De pañales y desvelos.

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Habían pasado cinco meses de la llegada de Charles, el hijo de Niall y Harry. El pequeño cachorro era hermoso, una copia exacta de los mellizos cuando éstos nacieron, sin embargo; Charlie había demostrado tener los ojos de Harry, junto al tipo de cabello, y de su madre Niall, había heredado el tono castaño, unos que otros lunares y esos labios finos rosas.

—Alfa, trae al cachorro, está llorando.— ordenó un durmiente omega.

El cachorro les había despertado horas antes de que el alfa se alistara al trabajo, ya era una buena y algo estresante la nueva rutina.

El alfa caminó hacia la cuna en forma de tronco que Louis le había obsequiado a su sobrino. Y vió que una bola blanca lloraba con desesperación.

—Tranquilo amor.— le habló el alfa al cargarlo.

Era increíble que el cachorro se acoplara a la compañía de sus padres, pues comúnmente los cachorros omegas dependían más de sus madres al inicio, colocando celos en sus progenitores. Sin embargo, Charlie se alimentaba de los dos.

El alfa meció un poco al cachorro, tratando de calmarlo, y éste le bajó a su llanto, y es cuando Harry reaccionó que a lo mejor era hambre y pedía por su madre.

El omega abrió sus brazos a su cachorro, quien en poco segundos se pegó al pezón de su madre mientras sonreía.

—Eres dramático, eh.— rió levemente el omega mayor. — Eres igual que Boo cuando tu abuela no le daba chocolate de postre.

El cachorro solo gimió de gozo por estar comiendo. Y el alfa quedaba embelesado de ver como su omega lo alimentaba con aquel brillo que siempre tuvo.

—¿Te vas a quedar parado solamente alfa, o te vas a meter a dormir otro rato antes de trabajar?— preguntó Niall.

El alfa solo le bastó sonreír, luego levantó la sábana que cubría su cuerpo y el de su amor para volver a acostarse, seguido, envolvió a sus dos amores en un solo abrazo mientras el cachorro volvía a quedarse dormido.

—Te amo mucho omega.

El lazo de Niall vibró de aquel sentimiento, llenado sus ojos de lágrimas.

—No más de lo que yo te amo alfa.

(...)

La mañana ahora sí había llegado, un nuevo día de trabajo juntos sumado con el cachorro. Harry como presidente de Storan Industries Inc. Y Niall siendo vicepresidente de la misma.

El alfa vestía un traje negro ceñido al cuerpo, marcando bíceps y pecho, el omega no se quedaba atrás, usando un pantalón ceñido a su trasero, una camisa blanca y una corbata y por último teníamos a Charlie, con una playera D&G, un pequeño pantaloncito y unas sandalias Gucci.

—No tienes por qué venir conmigo omega, puedo solo.— sonrió provocando al omega.

—De ninguna manera, me encuentro perfecto para volver a trabajar, y Charles se viene conmigo a mi oficina.— sentenció.

—Nuestra oficina omega.— rió.

—Espero hayas incluído una cuna ahí para Charles.

Sin más preámbulo, subió al auto.

¿El alfa podía enamorarse más de lo que está? Porque la vista que tenía en el auto era la mejor, su omega llevando en una mochila pechera a su cachorro mientras jugaba con el.

Los leves gorgoteos que hacía el cachorro al reirse era la mejor canción que Harry había escuchado. Sin embargo, luego de unos minutos, el cachorro se había dormido.

—¿No estarás toda la mañana trabajando verdad?

—Solo haré las cosas más fáciles alfa, cosas que no hagan que pierda de vista a nuestro cachorro, puedo decirle a Louis o a Josh que terminen lo demás, es pan comido para ellos. Quiero salir igual un rato con mi cachorro al parque de la vuelta, o ir a la hora del almuerzo con él, presentárselo a los demás empleados de que tienen un futuro jefe.— sonrió.

La pareja fue recibida de abrazos y aplausos, algunos betas y omegas trataron de jugar con el cachorro, pero éste se encontraba dormido. La vista era muy hermosa para Harry al ver a su omega cargando a su cachorro irradiando felicidad, viendo a su cachorro dormido en su mochila.

—Tienes un hermoso cachorro cuñado.— palmeó la espalda de Harry.

—¿Y tu no deberías trabajar en uno con Zayn?— preguntó.

—Eso no te incumbe.— salió corriendo con la cara colorada y el alfa solo rió.

Harry caminó directo a su oficina, la cuál compartía con Niall, encontrándose con éste sentado en su área, con un brazo cargando a su cachorro en el hombro, y con el otro tratando de acomodar el papeleo pendiente.

—Déjame ayudarte amor.— caminó Harry, pasando el cachorro a su hombro, el cachorro bostezó y gimió al sentir el olor de su padre arrullandolo.

Niall, por su parte terminaba de teclear los últimos trabajos pendientes que tenía con la asistente de Anna Wintour.

—¿Louis? Necesito que recojas unas carpetas por favor y lo lleves al área de envíos importantes, necesito que en menos de tres horas llegue a Anna Wintour.— ordenó por el comunicador.

El omega comenzó alistar la mochila donde cargaba a su cachorro, caminó a Harry para darle un beso y cargó a su cachorro.

—Despierta amor, ya es hora de comer.— le susurró.

El cachorro se empezó a remover en sus brazos mientras bostezaba y batallaba para abrir sus ojos.

En ese instante Louis entró a la oficina saludando nuevamente al alfa de su hermano, y saludando a su sobrino.

—¿Vas a salir?

—Si Boo, voy a llevar a Charlie conmigo a almorzar y que tome un poquito de sol.— rió al ver a su cachorro sonreír mientras mostraba sus pequeños dientes que estaban por salir.

—Oh, eso es bueno, sobre lo del trabajo; ¿hay algo más por hacer?

—Oh si, llévale a Zayn éstos papeles para terminar el desarrollo de su proyecto.— comentó Harry.

—Ok, yo se los llevo.— sonrió. — Bueno, me tengo que ir, adiós bola de pelos.— se retiró.

El omega suspiró viendo los ojos verdes de su cachorro mientras le colocaba un gel protector del sol y un gorrito/sombrilla.

—Estamos listos.— sonrió.

Charles W. Styles Horan | nsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora