1 Reglas

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Sasuke.

6 de noviembre.

Estoy harto de tantas reglas. Mi vida ha girado en torno a ellas:

1_la puntualidad será una tarea.

2_Complacer a mi familia un deber.

3_La excelencia será mi lema, el escándalo mi perdición. Priorizar el apellido Uchiha ante todos y todo.

4_mi objetivo es mi futuro y el futuro es la prosperidad de la empresa familiar.

Desde que me levanto tengo que cuidar mi imagen, consentir los caprichos de mis padres, ser el primero en llegar y el último en irme, aunque quisiera estar tirado en mi amplia y cómoda cama escuchando música; anoche me desvele trabajando y hoy para hacer mi día menos satisfactorio tuve que madrugar sin una gota de café. Como un maldito zombi me dirijo al gimnasio y por si fuera poco hay un atascón de autos en la avenida principal, decido que es mejor tomar una ruta alternativa.

Me llega un mensaje de texto de mi padre, añadiéndole a mi saturado día de obligaciones algunas tareas más. Cargado frustración desvío la mirada del camino por un momento, un maldito momento que coronaría este día como el peor de la semana. El choque de mi auto contra algo desconocido me hace volver de un golpe la realidad. Ruego en mis adentros no haber chocado un perro, o peor aún un niño, no quisiera causar la muerte de ningún ser vivo por una imprudencia.

Definitivamente con eso rompería unas cuantas reglas.

-Carajo mi día no podía ir peor - mascullo cuando mi mirada conecta con el tumulto de personas frente a mi coche. Cual mas intimidante que el otro. Van muy tatuados, con chalecos de cuero, al parecer uno de ellos se cayó en un alfiletero porque la cantidad de perforaciones en su cuerpo es inhumana, un logo llamativo de calaveras descansa en sus espaldas ¡genial una maldita banda de motoqueros! Ahora el drama de mi película de vida llamada:" otro día de mierda", está completo.

Me bajo de mi automóvil, esperando que una sonrisa y mi tarjeta de crédito me saque de todo esto, a pesar de que siempre me ha funcionado con las mujeres, tengo mis reservas acerca que resulte en motoqueros. De todas maneras, respiro hondo y me levanto decidido a enfrentarlos.

De inmediato me veo rodeado, dos de ellos me encaran con miradas furiosas.

-¿Sabes lo que acabas de hacer, pedazo de imbécil? - grita uno de ellos.

-Tienes una hermosa carita - dice el rubio que lleva su cabello hasta la cintura - Cerasus disfrutara dejarte todo magullado.

Trago grueso, tratando de argumentar las siguientes palabras: - Tranquilos, mi seguro se cubrirá todos los gastos.

El rubio de pelo corto se agacha a recoger un objeto del suelo que ha quedado destrozado por el golpe. Se levanta y se acerca peligrosamente a mi cuerpo, puedo distinguir que sus ojos están más colorados de lo normal, mientras que sus pupilas resaltan por lo dilatadas que se encuentran, ¡perfecto parece haber consumido sustancias! Y así me será imposible razonar con él. Su pecho se pega al mío haciéndome retroceder algunos pasos.

-¿Sabes lo que acabas de romper? Esto no tiene precio, ni tu, ni tu cochino dinero pueden arreglar esto - grito lleno de irritación - Cerasus te matará y yo voy a gozar en cada segundo.

-Déjame que yo lo golpee primero - exclamó el otro rubio. Cuando me lanzó el primer golpe, lo esquive sin problemas y por primera vez agradecí las clases de Kick boxing a las que había sido obligado a asistir.

-Mejor y en sus condiciones que no continuemos con esto - apunté - tienen todas las de perder. No quiero lastimarlos.

-¿Tú lastimarnos?¡maldito arrogante! ¿Quién mierda te crees que eres?
Esta vez se abalanzaron los dos sobre mí, logre fácilmente esquivar a uno y a otro plantarle un gancho izquierdo en su rostro. Cuando cayó al suelo tome mi tarjeta, la metí en su chaleco - por si más tranquilos y en un mejor plan quisieran contactarme - y antes de que vinieran más de ellos, logré marcharme.

Fortis Cerasus [Sasusaku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora