Capítulo V: Inicio

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Ciudad de Tebas

A unos cuantos kilómetros del Alto Egipto se encontraba la ciudad de Tebas, dirigida por el excéntrico gobernador Jack de la familia principal Spheer quienes gobiernan la ciudad desde que se fundó, un gobierno cada vez más sucio y corrupto, ahora que el padre de Jack falleció le tocó a él tener el cargo, al principio fue la alegría para la ciudad entera ya que el joven gobernador subiría al puesto con grandes ideales pero como todo ser humano se corrompió por el poder volviéndose un derrochador excesivo y un mujeriego descontrolado; la lista de todas las mujeres de varios tipos y raza era tan grande como contar las estrellas, que hasta para el astrónomo más estudiado le quedaría grande la tarea. Ahora en su despacho mientras leía algunos documentos alguien entro a su zona de trabajo, aún sin levantar la mirada supo de quién se trataba y habló:

- Realmente pensé que ya no vendrías, estuve a punto de ir yo mismo a la casa del faraón a ver yo mismo la lamentable situación del príncipe Lex - esto último lo dijo en un tono burlesco - Ahora, ¿Qué noticias traes para mí? Y por favor apresurate, no quiero que ninguno de esos sucios esclavos te vea.

- La probabilidad de que el príncipe Lex fallezca ascendió al noventa por ciento ayer, al parecer tiene una enfermedad rara e incurable, pero a Lionel le fue recomendado un médico que en estos momento se encuentra perdido en alguna parte del Bajo Egipto - finalizó la persona informante.

Jack, quién por fin levantó la mirada, caminó hacia la puerta mientras pensaba luego le dio la espalda a la persona informante y negó con la cabeza.

- Bien, ya sabes el protocolo, no le hables a nadie sobre esto, sal por la puerta del Este para que nadie te vea el informame si Lex finalmente muere o si sobrevive, si está última opción es la que pasa, pensaré en un plan, ahora sal de mi vista - la otra persona obedeció y Jack se dirigió nuevamente a su asiento hablando para si mismo - Ese trono y la princesa deben ser míos, aunque le cambié mi alma a Anubis, ¿Será que la princesa coge bien?, A quién le importa, ¡ja!, quiera o no lo haré - finalizó esta cita entre pensamiento lascivos demostrando su tendencia violenta y sádica.

Calles del Bajo Egipto

- ¡Por Rao Alex!, ¿Cuánto tiempo vamos a seguir caminando? - preguntó un Barry muy exhausto, Alex aún no sabía como permitieron que un flacucho como Barry fuera parte del ejército, a simple vista se podía notar que jamás le seguiría el trote al resto.

- Creo que es... Aquí - dijo la pelirroja levantando su mirada de lo que parecía ser un mapa. - según éste papiro que el faraón nos dió dice que es aquí.

Una duda se plantó entre todos ellos, la fachada del lugar no era más que una casa vuelta escombros y ciertas parte aún en pie.

- Por favor que la fachada no los engañe, es más ordenada y limpia por dentro - todos se voltearon rápidamente al escuchar la voz a sus espaldas y vieron a un hombre Moreno de aproximadamente un metro ochenta y cómo era de esperarse de un médico o sacerdote, estaba calvo. - ¿Qué?, Parece como si hubieran visto al mismísimo Apofis, jajajaja.

Todos observaban en silencio al hombre que estaba teniendo un ataque de risa pero sin perder la elegancia, y ahí el silencio fue roto por Alex.

- Si te digo que me acuesto con Menfis y con ella crío al cachorro de Seth...

- Yo te respondería que gracias a Thot tengo la sabiduría para no golpearte por tu mentira ya que Seth es estéril y Menfis ya está casada - finalizó el moreno limpiándose las lágrimas que le quedaban por su anterior ataque.

- Así que tú eres el médico que buscamos, ¿No es así, James? - preguntó Oliver al ver que el joven médico respondió de forma correcta la frase clave que les dió el faraón.

Juramento Eterno (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora