Fortis Cerasus [Sasusaku]

17 Familia

Martes 16 de Diciembre.
-Mikoto-

—¿Por qué tu hijo no está sentado en su lugar? — mi cuerpo se tensó  con la cercanía de su boca en mi oído y la dureza en el tono de su voz.

Oh si, cuando Fugaku quería podía ser muy intimidante.

—No es propio de Sasuke este comportamiento— respondí nerviosa— voy a retirarme un momento para averiguar que sucedió. Inicia sin nosotros.

Me puse de pié y salí de la sala repleta de socios. Busque mi teléfono y marqué a Izumi por costumbre, ella era mi niña,  aunque la sangre dijera lo contrario. Corté antes de que diera tono y marque a Sasuke.

Algo realmente malo tenía que pasarle para no asistir a una reunión de la junta directiva de la empresa.

Estaba inevitablemente preocupada. Y un horrible nudo de ansiedad y estrés se alojo en mi estómago mientras el teléfono sonaba sin respuesta.

- Hola, mamá— respondío sin ánimo.

—¿Dónde te metiste?  La junta de socios empezó hace media hora, aún tienes tiempo de llegar. Tú nunca te atrazas, será mejor que tengas una buena excusa.— me alegro saber que estaba bien como para responder.

—No voy a ir a la maldita junta,  no voy a ir a la empresa por al menos una semana.— su tono me irritó  profundamente, resople furiosa ante su altanería.

—¿Dónde estás?— reclame molesta.

—En el hospital, cuidando a mi novia— sentí que mi mundo se paraba.

—¿¡Cómo!? ¡Izumi! ¿Qué le pasó? — grité angustiada,  y con mis ojos llenándose deprisa con las saladas lágrimas.

— No estoy con Izumi,  ella no es ni será mi novia, ya deja de insistir con eso.— me gritó  y se sentía bastante irritado.

Él podía ser peor que su padre muchas veces. Siempre había  podido manejar el temperamento de Sasuke, pero ahora parecía una misión imposible.  La decisión en su voz me resultó alarmante.

—Sasuke, esa no es manera de hablarme y lo sabes bien.— le regañe—¿Cómo es eso de que tienes novia?— me recupere tan rápido como pude del estupor que me causo tal revelación—  Creí que tu padre había sido claro sobre tu compromiso con Izumi. Debes entender que es un hecho. Te aconsejo que pienses bien las cosas porque no vamos a tolerar esta clase de...

—Mamá, no hay nada que pensar. Lo siento, pero si no tienes nada mejor que decir, voy a cortar la llamada. Tengo poca batería. — me interrumpió completamente altanero, cosa que me dejó helada.

—¡Sasuke! — grite furiosa pero él cortó la llamada y cuando traté de hablar de nuevo me mando directo al buzón.

Entre a la sala de juntas fingiendo estar tranquila,  pero lejos de eso mis manos aún temblaban de ira. ¿Qué  diablos piensa ese chico? ¡No voy a dejar que arruine mis planes!  Su vida esta junto a Izumi. Él va a tener que entenderlo tarde o temprano.

Fugaku me miraba con curiosidad, sabía que algo estaba mal. Al finalizar la reunión se acercó con paso firme.

—¿Dónde está Sasuke?

—Tu hijo está tirando por la borda todos los planes que tenemos. — dije seria— Esta noche hablaremos en casa. No quiero tocar este tema en la empresa— sentencie y el acepto.

Jueves 18 de Diciembre

—Tres días sin presentarse a la empresa y sin dar señales de vida. ¿Qué se supone que debemos hacer con él? — dijo  Fugaku desde su cómodo sillón.