Capítulo quince: Siamo tutti soli e va bene.

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BaekHyun había dejado a su bebé en su andador mientras cocinaba, su chiquito se divertía explorando todo su hogar y corriendo a toda velocidad por los estrechos pasillos, sus risitas inundaban todo el departamento llenándolo de vida. Sus balbuceos eran los sonidos que quería escuchar toda su vida.

Pero debía encargarse del almuerzo, su esposo estaba algo decaídos así que pretendía mimarlo con su comida favorita, su abejita en cambio estaba tan lleno de energía que daba vueltas por todos lados. Nada estaba prohibido para él, era tan libre como quería.

Lo único que rompió su burbuja de armonía fue el llanto de su hijo, más bien un grito seguido del llanto de su bebé. Inmediatamente dejó todo lo que estaba haciendo para correr hacia el sonido. Temiendo que algo malo hubiera pasado, pero nada de eso, la escena parecía tan normal como debería, a diferencia de que su hijo lloraba y su esposo parecía furioso.

—¿Qué pasó? –preguntó abrumado, la tensión en el ambiente no era nada familiar.

—Todo, BaekHyun, todo, HaeSook entró aquí y pisó todos los juguetes, no contento con eso tomó el pulpo de SuJin y lo llenó de saliva. –ChanYeol le enseñó el preciado peluche que reposaba normalmente sobre la cama, ahora estaba más oscuro en la zona donde había estado la boca de su hijito.

—Me asustaste, pensé que algo realmente malo había pasado. –se quejó acercándose al andador donde su bebé se cubría su regordeta carita con sus manitos mientras lloraba desconsolado, no tardó en cargarlo y besarlo para confrontarlo.

—¿Nada? –ChanYeol parecía atónito, —Esto es lo último que nos queda de SuJin y HaeSook lo pisoteó.

—Tiene un año, ChanYeol, ni siquiera entiende quién es él, no le pidas más. –siguió besando sus mejillas tratando de calmarlo con su amor.

—Está habitación está cerrada por algo, debiste dejarla abierta. –reclamó su esposo con la misma indignación.

—Yo ni siquiera he entrado aquí, debiste ser tú, ahora deja de gritar, estás asustado a mi abejita. –musitó limpiando los mocos en la nariz de su hijo con su propia playera.

—Mira BaekHyun, que a ti no te importe SuJin ahora, no es lo mismo para mí. –ante aquella acusación terminó de enfurecerse.

—Nunca más digas algo así. –exclamó furioso, pero aún así procurando calmar a su hijo, —No te atrevas.

Sin más lo abandonó en la habitación, ni siquiera tenía razón para responder a esa acusación, nadie iba a poner en duda su amor por su hijo, ni siquiera ChanYeol, últimamente había sido difícil lidiar con su esposo, no porque no lo amara, pero desde el juicio mediático, la victoria de su demanda y las disculpas públicas los habían abrumado al principio, pero ahora que se sentía el vacío ChanYeol se había estado sintiendo más mal que nunca y eso le preocupaba, la salud mental de su esposo siempre era un tema.

Nunca iba a dejarlo, no le importaba los demonios que cargara su esposo, nunca se iría de su lado, nunca lo pensaría siquiera, pero siempre tenía miedo de que ChanYeol fuera el que se marchara para siempre, no podría vivir con eso. Y si tenía que tratarlo como un hijo solo porque su marido era incapaz de sentirse bien y actuar como un adulto lo haría, su amor era más grande que eso. Ahora con justicia y sin el pensamiento de que no hicieron nada por hacer pagar a quien le hizo ese daño a su hijo podía darle la atención que necesitaba a su esposo y hasta él mismo, lo que fuera para no caer en la locura y perder toda cordura, ahora tenían a un bebé que cuidar.

Pero en ese momento su mayor preocupación era cuidar de su bebé que se sentía tan herido, sus padres nunca le habían gritado y ahora ChanYeol rompía su pequeño corazoncito con su actitud. Le dio un poco de leche, lo que lo calmó un poco y le ayudó a relajarse en sus brazos mientras terminaba de cocinar.

Non Ti Lascerò |ChanBaek|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora