10

215 19 0
                                    

VOLKOV

    Despierto sobre el medio día, hace bastante tiempo que no dormía tan bien, ayer luego de todo lo que sucedió el superintendente me trajo hasta casa sin decirme una sola palabra, él entendía que era lo mejor, hoy es mi día libre así que solo me levanto por algo de comer para luego volver a recostarme, no estoy cansado, no me duele nada, es como si mi encuentro con Horacio me hubiese curado, no lo sé, lo único que se es que quiero pasar todo el día recostado.
     En mi cabeza solo retumba esa imagen viva de lo sucedió la noche anterior, no paro de imaginar todo lo que debe estar pasando por su cabeza ahora mismo. No se si estamos en buenos términos o no, aún no sé cómo podría empezar una conversación con el, tal vez hice mal en ir tras el, no lo sé... estoy tan metido en mis propios pensamientos hasta que me doy cuenta que mi celular está vibrando, *mensaje sin leer de Paola: Hola Volkov! solo pasaba a preguntar cómo estás, hace mucho no sé de ti y quisiera saber qué todo está bien.*
     Mierda, ahora que estoy tan confundido vuelve a aparecer Paola, -No me jodas- digo en un tono agotado mientras dejo el celular en la mesa y me recuesto hacia el otro lado de la cama para intentar dormir.

HORACIO

    Me encuentro en un bosque lleno de mariposas, unas son azules y otras de tonos rojizos, estoy corriendo detrás de ellas, sintiéndome libre mientras veo en el fondo a alguien que parece estarme esperando, intento ver pero cada vez parece que se esfumará, corro lo más rápido que puedo pero cada vez que lo hago pareciera que las cosas se desvanecen, empiezo a escuchar en el fondo un ladrido de un perro, que cada vez se vuelve más y más abrumador, comienzo a abrir los ojos y me doy cuenta que estaba soñando, aunque el ladrido del perro se sigue escuchando, empiezo a recobrar el sentido y me doy cuenta que estoy en una casa desconocida, estoy acostado en una cama doble en la que afortunadamente no hay nadie, me miro a mi mismo para ver si estoy bien y en efecto lo estoy, veo que todas mis cosas están en la mesa de al lado y antes de que pudiese darme cuenta, el perro dejo de ladrar y se escucha como unos pasos vienen hacia la habitación. No tengo mi arma, pero estoy en posición de ataque, veo cómo la puerta se abre y deja ver un destello de iluminación del fondo, mientras una silueta se empieza a notar, que poco a poco va cobrando sentido y va formando un ser humano, abro mis ojos muy bien para observar quien es y antes de que pasara cualquier cosa escucho, - Horacio.. buenos días, ¿mi perro te despertó verdad?- la voz es muy conocida y mientras mis ojos asimilan lo que sucede, me doy cuenta que estoy con el Dr.muerte, -Doc... como.. cómo llegue aquí- digo mientras me acomodo en la cama, -Ayer tuve un turno largo y salí muy tarde del trabajo, venía de camino a casa y te encontré dormido en el parque que está al lado de aquí, no podía dejarte allí, así que te traje hasta aquí- lo dice con una voz cálida mientras empieza a sacar ropa de su armario, -si gustas puedes tomar alguna prenda mía, veo que la tuya está un poco sucia, ¿al parecer tuviste un día agitado ayer no?- lo dice mientras me da una pequeña sonrisa, yo empiezo a recordar todo lo que él dijo anteriormente, veo borrosamente como me ayudo a levantarme y me dio posada, hay cosas que no recuerdo pero sin duda no puedo olvidar lo qué pasó en el baño del bar, aún no sé qué pensar de eso estoy cansando y en casa ajena, así que por el momento no pensaré en eso, -Doc... si le contara, tuve una noche muy extraña, y no se preocupe por la ropa, iré a casa a cambiar-.... antes de que pueda terminar la oración veo la hora que es en el reloj que tiene en su habitación *7:01 am*, -MIERDA es súper tarde y debo ir al trabajo, Doc muchísimas gracias por haberme ayudado, le debo una, ahora mismo debo irme, y no creo tener tiempo de ir a cambiarme así que si le recibo una camisa formal que me pueda prestar- digo apurado mientras intento levantarme, me duele impresionantemente la cabeza pero intento no demostrarlo, - Horacio no es nada, tome la camisa y sepa que siempre le voy a colaborar con todo el gusto, cuando pueda venga a visitarme, ahora si no le molesta yo también me alistaré que también trabajo hoy- me dice el doctor mientras me da la camisa, me regala una pequeña sonrisa y se va hacia el baño, yo me despido de él, me cambio con rapidez la camisa y mientras lo hago veo en el fondo como el doctor se quita la camisa que tenía puesta, dejando ver su torso, su contextura es delgada pero aún así se mantiene en forma, sigo mirando hasta que veo cómo gira la mirada hacia donde estoy, quito mi mirada con rapidez , me abotono la camisa, tomo mis cosas y salgo de la casa.

INEFABLE (Volkacio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora