Las ansias de conocer el sexo de su cachorro hacía que el omega irradiara felicidad, y ese dulce olor llenara toda la casa donde vivía con su alfa, y su alfa, se excitaba con aquel olor.
—¿Omega, estás lis..— el alfa no pudo terminar la pregunta cuando entró a la habitación y vió a su omega con solo unos jogger mientras acariciaba su vientre.
—Y serás el cachorro más apuesto, tendrás mis ojos, o los de tu padre, y te voy a llenar de mis besos y abrazos, nadie te va a lastimar, te enseñaré a hablar y a amar, cuando seas más grande te irás con papá y aprenderás de él y lo que hace...— el omega susurraba a su vientre, sin saber que un alfa mayor que él miraba entre lágrimas y adoración al hombre de su vida.
El alfa rápidamente limpió sus ojos, y sonó su garganta.
—¿Ya estás listo omega?
—Si alfa, ya estoy listo.— el omega acomodó su camiseta de cuadros, y le sonrió al alfa.
(...)
—Buenos días, venimos a una cita con el ginecólogo Payne.
—Claro que si, ¿A nombre de quién está la cita?— preguntó la omega.
—A nombre de mi esposo, Niall James Styles Horan.
La enfermera se sonrojó fuertemente cuando Niall la miró fijamente mientras ella trataba de coquetear a Harry.
El olor de tarta de moras azules se hizo presente, el olor era tan agrio, lleno de celos y enojo por culpa de la enfermera.
—A-Adelante, ya sabrán el número de la sala de ginecología.—tartamudeó.
El alfa llevó a rastras a su omega mientras éste seguía despidiendo aquel amargo olor.
Lo detuvo frente a él, su cabeza abajo y con algunas lágrimas escurriendo. Lo abrazó y lo marcó con aquel olor a roble y café que tanto amaba el omega.
—Dulce y rebelde omega, ¿Porqué estás llorando?— cuestionó mientras veia como el omega moqueaba.
El omega solo sacudió su cabeza en negación.
—¿Niall, por qué estás llorando?— volvió a preguntar.
—Te miró, te coqueteó, y yo me veo horrible con éste bulto.— respondió ronco.
El alfa rió levemente, era la situación donde pocas veces el ego de aquel diamante que tenia como omega, se caía.
—¿Sabes? Estoy casado, y enlazado con el omega más hermoso que existe en éste maldito país, ¿y piensas que por una omega que me coqueteó te voy a dejar abandonado? Creo que éste hermoso omega me tiene embrujado como para yo enamorarme de alguien más.— lo besó.
El aroma de aquello dos lobos se mezclaban tan bien, que cualquier persona que estuviera cerca se sentiría cómo estar en picnic dentro del bosque comiendo tartas y tomando un fuerte café del día.
—Ahora... Iremos con el doctor para que te analice, ¿Está bien?— el omega asintió.
Llegaron al ascensor, y seleccionaron la tercera planta.
Los nervios y felicidad del omega se hicieron presentes, Niall irradiaba tanta luz y alegría que volvía ciego a quien lo viera.
—Bienvenidos, pasen.— ordenó el beta.
Los lobos accedieron completamente, el beta hizo cuestiones de como iba el embarazo y si cumplía la dieta dada.
—Veamos cómo anda tu cachorro.
Niall levantó su camiseta, su vientre estaba muy hinchado, como si en vez de cinco meses tuviera seis, el cachorro era enorme.
El doctor Payne aplicó el gel, y el cachorro se removió.
—¿Es muy enérgico verdad?—preguntó riendo.
—Me deja durmiendo casi todo el día.— respondió Niall risueño.— Me roba más energía cuando siente que Harry llegó a casa después de trabajar.
— Muy bello, aquí vamos.
Payne comenzó a rozar la máquina, un leve latido se empezó a escuchar, el latido se hizo más fuerte.
—¡Alfa, alfa, es su latido! ¿Lo oyes?— reía el omega.
El alfa se encontraba en shock, las lágrimas al borde de sus ojos, y soltó la carcajada más grande de su vida, abrazó al omega y lo besó.
—Te amo tanto Niall, omega.
—Te amo Harry, alfa.
El beta sonrió al verlos.
—Perdón por interrumpir, pero estamos a punto de saber el sexo de éste cachorro.
Liam movía el aparato de un lado a otro, buscando pistas sobre el sexo del bebé, los nervios de los lobos se hicieron presentes. Cinco minutos después, Payne sonrió.
—¡Felicidades, tendrán un varón! Y gigante eh.— rió el beta.
Niall lloró a mares y Harry lo abrazaba.
—Alfa, un niño, un mini tú.—rió.
—No lo creo, será una copia tuya, te lo aseguro.—rió y lo besó.
La consulta había terminado, Niall salio irradiando su luz y cegando a los de su alrededor.
Harry estacionó su auto en casa de los Horan, y ayudó a su omega a bajar.
Zayn y Louis se encontraban allí jugando con las pequeñas hermanas de Zayn, Bobby y Jay estaban haciendo almuerzo a los chicos.
Jay volteó a ver a su hijo quien se le acercó con lágrimas.
—Un niño mami, voy a tener un niño.
—Mi dulce omega, estoy orgullosa de ti.—besó su frente.
Y por otro lado, Zayn le pagaba 200 euros a su omega, el cuál ganó la apuesta.
—No se vale, eres su mellizo, obvios sabrías que es un niño.
—Es algo que los alfas tontos no entienden cariño.—sonrió mostrando sus colmillos.
Niall rió y Jay le dió un golpe en la cabeza.
—¡No se apuesta en ésta casa sobre tu sobrino!
—¡Mamá!
Y Niall se acomodó en una mecedora, y se durmió.
ESTÁS LEYENDO
Charles W. Styles Horan | ns
FanfictionTodo era depresión y tristeza hasta que Charles llegó a la pequeña vida de Niall y Harry.