1- Una mañana común... Creo.

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Un día como cualquier otro, me despertaba por la alarma del teléfono puesta a las 5:30AM, y como casi todas las personas empezaba mí rutina diaria aseándome un poco, desayunaba y me ponía la el uniforme del trabajo, yo trabajaba en unas instalaciones metalúrgicas, de herrería y mecánica, y como columna de la mano de obra no podía darme el lujo de llegar tarde al trabajo, porque como se retrasara algo seria la perita de boxeo del jefe. Así que me subí a mí camioneta, una Ford F-100 4x4 de 1984, estaba algo estropeada en cuanto a la carrocería y la pintura, pero dadas las condiciones de mí trabajo estaba como nunca en cuanto a mecánica y nunca me dio problemas que no pudiera solucionar... Bueno solo cuando tocaba alinear los cauchos, ahí si no podía. Como todas las mañanas encendía la radio y conectaba el Pendrive con mí lista de reproducción, pero al buscarlo por todos lados me di cuenta que no lo tenía conmigo.

[Ari]: Ahhhhh por amor a Thor, lo deje en la cocina!... Otra vez.... Bueh, ya que, no me puedo regresar ahora *Al regresar la mirada veo que hay un embotellamiento* Ahora si voy a llegar tarde jajaja.... Demonios...

Tras esperar como medía hora, por fin el cuerpo de bomberos y policías, logran disolver el problema pero al final nunca supe que fue exactamente, solo alcance a escuchar que un conductor ebrio perdió el conocimiento y chocó.

[Ari]: Jmmmmm un conductor ebrio... En plena mañana... Qué raro...*Decía mientras me ponía en marcha en el carril rápido de la carretera, y así recuperar tiempo*.

Pasados 15 minutos de viaje rápido a 80Km/h llego a las instalaciones donde me esperaba Deivid, el guardián de la puerta por así decirlo, así le apodamos porque cuida las entradas con puño de hierro, nadie entra o sale sin verificación o una muy buena excusa, rápidamente me acerco en la camioneta a su caseta.

[Deivid]: Eh Francis, apúrate que Antonio (el jefe) aun no llega, esta semana esta de muy mal humor, y no teme descargarse ni con su esposa *Decía mientras abría la puerta para dejarme pasar*.

[Ari]: Ufffff que suerte, gracias Deivid, hablamos en un rato va? *decía mientras pisaba el acelerador para aprovechar ese tiempo valioso*.

El lugar donde trabajo parece un hangar de aviones, tiene una medida de 2 kilómetro cuadrados de pura tierra, y de esos 2 solo 1 cuenta con techo donde se encontraba toda la maquinaria metalúrgica, y el kilómetro restante es todo tierra, donde se encuentran múltiples forjas, martillos hidráulicos, garajes y demás, ninguno tenía techo cuando empecé a trabajar hace poco más de año y medio, dado que el jefe Antonio solo parecía gustarle figurar su puesto, regañar al que le diera la gana y desaparecerse por días sin dar explicaciones, así que logre convencer al personal de tomar toda la chatarra útil y usarla para hacer techos con la excusa de evitarse un regaño de Antonio. Rápidamente estacione, apague el motor, saque la llave, revise puertas y le puse el seguro con alarma ya que un vehículo tan viejo puede ser un tanto indefenso.

[???]: Eh Francis, dime ¿Que carajos haces tú aquí? *Decía una voz grabe y un tanto amenazante*.

[Ari]: {Ahhh lo que me faltaba... En qué momento llego?} *Decía en mi mente* Estaba revisando las puertas de la camioneta... *Me di la vuelta y vi a Antonio*.

[Antonio]: Ya lárgate de mí vista, no quiero flojos ¿entendido? *Decía apuntándome con el dedo como para intimidar*.

[Ari]: Aja ok... *Me di la vuelta como si nada ya que nadie lo respetaba a la vez que murmuraba* Idiota...

[Antonio]: ¿¡Que dijiste!?.... *Me miraba eufórico*.

[Ari]: Nada, solo tengo una llave rota... La de un candado *Contestaba mientras me alejaba a mí forja* {Un día al a vez Francis... Un día a la vez...}.

Antonio es un tipo un tanto alto y corpulento físicamente hablando, de piel un tanto blanca y de cabello rubio, corte militar, y con un par de tatuajes en un brazo similares a los de "La Roca", cuando llego a mí forja veo a mis compañeros de trabajo, Moisés, un tipo más alto que Antonio con una estatura de 1.84, delgado pero con fuerza, un completo payaso dado que tenía muchas ocurrencias, y como los monos se juntan para rascarse, los demás le ayudábamos por diversión, también estaba Kleiver, un tipo bajo, moreno pero con mucha más fuerza que Moisés, lo que le faltaba en altura lo compensaba en fuerza, luego estaba James, ligeramente más bajo que yo y el mayor de los cuatro, pelo amarillo, de voz chillona y presta mucha atención a los detalles, dado que él no tiene tanta fuerza se encarga del papeleo de nuestra facción.

[Ari]: Señoritas... Ya llego por quien llorar jajajaja *Decía en tono burlón hacía mis compañeros mientras estos voltean a ver y me recibían con el clásico saludo de puños*.

[James]: Ayyyy papá ¿Es que nos ve cara de desesperadas?.

[Moisés]: James, a nosotros no pero a usted si con esa cara que tiene *Contestaba entre risas y una cara que solo él podía hacer (--> c:)*.

[Kleiver]: Ay si verdad, total usted es el único aquí que no tiene pareja aparte de Deivid y... *Me mira y se queda callado* Perdón jeje.

[Ari]: Ustedes tranquilos que yo dejare que la mujer adecuada me encuentre, total no tengo tiempo para buscar una últimamente *Digo con la mirada perdida*.

[James]: Claro, porque como a usted le llueven puras mujeres buenotas *Sarcasmo*.

[Ari]: Por lo menos yo no estoy como perrito faldero detrás de todas las que pasan *Decía en tono vengativo mientras Moisés y Klevier abucheaban a James por mí respuesta* Bueno, a trabajar que el jefesote no está contento.

Ronin 3-18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora