Finalem

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La tierra era un caos, destrucción y muerte era lo único que podía verse alrededor de todo el lugar; un pequeño grupo de gente encapuchada iba caminado de forma sigilosa y a escondidas como si estuvieran huyendo de algo o alguien hasta llegar a un punto donde la vista del exterior era casi nula, al llegar se quitaron aquella prenda que ocultaba su identidad

-Bien, ya vimos donde están ubicados los altos mandos y el rey- inició la conversación un joven castaño alto mostrando los lugares exactos en el mapa que estaba en la mesa del que parecía el líder

-Bien hecho Yugo... fue una pésima idea el dejar con vida a esos sujetos. No cometeremos ese error dos veces- habló un sujeto de porte militar, rubio y lleno de cicatrices

-De acuerdo- dijeron dos jóvenes de unos 17 años de edad

-Lamento que tengan que estar envueltos en esto niños- dijo con tristeza una peliazul vendando a un sujeto musculoso de cabello negro

-No te preocupes Alice, somos parte de esto también- dijo una castaña bajita

-Uriko tiene razón, somos zoantropos después de todo- secundó un joven azabache

-Aún así no dejan de ser niños Kenji- dijo Yugo con mirada preocupada

-No hay tiempo para sentimentalismo ahora. Este es el plan- dijo el líder y comenzó a explicar todo

-Entendieron?- preguntó nuevamente

-Si- respondieron todos

-Kenji, tú y Uriko irán con Shina- dijo el rubio

-Claro Gado- respondió y salieron del lugar siguiendo a la chica mencionada

-El plan de contingencia está listo?- preguntó Yugo

-Desde luego- respondió

-Espero no lleguemos a eso- dijo Alice

-Pero debemos hacerlo de ser necesario- habló el sujeto vendado

-Lo sé Long- dijo melancólica

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Gritos de desesperación y agonía era lo único que se escuchaban en el techo del palacio del rey, donde antes existía un gran imperio ahora solo se encontraban ruinas y todo por la ambición de un monarca enloquecido por su poder; aquel que antes fue un rey ahora se mostraba tal cual es una fiera y monstruosa mantícora que estaba mermando a la resistencia

-Malditos, si tan solo no hubieran llegado a este mundo mi hermoso imperio seguiría en su gloria- gruñó la bestia

-No digas estupideces Hisoka, aunque no se librara está batalla aquí se habría hecho en nuestro mundo!- gritó desesperado Gado en su modo bestia león

-Jaja, tienes razón. Lástima que ustedes no lo entienden, los zoantropos somos la versión suprema de los humanos; pudieron ser grandes guerreros de mi ejército- dijo con locura Hisoka y en un movimiento rápidos se acercó a Gado y Shina tomándolos con sus garras por la cabeza

-No te dejaré- gruñó Long pero antes de que pudiera hacer algo la mantícora se estiró y le arrancó la cabeza de un mordisco

-Ahora siguen ustedes- dijo con la boca llena de sangre para cerrar ambas patas y destrozarles la cabeza, de repente movió su cola atrapando a la peliazul

-Creíste que no te había visto?- preguntó burlón apretando cada vez más fuerte su agarre

-Yugo, te amo- susurró mirando al castaño cuando fue partida en dos

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