Mes 7 | Septiembre | Parto

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*En éste capítulo corto-medio jeje, hablaré del parto de Jay en los 90's y el parto de Niall actual.

13 de Septiembre, 1993.

Era la madrugada más lluviosa en Dublín que Bobby y Jay habían presenciado. La omega de Bobby se había levantado cerca de las dos de la madrugada por intensos dolores en su vientre, y por tener la bata mojada. Llegó la hora en que sus cachorros nacerían.

Bobby se encontraba alerta gracias a su alfa interior, y nervioso por ver a su compañera de vida aguantando aquellos dolores que la hacían gritar, poniéndole los vellos de punta.

—¡Bobby, ayúdame a pararme!— gritó la omega.

Bobby rápidamente terminó de hacer las maletas y anunciar a su familia que los mellizos ya estaban por nacer.

Corrió a su habitación, y levantó a Jay con todas sus fuerzas, sin lastimar a ella y a sus cachorros.

La ayudó a bajar la pequeña escalera de la casa, y la llevó al auto, mientras que hablaba por teléfono pidiendo una sala de emergencia, pues Jay ya estaba por parir.

(...)

Una vez en el hospital, se encontraba la madre de Jay, Dorothea y su padre John.

Los padres de Bobby miraban con algo de miedo y alegría a la vez, pues su hijo mayor Bobby, sería padre de dos cachorros.

Junto a los demás estaban los Styles junto al pequeños alfa Harry de 5 años, y los Malik con un rebelde y curioso alfa Zayn de 8 años.

Los dos estaban atentos viendo lo que le sucedía a la amiga de sus madres y cómo éstas lloraban de alegría.

Y Jay, ya había entrado a sala de parto.

(...)

—¡Vamos Jay, puja otra vez, ya está saliendo!— animaba el doctor Rudy.

Los gritos de Jay eran chillantes, y Bobby se encontraba nervioso, lleno de miedo, ¿Acaso ese momento era real? Se sentía como un sueño.

Había salido el primer cachorro, las enfermeras rápidamente lo limpiaron, y la sala se llenó de un grito chillante, hasta que las feromonas del cachorro se hicieron presentes... Fresas... Tarta de fresas.

—¡Es un hermoso omega!— gritó Juliet, una de las enfermeras de parto.

Bobby derramaba lágrimas.

—¡Ya viene el otro!— gritó Juliet.

Dos pujidos más, y el segundo cachorro fue expulsado. Las enfermeras rápidamente lo limpiaron, igual que el anterior cachorro.

El cachorro no lloró, solo reía levemente, era hermoso al igual que el primero. La sala ya no olía a solo de tartas de fresa, olían a tartas de moras azules.

Los cachorros fueron depositados en los brazos de Bobby, éste reía, lloraba y temblaba, se sentía falso, pero ahí estaban.

—Lou-Louis William.— susurró Jay sonriendo y cansada a la vez mientras intentaba sostener al primer cachorro, siendo que terminara de llorar en los brazos de su madre, buscando su calor.

—Niall...— susurró Bobby, y el cachorro intentó abrir sus ojos.

—¿Cómo, que nombre es ese?— rió Jay sutilmente.

—Niall James...— sonrió con lágrimas Bobby.

La pareja se sentía afortunada, dos omegas, oliendo igual y diferentes a la vez, fresas y moras.

Charles W. Styles Horan | nsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora