El día del funeral de Helena fue un día hermoso, el cielo era azul, el clima agradable y cálido, un gran contraste con lo que Hermione y Draco sentían por dentro. El pequeño ataúd de laurel tenía un fino grabado de estrellas que cubrían toda la tapa y su tumba iba a estar al lado de la de Harry en el cementerio del Valle de Godric.
Excediendo sus expectativas había muchas personas en el cementerio en ese momento, Draco vio a la profesora McGonagall y Hagrid darle el pésame a Hermione, en el caso de la transformista lucía serena y visiblemente triste; en cambio Hagrid estaba desconsolado, llevaba un gran pañuelo celeste que se veía muy sucio y lloraba mientras sollozaba el nombre de Helena y Harry, se veía muy afectado, por un momento a Draco le pareció que Hermione tuvo que consolar al semi gigante en vez de ser al revés. Luego Neville y Hannah (que ya no tenía su barriga abultada debido que al parecer en algún momento de los meses anteriores su bebé había nacido), se acercaron a ellos para hablarles, Draco sintió vergüenza de no haberse apersonado con un regalo para el pequeño Frankie y junto con Hermione prometieron a la pareja visitarlos cuando todo estuviera mejor, Hannah también les prometió que el sándwich de crema de maní y mermelada de fresa siempre iba a estar en su menú en honor a Helena lo que hizo sonreír momentáneamente al rubio al recordar su dieta a base de este sándwich hace unos meses cuando conoció a Helena en el parque. Barius, Narcissa, Blaise, Gregory y Margary Goyle, varios vecinos del pueblo, enfermeras y mendimagos de San Mugo, profesorado de Hogwarts y miembros del Ministerio de Magia también hicieron fila para hablarle a Hermione ese día.
Algunas personas se sorprendieron de ver a Draco junto con la leona, rodeándola con un brazo protector sobre sus hombros y dándole todo el apoyo que necesitara en aquel hermoso pero triste día de marzo. Theo y Luna estaban a su lado también, incondicionales, sin apartarse de la pareja. Pocos sabían de la relación tan cercana que había tenido Draco con Helena y como ahora el rubio se refería a la pequeña morena como su hija.
Poco a poco el ataúd se llenó de flores de colores, como si fuera un arco iris, Hermione y Draco coincidieron que Helena estaría feliz con su montón de flores. Cuando la mayoría de las personas se retiraron del funeral Hermione de pronto se quedó helada ya que tres cabezas pelirrojas se estaban acercando hacia donde ellos estaban. Cuando el trío pelirrojo quedó frente a ellos Hermione los miro expectante sin saber que decir.
- Hermione... - dijo Molly Weasley. – Lamento mucho lo de tu hija. Sé que perder a un hijo es lo más desgarrador que existe.
- G-Gracias... señora Weasley.
- Hermione. – intervino de pronto George. – Espero que tengas paz en tu corazón, y resignación para seguir adelante.
Ginny parecía no saber que decir, se removía inquieta sobre sí misma, pero al final se precipito sobre Hermione y la abrazo con fuerza, apartando a Draco. La castaña le devolvió el abrazo y comenzó a llorar nuevamente.
- Perdóname... Ginny...
- No... tú perdóname... fui una tonta... debí haberlo sabido...
- No, yo fui quien te hirió, quien te traicionó...
Draco miro a los otros Weasley, mientras que las jóvenes seguían abrazadas. George le devolvió una sonrisa algo triste, de lejos Neville y Hannah los miraban fijamente y el rubio solo pudo asentirle al Glyffindor a modo de agradecimiento. Hermione y Ginny se separaron y se miraron fijamente, casi se podía ver como más de una década de resentimientos se iba limpiando a la vez que se limpiaban las lágrimas.
- ¿Y Ron...?
- Ron es Ron. – contestó la menor de los Weasley. – Quiero decirte algo, pronto me voy a casar.
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The last gift (DRAMIONE)
RomanceDraco Malfoy vivía cada día como si fuera el último, las fiestas con sus amigos incluían litros y litros de whisky de fuego, sexo y locuras. Su vida era perfecta, no tenía preocupaciones debido a que la mayoría del tiempo hacía lo que quisiera con q...