8 Inseguridad

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Sakura

6 de diciembre.

Una vez que Naruto se durmió, y me asegure que le bajara la fiebre.

Me tiré en la cama y quizás más adelante me arrepienta de hacer lo que pienso hacer ahora, pero no lo puedo evitar, voy directo a revisar las redes sociales.

Deslizo mi dedo por la pantalla del celular y como una cosa lleva a la otra, me encuentro viendo el perfil de Sasuke.

¿Porqué se tiene que ver tan guapo?

Y siempre acompañado de la misma mujer.

Ella parece una modelo, desde sus perfectas uñas esculpidas, hasta su peinado de peluquería. Mierda. Ese pelo sí que brilla.

Me siento a los pies de la cama y me miro en mi pequeño espejo.
Bufo molesta. Jamas usé una cartera, o tacones, ella se ve tan majestuosa y refinada. Y yo... soy solo yo.

¡Por Dios si hasta las bikinis le quedan perfectas! Sus pechos son mas grandes que los míos, y ni siquiera quiero hablar de su trasero. Sigo mirando las fotos y comparándonos, aunque es algo que no debería hacer.

¡Dios! si fuera hombre definitivamente querría estar con una mujer asi... ¡Provoca apretarle fuerte esas nalgas!

¿Qué carajo pasa conmigo? Soy la mujer menos femenina del planeta.

El trasero de Sasuke se ve firme, duro y muy tentador. ¡Estúpido fotógrafo! ¿Porqué le hizo un plano de perfil? La curiosidad me puede y de repente me encuentro mirando atenta su bulto en cada foto que veo.

Me pregunto si debo lucir de pasarela para ver eso de cerca. Tal vez si me arreglara un poco. ¡Vamos! Tampoco me veo mal. Es decir tengo lo que toda mujer debería tener y en los lugares correctos eso me hace un buen partido ¿No?

¿Qué les gusta a los hombres?

Dudo de lo que voy a hacer pero bajo decidida a buscar a Ino. Una charla de chicas es lo que necesito ahora. No tengo muchas amigas pero estoy segura que ella es una de las mujeres más refinadas que conozco.

La encuentro barriendo el bar, a pesar de haber sido despojada de sus antiguos lujos, sigue siendo muy elegante y bella.

Me acerco dubitativa, ella no es lo que se dice discreta y tengo que elegir bien mis palabras porque sino todos en la cueva, el bar, el taller de Itachi, y cincuenta cuadras a la redonda, sabrán lo que me preocupa. No quiero oír a los chicos diciendo cosas como "Cerasus no te imagino en tacones" "Debajo de los guantes de box no se ven las uñas pintadas".

-Ino, ¿estas ocupada? Necesito hablar contigo.

Ella levanta la vista sorprendida, y deja la escoba apoyada contra la barra.

-¿Hay problemas?- dice preocupada.

Niego con la cabeza, giro una silla y me siento al revés, dejando el respaldar entre mis piernas.
Ella toma una silla y se sienta como se supone lo hace una verdadera mujer, hasta cruza sus piernas y tiene la espalda erguida.

Resoplo al notar lo mucho que debo aprender si quiero verme como una dama.

-¿Qué tienes?- me dice arqueando su ceja y mirandome fijo.

-¿Crees que me veo bien? Es decir, ¿parezco una chica bonita?

Mis preguntas la sorprenden, forma una gran O con su boca. Noto que esta buscando las palabras adecuadas y eso me molesta un poco.

-¿Desde cuando te importan esos temas? Eres tú, y estas bien, ¿no se adonde quieres llegar?

Si Ino me hubiera pateado el estómago, me habria dolido menos.

Fortis Cerasus [Sasusaku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora