El traslador los estaba esperando a las 5 de la tarde, durante el día, Draco y Hermione acompañaron a Helena a 3 clases distintas, la de Transformaciones, Cuidado de Criaturas Mágicas y Defensa contra las Artes Oscuras. El sueño de Helena de ser estudiante de Hogwarts había sido cumplido y Draco no podía dejar de ver la enorme sonrisa que adornaba el rostro de la pequeña. Ahora seguía cumplir lo siguiente en la lista de Helena, la verdad la lista era pequeña a lo que uno pensaría que quería la niña, por lo que el rubio la volvió a leer para cerciorarse que todo estaba okey.
Lista de deseos de Helena
Ser estudiante de Hogwarts
Montar un unicornio
Saber a que casa de Hogwarts pertenezco
Una feliz navidad
Asar malvadiscos
Por el momento iban bien, Draco lucía tranquilo, pero por dentro estaba nervioso e intranquilo desde la noche anterior el recuerdo del beso lo atormentaba un poco, nunca un beso lo había llevado a ese nivel de ansiedad. Quería saber que sentía ella sobre eso y las pautas a seguir, pero no hubo oportunidad para conversarlo.
El profesorado estaba reunido para despedir a Helena y Hermione; muchos habían luchado a su lado en la Batalla de Hogwarts y el cariño que sentían por ambas era bastante obvio. Además, que Helena fuera una mini Hermione con los ojos y el cabello de Harry Potter hacía que todo fuera más ameno y la añoranza por la ausencia del niño que vivió era más que latente. En ese momento la profesora Mcgonagall miraba como Helena era alzado por Hagrid que parecía que se iba a echar a llorar de un momento a otro, Hermione estaba a su lado riendo, pero atenta a todo movimiento del semi gigante debido a que Hagrid podía ser algo descuidado. Draco estaba algo apartado del grupo cuando sintió una presencia detrás de él.
- Fue muy amable de tu parte organizar todo esto para la hija de tu enemigo del colegio.
- Al final me pregunto si fue realmente mi enemigo. – le contestó él. – Espero que tu esposa no se aflija ante mi ausencia de su cafetería.
- Hannah ha mencionado algo que las ventas han bajado, algunas señoras quieren verte de nuevo. – dijo Neville Longbottom sonriéndole. – Pero el chico que ahora la ayuda está muy feliz en su puesto, y Hannah lo conocía de antes, entonces creo que él podrá ayudarnos una vez que tengamos al bebé. No creo que vuelvas a trabajar con ella.
- Necesito el dinero entonces creo que voy a volver.
- Todo ha sido tan extraño estos años, desde la Batalla de Hogwarts ha habido tantos cambios.
- ¿Puedo pedirte algo? – interrumpió él volviéndose hacia el moreno que asintió. – Hermione tiene una gran culpa en su alma, quisiera saber si había alguna manera de que mediaras con...
Neville escuchó la petición y torció un poco el gesto, realmente era una tarea algo difícil pero no veía nada malo en intentarlo por lo que acepto hacer la prueba.
- Te preocupas mucho por ella, ¿Eh, Malfoy?
- No puedo evitarlo, se han convertido en mi mundo. – sonrió él mirando el reloj y sacando una taza con dibujos de conejos de su túnica. - ¡Señoritas Potter, ya casi es hora es irnos!
Hermione recibió a su hija de los brazos de Hagrid y se despidió amenamente de los profesores que estaban reunidos, Theodore apareció de quien sabe dónde y se puso a su lado, todos estaban listos para tocar el traslador y así ocurrió una vez llegada la hora. Draco vio una última vez la torre norte del castillo antes de que todo se convirtiera en un borrón de colores. Cuando volvió a abrir sus ojos estaban enfrente de aquella hermosa casa de campo de madera y Gregory Goyle los saludaba con alegría.
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The last gift (DRAMIONE)
RomanceDraco Malfoy vivía cada día como si fuera el último, las fiestas con sus amigos incluían litros y litros de whisky de fuego, sexo y locuras. Su vida era perfecta, no tenía preocupaciones debido a que la mayoría del tiempo hacía lo que quisiera con q...