Su pequeña muñeca estaba pálida. Sudaba demasiado, tenía escalofríos y deliraba constantemente. Pasó un trapo húmedo por su frente mientras rezaba por su pronta recuperación.—Sed—. Murmuró su pequeña hermanita, tan bella como una muñeca, su muñeca.
—Traeré un poco de agua.
Jimin se levantó y caminó lentamente a la cocina, no estaba lejos, vivían en un pequeño cuarto de solo dos puertas, la puerta principal y la puerta de baño. Lo demás estaba en una sola área, demasiado amontonado, apenas y cabía la pequeña cama que compartía con sus dos hermanitos.
No tenía más de tres vasos. Uno para cada uno, no necesitaban más, y en realidad, tampoco le alcazaba para comprar otros.
Sirvió lo último que quedaba de agua potable y volvió con su hermana, con cuidado, le dio de beber.
—Jimin... quiero a mi mamá.
Jimin le sonrió débilmente acariciando su cabeza, hace años que su madre los había abandonado, desde entonces Jimin tuvo que hacerse cargo de él mismo y sus hermanitos, tan solo tenía catorce años cuando empezó a ver por ellos. Ahora tenía veintiuno, pero sin estudios no lograba encontrar trabajo.
—Hazme caso niño—decía su vecina.— Tu ya eres mayor de edad, vive solo para ti.
—¿Y mis hermanitos? No puedo dejarlos solos.
—No estarán solos, se irían a una casa hogar.
—Eso es para niños que no tienen familia, y ellos me tienen a mi.
—Pero niño, ni siquiera llevan los mismos lazos sanguíneos.
—Puede que nuestro padre sea un hombre diferente. Pero los tres nacimos de la misma madre.
—Esa señora no tiene corazón, mira que tener tantos hijos de diferentes hombres y luego abandonarlos ¡ella no es un ser humano! Sabrá Dios cuantos hijos no regalo.
—ShuA no a mejorado—mordió su labio mirando el suelo mientras seguía jugando con sus manos.—Por favor, necesito llevarla a un médico.
—Ya no puedo prestarte más dinero, me debes mucho y sigues sin pagarme.
—Lo se señora Marry, lo se. Pero entiéndame, no puedo dejarla así sola y buscar trabajo, además nadie me contrata.
Jimin vivía en un barrio pobre, por suerte su cuarto tenía techo de concreto pero no todos en esa área podían darse ese lujo. La señora Marry vivía unas calles antes que ellos, en un barrio de estatus medio, solía darle unos cuantos pesos por ayudarle a sacar la basura, pero ya no era suficiente.
—Debiste estudiar.
—¿Y con que dinero? Ni siquiera he podido matricularlos en la escuela, por favor señora Marry, no quiero que mi hermanita muera en mis brazos.
—Está bien, te prestaré una vez más.
—¡Muchas gracias! ¡No sé qué voy a hacer pero se lo pagaré se lo juro!
Jimin sonrió agradecido, pensó que todo se resolvería llevando a su hermana al médico, pero todo empeoró.
Pulmonía. Eso había dicho el médico. Lo peor de todo es que estaba demasiado avanzada, necesitaba internarla, pagar una cuota increíblemente cara, los análisis y medicamentos era aún más caros. Pero no podía dejar morir a su hermanita.
Estaba solo, sin salida, acorralado. Maldijo a su madre por traer al mundo niños sin tener manera de solventarlos.
Lloro hasta que se secó, la señora Marry fue quien lo encontró de camino.
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Matrimonio Comprado || 𝒴𝑜𝑜𝓃𝑀𝒾𝓃
Teen FictionLas agencias de matrimonio son muy comunes en Corea del Sur, se dedican a encontrar pareja a hombres usualmente ricos. La mayoría de las personas que se venden a un matrimonio, viene de China con problemas económicos. Por eso Jimin accedió. Su úni...