Capítulo uno: Vorrei stare da solo.

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Todos en el mundo tienen alguien que no hay forma en que les agrade, puede ser por razones de lo más lógicas hasta algunas realmente estúpidas. Ese no era el caso de BaekHyun, que odiaba con su ser al payaso de su grupo, no podía evitarlo cuando ambos eran tan distintos y por obvias razones chocaban como lo harían los perros y gatos. Es que él era un planeta, tranquilo y girando alrededor del sol siguiendo el orden normal del universo mientras Park ChanYeol era un asteroide que avanzaba de manera estrepitosa hacia su órbita mientras se reía con esa molesta voz gritona.

Había perdido la cuenta de cuantas veces lo había mandado a callar desde que eran compañeros de clase y es que el idiota al ser algo guapo siempre creía que podía pasar por sobre todos y salir bien librado de cualquier situación, por eso se reía como esperpento en medio de las clases cuando trataba de tomar notas y es que no era un alumno destacado, de hecho le costaba sacar notas aprobatorias así que debía esforzarse el doble en comparación a los otros, como si no fuera suficientemente difícil tenía que lidiar con personajes tan molestos como esos.

No tenía muchos amigos porque ciertamente era alguien tímido, no quería decir que fuera un inadaptado, solo disfrutaba su privacidad y el hecho de pasar inadvertido en cualquier espacio, aunque deseaba ser un poco más alto su baja estatura era algo que lo beneficiaba un montón para ser prácticamente invisible, era amable con todos sus compañeros y tenían una relación cordial, pero amigos tenía pocos, solo algunos con los que mantenía el contacto de su pequeña ciudad de la cual emigró cuando sus padres se marcharon en busca de un nuevo aire y para tratar de olvidar la infidelidad de su madre con el hombre de la tienda.

De eso ya cinco años, al menos era el último antes de irse a la universidad, por fin sería libre de estudiar materias que no le interesaban, tenía la esperanza que ahí estudiaría solo cosas que le gustaran en vez de matarse estudiando logaritmos que no tenía idea cómo funcionaban en el mundo real.

Solo deseaba alejarse de ese lugar, conocer gente con auras distintas, iniciar su vida adulta, encontrar el amor lejos de los estúpidos que conocía y quien sabe, quizás empezar una familia antes de que se volviera demasiado viejo para ello. Podían llamarlo romántico empedernido pero añoraba un amor pasional y lindo, alguien que lo envolviera con sus fuertes brazos y lo guiara cuando se sintiera desamparado en ese enorme mundo, alguien que le recordara con palabras suaves lo mucho que lo amaba, alguien que viera más allá de sus enormes gafas, de sus brackets y sus enormes sudaderas que usaba para ocultar su sobre desarrollado cuerpo. Sus curvas se habían formado mucho más rápido y mucho más pronunciado que los chicos de su misma condición y aquello le molestaba de sobre manera.

Se ganaba muchas miradas sucias que solo se enfocaban en su cuerpo de hombres de todas las edades. Había pasado por una etapa donde ni siquiera quería salir de casa para que nadie lo mirara porque odiaba la forma morbosa en que todos lo observaban cuando ponía un pie fuera de casa.

Incluso había escuchado que algunos de sus compañeros hablaban a sus espaldas que su cuerpo era de esa forma porque ya se había acostado con un hombre lo que era completamente falso y si así fuera no era un tema que tuviera que hablar. Ya solo quería que se acabara la maldita escuela.

Su tren de pensamientos se detuvo abruptamente cuando Park ChanYeol se rio como un desquiciado, gritando y golpeando todo a su alrededor pese a que todos estaban en el aula y que el profesor también estaba presente.

―Oye ¿podrías callarte? –preguntó en voz alta para tratar de llamar la atención de esos imbéciles.

―No. –dijo ChanYeol para luego seguir riéndose como si nada.

Ante su indiferencia sintió cierto calor en su estómago que lo hizo ver rojo de la furia, cegado por la rabia levantó la voz, ―Algunos tratamos de poner atención, no seas un imbécil.

Non Ti Lascerò |ChanBaek|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora