Capítulo 6

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Una mañana de mierda eso es lo que era, porque se levantaría temprano a lanzarle cumplidos a un señor que ni le importaba ni conocía.

Y encima tenía que arrodillarse, quien se creía ese para hacerla levantar temprano un domingo.

Lili se quejaba mientras acomodaba su blusa y falda hasta los tobillos, su familia nunca había sido asi, y ahora sólo porque las demás personas en su comunidad eran extramademente religiosas ¿ellos tenían que serlo?

Si, comprendía que su familia necesitaba dar una buena imagen al hotel, pero sinceramente, que le importaba a las personas del pueblo si su maldito hotel era satánico o no, si ellos nisiquiera se iban a hospedar ahí porque ya vivían en ese asqueroso pueblo.

Disculpenla, de verdad odia las mañanas.

Pará su fortuna el trayecto fue silencioso, como todos los momentos con sus padres. Respiro hondo y comenzó a prepárse mentalmente, levantó la vista viendo a la ventana del auto, mucha vegetación rodeaba a la alejada iglesia, decidió ser positiva y enfocarse sólo en eso, después de todo la vista no estaba nada mal.

Bajo del auto y camino junto a sus padres, adentrándose en aquella construcción blanca que aunque antigua era muy llamativa, las familias dentro estaban vestidas elegantes. Todos con una sonrisa enorme en sus rostros sacados de un cuento.

Paso toda la misa aferrándose a esa idea.

Nisiquiera ella sabe como lo logro pero lo hizo, se mantuvo despierta sin cabecear ni una sola vez, y hasta estuvo mágicamente atenta cuando el pastor los invitó a pararse para saludar.

En fin, la misa finalmente había acabado y ahora todos se paraban de sus asientos, algunos para hablar con él pastor y otros para saludar a la nueva familia que desafortunadamente era la suya.

─ Bienvenidos a la comunidad ─ saludo una señora ─ somos los Earle, soy Florence y este es mi esposo Carl.

- Mucho gusto - saludo Carl -

- Igualmente - respondieron los padres de Lili -

- Soy parte del concejo, si necesitan algo pueden buscarnos

- Muchas gracias es muy amable de su parte ya que debe estar saturada trabajando para la comunidad - con elegancia, Dalia, la madre de Lili se llevó la mano al pecho asegurando de hacer ver bien un gesto de sospresa-

Florence río sosteniendo el brazo de su esposo que hablaba con el padre de Lili - no es un trabajo muy complicado.

- Claro que lo es, pero me imagino que usted debe tener un don para tal cosa.

Florence rió - No es don. Es lo que tengo que hacer ¿Sino quien cuidaría de mi esposo?

- Ella es la esposa perfecta - sonrió orgulloso Carl -

Lili reconoció cuando su madre al sonreírle de vuelta cerró los ojos ligeramente más, signo de que estaba disgustada.

- Ustedes son los Atwood.

- Hola, mucho gusto.

- Me presento. Soy Matt y ella es mi esposa Darcy. Saluda cariño.

- Hola... Es un placer.

- Darcy que bello nombre - adulo Dalia -

- Gracias.

- ¿Como va con su hotel? - pregunto Matt mirando a Abiel -

- Todos ha ido de maravilla.

Dalia respondió recibiendo una cara de disgusto por parte del hombre.

« Cuando llega el otoño » Donde viven las historias. Descúbrelo ahora