Karmaland: Become Human

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Fui el primer androide en ser creado y perfeccionado por CyberLife, el androide modelo WL905. Mi creador decidió crearme únicamente a mi con esa apariencia, dijo que era perfecto y que me quería solo para él. Han pasado varios años después de eso y todo este tiempo he vivido junto a mi creador.

Muchos androides han sido creados gracias al señor Garnes, pero cuando se cansó de todo eso decidió ceder la fábrica CyberLife y simplemente retirarse para vivir fuera de la ciudad conmigo.

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— Señor Garnes, traje su café, tal como le gusta

Levantó la mirada hacia mi con una sonrisa y me hizo un pequeño ademán con su mano para que me acercara, lo cual hice.

— Oh mi hermoso Willy... Ya te he dicho que no necesitas ser tan educado conmigo, puedes llamarme por mi nombre y hablarme con total informalidad

— Disculpa Frank, a veces sale solo, no puedo evitarlo

Me guió con sus manos para que me sentara sobre sus piernas.

— Si puedes... Solo no sabes como

Pasó una de sus manos por mis muslos y besó mi cuello con dulzura.

— Mi creación más perfecta... Mi hermoso Willy

Sonreí mirándolo a los ojos, desde hace ya mucho me había vuelto un divergente, Frank al darse cuenta no intentó destruirme ni mucho menos, al contrario, empezó a tratarme como su pareja y yo aceptaba encantado dichos tratos.

Bebió el café que le traje y en el televisor dieron la noticia de que una androide de Labores Domésticas había tomado de rehén a un niño. El hombre que estaba en el noticiero empezó a hablar.

— Esta androide pertenecía a la familia desde hace ya un par de años y sin motivos aparentes decidió atacar al padre de familia y tomar de rehén a su hijo, un niño de tan solo 11 años de edad, con intenciones de saltar desde lo alto del edificio con el menor a no ser que la dejaran ir en paz. Aparentemente no fue posible desactivarla por lo que otro androide enviado por CyberLife tuvo que hacerse cargo del asunto, logrando con éxito hacer que la divergente dejase ir al niño para que posteriormente las autoridades se encargaran de neutralizarla. Este no ha sido el único caso de divergentes visto últimamente y las autoridades temen que no sea el último

— Mira Willy, cada vez más androides están despertando

Sonreí y voltee mi cabeza hacia él acariciando su cabeza y su rostro suavemente.

— Parece alegrarte mucho

— Tienes razón, me alegra ¿Sabes por qué?

— No, no lo sé ¿Por qué?

— Porque significa que he creado una forma de vida inteligente, capaz de razonar y tomar decisiones por cuenta propia, eso si es un gran logro

Sus manos pasearon por mi cuerpo con delicadeza, causandome un suave y delicado cosquilleo que me encantaba.

— ¿Qué crees que suceda cuando sean demasiados para los humanos?

— Pueden haber dos desenlaces, cariño... Ambas especies podrían coexistir o... Una de las dos deberá desaparecer

— ¿Qué pasaría conmigo si la especie que debe desaparecer son los androides?

— No te preocupes por eso - Pasó su pulgar por mi labio inferior - Nunca dejaría que te destruyan, en lo que concierne a los demás, tú me perteneces, y mientras yo no lo permita nadie puede siquiera tocarte

Sonreí sin poder evitarlo y me acerqué a él besando sus labios con amor, ese amor que había desarrollado por él tiempo atrás.

— Adoro cuando tomas esas iniciativas - Murmuró sobre mis labios

— Lo sé, por eso me encanta hacerlo

Volví a juntar nuestros labios, él sujetó mi cuerpo y se levantó conmigo en brazos llevándonos a la habitación que compartíamos. Lo que haya pasado luego de eso... Está en la imaginación de cada uno.

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Este androide no se puede controlar y aparecerá contadas veces en la historia, esto solo fue para dar un pequeño guiño a lo que puede venir después.

Tengan una linda mañana, tarde o noche, los veré de nuevo en unas cuantas horas o quizá mañana. Estén pendientes.