía que y de alguna manera no le interesaba tanto como pasar el tiempo con Nutria, la joven se la había pasado a su lado y ahora que ella no tenía un mentor oficial, le había pedido a Estrella Moteada que entrenase con él y Pelaje Rayado.

Todo había cambiado desde la muerte de Vuelo de Páramo, los clanes se habían vuelto mas hostiles, incluso Arenita se había vuelto bastante reservada, cada vez que intentaba hablar con ella en una asamblea, salía disparada y ni siquiera lo miraba, no estaba seguro de que había hecho mal para hacer que se enfadara y Tormenta siempre le decía:

– No te preocupes, ella es así y no es asunto tuyo –. Le había dicho con voz neutra.

– Hola Acecho –. Ronroneó una voz dulce, a sus espaldas.

– Hola Nutria –. Ronroneó calidamente, la joven se le acercó y se restrego contra su cuello, él le dio una lameton en la cabeza cariñosamente, se sentía tan feliz por tener a la aprendiza a su lado y su dulce aroma envolviendo el resto de los olores.

Zarpa de Halcón que estaba cerca, les dedicó una mirada hostil y recelosa, él le prestó muy poca atención, pues al lado de Nutria cualquier ofensa o problema quedaría solucionado con sólo hundir el hocico en su pelaje.

– ¡Hey, Acecho! –. Gritó Raudino a sus espaldas.

– ¿Qué quieres ahora? –. Le preguntó preocupado.

– Nada, más que una gran sorpresa –.
Ronroneó gustoso.

– ¿Y qué es? –. Añadió con voz curiosa.

– ¡Iremos a la Laguna Lunar! – Maulló alegre.

– ¿Enserio? ¡genial! no lo puedo creer, ya era hora –. Señaló entusiasmado.

– ¡Felicidades! –. Exclamó Nutria, con un destello cálido en su mirada.
– Yo ya he asistido una vez, era sorprendente el tamaño que tiene la Laguna Lunar, es hermosa y parece hecha de luz estelar –. Ronroneó Nutria, con la voz entrecortada de la emoción.

– Me pregunto quién más irá –. Le dijo a los dos jóvenes.

– Supongo que asistirá Corazón Florecido, después de todo Tormenta de Fuego no puede dejar al Clan solo, y menos ahora con los clanes tan hostiles y reservados –. Le respondió Raudino.

– Supongo… –. Murmuró.



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– ¡Nos marchamos! Tormenta de Fuego, recuerda ocuparte responsablemente del clan –. Ronroneó Estrella Moteada.

Tormenta de Fuego asintió con un maullido de aprobación, y dijo:

– Mucha suerte Estrella Moteada, prometo responsabilizarme de mis labores como lugarteniente, y también suerte para ustedes dos –. Añadió en dirección a los dos aprendices. 

– Gracias –. Le contestó su hermano, y el siguió sus palabras algo dubitativo.

Corazón Florecido, daba vueltas impaciente por partir.

– Estrella Moteada, ¿es seguro llevarnos a tan pocos guerreros? –. Dijo con tono preocupado.

– Por supuesto, Corazón Florecido, Acecho, Raudino, Manto Serpenteado y tú, deben ser suficientes para poder con una patrulla del Clan del Páramo, además tenemos el paso libre rumbo a las a la Laguna Lunar, pues el Clan Estelar nos protege y nos asegura el paso –. Finalizó con aspereza.

El Pasado De Acecho de Ratón  (OCS Edition Special)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora