No era tonto, él sabía lo que seguía.Cuando la fiesta acabo, Jimin comenzó a limpiar, los sirvientes lo miraban raro y trataban de decirle que no lo hiciera, pero el chico no entendía.
—Creo que es sordo.
—¡Santo Dios! El señor Min no se dio cuenta de que se casó con un sordo.
—Se llama Jimin—ambos empleados saltaron asustados al escuchar la voz de su jefe. —Y no es sordo. Otra cosa, Jimin es mi esposo, así que lo respetarán y darán el lugar que merece ¿entendido?
—Si señor Oh—. Hicieron una reverencia y siguieron limpiando.
—Tu vienes conmigo.
Yoongi lo tomo de la mano y jalo para que comenzara a avanzar, aunque Jimin no supo que le había dicho, supuso que tenía que seguirlo. Cuando comenzaron a subir las escaleras y caminar por el pasillo que ya reconocía, supo que era lo que seguía, después de todo acababan de casarse.
Yoongi cerró la puerta y comenzó a besarlo de forma salvaje, Jimin se quejaba, no quería. Escucho un gruñido de parte de su esposo, Yoongi lo empujó hacia la cama y comenzó a hablarle, al mirarle la cara de confusión y pánico, Yoongi lo desnudó.
Jimin apretaba las sábanas de la cama mientras sentía los húmedos labios de su ahora esposo contra su piel, pequeñas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, iba soltarse a llorar y luchar por su vida cuando recordó las palabras de Jin: "Yoongi odia que lloren".
El miedo lo invadió, no sabía lo que Yoongi era capaz de hacer enojado, si nunca mostró una sola sonrisa y mostraba desinterés en él, si lo hacía enojar, quizás lo botaría y tendría que regresar a china. Y quien sabe, quizás, hasta regresar el dinero para el tratamiento de sus hermanitos. Ese hilo le llegó a los pensamientos como un rayo, estaba haciendo eso por sus hermanos. Vendió su cuerpo, su alma, su propia dignidad. Se sacrificó por el bien de sus hermanitos, ellos solo lo tenían a él, Jimin haría todo por ellos. No importa que.
Trago saliva y todos sus sentimientos, en cuanto los labios de Yoongi volvieron a su rostro, Jimin inició un beso ardiente, le dio acceso a la lengua de Yoongi y se permitió gemir, su esposo estaba caliente y sabía que sentía placer.
Acariciaba la ancha espalda de su esposo, no tenía mal físico, no era un viejo decrépito, además, era su única salvación. Jimin trataba de convencerse con eso.
Comenzó a mover sus caderas incitándolo aún más, vio como su esposo se acomodaba para penetrarlo, y el solo pudo prepararse mentalmente, siempre pensó que se entregaría por amor, pero los sueños solo eran eso, sueños.
En cuanto su esposo entro por completo en él, y sintió sus besos en el cuello, Jimin cerró los ojos mientras experimentaba dolor, no se acostumbraba al ritmo.
<<Jong. ShuA. Esto lo hago por ustedes. >>
(...)
Cuando despertó su esposo ya no estaba ahí. Se sentó sobre el colchón tratando de no llorar por el gran dolor que sentía, miro él recordatorio de su teléfono. Debía ir a sus clases de coreano.
Yoongi le dejo muy en claro su lugar anoche cuando lo hizo suyo y esa mañana cuando se fue olvidándolo como si fuera objeto. Eso era para Yoongi, un objeto. Alguien que solo haría lo que él dijera y que calentaría su cama cuando Yoongi lo ordenara.
Suspiró cerrando sus ojos y deshecho los malos sentimientos que sentía. Después de todo, Jimin había aceptado esa vida.
(...)
—Bienvenido ¿Cuál es tu nombre? —dijo el chico amable del mostrador, Jimin sintió alivio al escuchar su idioma natal. —Pfff ¿para que preguntó? Eres Min Jimin ¿No? Dijeron que habría un alumno nuevo, y eres el único en la lista.
Min Jimin. Su apellido había cambiado.
—Sí.
—Mi nombre es Taehyung—Sonrió ampliamente convirtiendo sus ojos en medias lunas. —Puedes entrar a la sala 1A, ahí está tu clase de coreano.
—Gracias.
—¿Ocupas ayuda psicológica?
—¿Psicólogo?
—Sí, si la necesitas aquí estaremos.
Jimin asintió y entró a su clase. En cuanto la clase inicio se dio cuenta de que no habían avanzado mucho, iban en la tercera clase y si ponía la suficiente atención, podría llegar al nivel de sus compañeros. Una de sus compañeras se le acercó.
—Hola.
—¿Hola? —dijo inseguro.
—Yo te conozco, te vi en la agencia de matrimonio el día que a mi me compraron.
—¿También vienes de ahí?
—Sí, el día que fuiste a llenar solicitud, yo había sido comprada, quería decirte que huyeras pero no pude, lo siento.
—Descuida, necesitaba el dinero.
—¿Solicitaste ayuda psicológica?
—¿Debo?
—Bueno, no creo que tu esposo sea bueno contigo, no existen de esos hombres en las agencias. Mi esposo es un cerdo de cincuenta años, yo solo tengo dieciocho, me obliga a tener sexo con él todo el tiempo—. Comenzó a llorar.
Jimin se levantó y acarició su hombro tratando de consolarla, varios compañeros se acercaron intentando lo mismo, la mayoría habían sido vendidas y compradas por viejos decrépitos, Jimin no se atrevió a decir que su esposo solo le llevaba nueve años y que no era tan malo como los demás, se dio cuenta de lo afortunado que había sido.
Su clase se alargó más. El profesor se quedó con él para enseñarle lo de las clases pasadas, llegó a la hora de la cena, con un montón de libros en la mano. Pasó por el comedor donde Yoongi lo miro e indicó que fuera hacia él, estaba en la cabeza de la mesa, cenando, en completa soledad.
—¿Tarde?
—Estudio—Dijo Jimin señalando sus libros. —Lo siento.
—No, cenar—. Señala lo silla de su lado.
Jimin no era tonto, Yoongi estaba utilizando palabras básicas y sencillas para tener una "conversación" con él, mordió su labio por dentro, su esposo no era malo. Sabía que quizás se escuchaba como un tonto hablando así, pero lo hacía por él, por Jimin.
Se sentó a su lado y comieron en silencio. Cuando hubo terminado su comida, tomó su plato y trató de pararse, pero Yoongi lo detuvo de la mano negando con la cabeza, no sabía por qué le estaba negando pararse, su empleada se acercó y se llevó todos los trastes sucios.
Jimin solo no quería verse inútil. No quería ganarse aún más el odio y desprecio de su esposo.
Después de un baño y un poco de estudio, Jimin se metió a la cama, vio como Yoongi entraba y se quitaba la corbata y la camisa dejándolas en el pequeño sofá de la habitación, se acomodó en su lugar y se estiró para apagar la lámpara, la mano grande de Yoongi se lo impidió. Jimin lo miro, al ver como su esposo negaba y recorría su cuerpo con la vista supo de nuevo que era hora de cumplir con su deber.
Jimin asintió y cerró los ojos.
<<Lo haces por ellos Jimin, lo haces por ellos>>
Se repetía una y otra vez.
ESTÁS LEYENDO
Matrimonio Comprado || 𝒴𝑜𝑜𝓃𝑀𝒾𝓃
Ficção AdolescenteLas agencias de matrimonio son muy comunes en Corea del Sur, se dedican a encontrar pareja a hombres usualmente ricos. La mayoría de las personas que se venden a un matrimonio, viene de China con problemas económicos. Por eso Jimin accedió. Su úni...