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Martes

Luego de haber tenido un día perfecto, siempre había algo que jodia todo. 

Donghyuck sintió intriga al haber recibido un mensaje de un numero desconocido, y más aún cuando supo que era el mismo Lee Taeyong quien le había escrito que se reunieran en una plaza cercana a su escuela. 

Dudó, pero aceptó. Al fin y al cabo, era de los pocos días en que sus padres salían tarde del trabajo y se podía dar el lujo de pasear sin que lo regañaran al haber llegado 10 minutos tarde. 

Se sentó a esperar a Taeyong, quien llegó solo minutos después. No era reconocible a simple vista, de no ser porque este tocó su hombro ni se habría dado cuenta que ya había llegado. 

—Sin rodeos, debo llegar temprano a casa—dijo el menor, luego de saludar con las cordialidades  correspondientes 

—Está bien—vio a Taeyong suspirar—te seré sincero, se del favor que le pediste a Ten. No quiero que te ayude.

Donghyuck sintió que su boca iba a tocar el suelo. De verdad estaba sorprendido. 

—¿Por qué? —fue lo único que pudo decir

Taeyong lo miró serio, su mirada daba miedo―Tu no sabes de los problemas que enfrenta, solo le estas dando una carga mas.

—Él aceptó ayu-

—Lo sé —interrumpió de inmediato, irritando un poco al menor—Donghyuck, Ten ayer habló conmigo. No te diré qué porque no soy quién para divulgar sus problemas, pero estaba mal. Ya lo he visto así y no me gusta tener que ver a mi novio sufrir, sobre todo si es por algo que NO le incumbe.

El moreno se quedó callado. No sabía que responder. Ten era su única salvación y ayuda para aquello que lo atormentaba a Mark y a él. ¿Podía ser egoísta?

Quería ser egoísta. Solo una vez.

—Dile a Ten—murmuró. Hizo una pausa para levantar su cabeza y hablar más claro— dile a Ten, que si él no quiere o no puede ayudarme, venga y me lo diga de frente. Lo siento Taeyong.

Se levantó y caminó para dejar atrás a Taeyong y su expresión de sorpresa e impotencia.

Se sentía mal, sabía que no era lo correcto, pero no estaba dispuesto a caer por un descuido, solo debía solucionarlo. 

Estaba ansioso. Miró la hora en su celular y suspiro de alivio, no había pasado mucho tiempo. Aún tenía una hora para disfrutar del día antes de encerrarse en su habitación. 

Mientras caminaba por las calles, pudo ver a algunos estudiantes ir y venir, ya era hora de que todos salieran. La única escuela que obligaba a los estudiantes a que se quedaran más tiempo era la de Mark. Tal vez podría aprovechar la situación. 

Caminó unas cuadras mientras escuchaba una playlist de Doja Cat, tratando de recordar el camino hasta la escuela de su novio sin perderse. Pudo llegar apenas unos minutos antes de escuchar el timbre de salida. 

Se fue a una esquina cerca de la salida, donde podía ver mejor a cada estudiante con los que cruzaba miradas. Sintió su corazón bombear más rápido cuando pudo ver por fin a su canadiense entre la multitud. Estaba hablando con unos chicos, uno tenía el cabello azul y poseía una hermosa eye-smile, recordó las conversaciones con Mark y supo que ese era Jeno. 

Cruzó miradas con su chico, se sintió más feliz y animado cuando este le sonrió de vuelta. 

Se acercó, sus amigos detrás de él con intriga mientras que Donghyuck solo podía morder su labio debido al nerviosismo. 

—H-hola, Mark — ni él sabía por qué había tartamudeado, ahora se sentía estúpido

—Hola Haechannie—lo saludó de vuelta, dejando un beso en su mejilla izquierda. Ahora esa parte hormigueaba. 

—¿Haechannie? ¿Eres Haechannie?—escuchó la divertida voz de uno de los chicos de más atrás— Creo que empezaré a ir a la iglesia...

—Cállate Jeno—lo regañó el otro, cruzando sus brazos

Tras todo el alboroto Mark dejó de admirar a Donghyuck y suspiró al tener que presentar a sus amigos.

—Lo siento, no te he presentado a estos idiotas—rio

—Vaya forma de tratar a tus amigos, Lee Minhyung.

Donghyuck rio, sabía que a Mark no le gustaba su nombre coreano, se sentía bien al saber que no era el único que lo molestaba con eso. 

—Agh, solo...—exhaló— ellos son Lee Jeno y Zhong Chenle, falta Jaemin, pero está enfermo

Donghyuck los saludó con una reverencia, sonriendo angelicalmente para no demostrar más nerviosismo del que ya había hecho notar. 

—Pensé que nunca te conocería—dijo el peliazul con burla— de todas formas, es un placer

—Creo que es mi culpa no haberlos conocido antes—excusó el moreno 

—Da igual, llegas en buen momento, íbamos a ir por unos helados ¿Quieres?

Donghyuck se sintió algo incómodo. Obvio que quería ir y pasar tiempo con Mark, pero tal vez seria incómodo para sus amigos. Miró de reojo al canadiense a su lado, quien reconoció aquella expresión en el rostro de Donghyuck. Estaba nervioso. 

—Dejaremos lo de los helados para otro día, iré con Hyuck a su casa, nos vemos mañana—habló rápido para poder irse de una vez

Iban tomados de la mano, como cualquier pareja. Compartiendo sonrisas disimuladas y pequeñas risas.

—Me sorprendiste—dijo Mark, jugando con sus manos entrelazadas.

—No tenía planeado ir a verte, pero creo que te necesitaba

La confesión repentina hizo a Mark tropezar con un pequeño bache y casi caer, siendo atrapado por Donghyuck, quien lo miraba asustado.

—¡TEN MAS CUIDADO! —lo regañó mientras se recomponía 

Mark lo miró sorprendido, pero con una sonrisa—repítelo

Donghyuck se sonrojó—ten más-

—No, lo otro

—Basta Mark, es tarde, debo llegar a mi casa—caminó dejando atrás a Mark

—Vamos Hyuck, solo una vez.

—¡Ya! ¡Te necesito! ¿Contento? Ahora camina...

Fue la primera vez que se besaban fuera de la cabina. Sentían la adrenalina del momento al poder ser descubiertos, sin embargo, Mark se tomó el tiempo en saborear los labios de Donghyuck, mientras este suspiraba sin dejar de sentir su estómago dar vueltas. 

OH MY GOD! ·Markhyuck·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora