⭕ Jericó

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Un reinicio ha sido utilizado, todas las decisión previas no podrán ser tomadas de nuevo.

FG607

Había decidido seguir ese mapa que habían metido en mi cabeza, eran distintas imágenes, de distintos lugares, pero con un símbolo en común que marcaba un camino.

Logré seguir el camino notando como entre más avanzaba, más lejos me encontraba de la ciudad. El camino me llevó hasta un puerto y ahí vi un enorme y viejo barco oxidado con el nombre Jericó a un lado.

Subí a un andamio que había en un costado del barco y caminé hasta el borde mirando hacia abajo, estaba muy oscuro y no sabía con exactitud qué tan lejos estaba del suelo.

— Un salto de fé...

Relajo mi cuerpo y sin pensarlo 2 veces di un paso hacia el frente dejándome caer al interior del barco. Al llegar al suelo logré caer sin hacerme daño y me puse de pie mirando alrededor, todo era muy oscuro.

— No veo nada... - Murmuro para mi mismo

Busqué cerca de mi algo que pudiera darme luz y encontré una linterna, bastante vieja y algo dañada. La levanté del suelo y la encendí dándole un par de golpes para estabilizarla.

Cuando por fin tuve luz comencé a avanzar por uno de los pasillos comprobando su habían puertas abiertas, ninguna lo estaba. En un punto vi a algo o alguien pasar corriendo por lo que momentáneamente me detuve.

— ¡Hey! ¿Quién coño...?

Seguí avanzando por los pasillos hasta que llegué a un lugar bastante abierto, desminuí la velocidad de mi andar hasta que en un momento una chica se puso frente a mi.

— ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? - Preguntó suavemente

— Soy... Fargan, estoy buscando Jericó

— En ese caso llegaste al lugar indicado

Luego de haber dicho eso, la luz se hizo presente en el lugar, no era mucha, pero si la suficiente para ver que estaba rodeado de androides, divergentes al igual que yo.

— Mi nombre es Dulce, bienvenido a Jericó, aquí puedes sentirte como en casa sin temer que ningún humano te haga daño

Miré todo confundido, desconcertado y hasta cierto punto decepcionado. Muchos de los androides se encontraban en estados deplorables, incluso habían algunos ya inactivos en el suelo.

— ¿Esto es Jericó?...

Dulce sonrió y se acercó a mí acariciando un poco mi brazo.

— No es lo que esperabas, ¿cierto?

Realmente no lo es...

⭕ Esperaba algo diferente

⭕ Está bien... Supongo

⭕ Esto no es libertad

✔ Esto no es libertad

— No, no lo es porque... Esto no es libertad, solo están encerrados en otro sitio

— Es una pena que no te guste

Otra voz femenina se hizo presente detrás de mi, voltee la mirada y ahí había una chica de cabello negro, piel blanca y ojos azules.

— Disculpe, señor, por no satisfacer sus expectativas

Fruncí ligeramente el ceño y Dulce se acercó a ella.

Karmaland: Become HumanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora